Literatura Del Renacimiento

LITERATURA DEL RENACIMIENTO

1. Introducción:

Resulta complejo observar por épocas el desarrollo de la cultura y de la historia, ya que los cambios no se producen de manera repentina. Sin embargo, es aún más complejo analizar la historia de la literatura, por ejemplo, sin detenerse en las épocas. Es importante tener esto en cuenta, ya que las bases del Renacimiento pueden verse en escritores como Francisco Petrarca, Giovanni Boccaccio y Fernando de Rojas, que no se catalogan como renacentistas.

En la literatura producida por el hombre del renacimiento, a diferencia del hombre de la época anterior, se sitúa en el centro del mundo. Las condiciones socioculturales similares en Europa permitirán observar como el arte y la cultura de países como Italia, Francia, España, Portugal e Inglaterra se pueden caracterizar bajo parámetros similares.

Así mismo, se determinarán las características del cuento, la lírica y la dramaturgia que particularizan las producciones de esta época otorgándole un alto valor al mundo del hombre, a su vida, a sus cosas, antes que a los parámetros religiosos que rigieron la Edad Media.

2. Contexto histórico y social:

El período del Renacimiento no deja de presentar problemas a la hora de su definición. La primera dificultad radica en su delimitación temporal, pues dependiendo de los criterios y del punto de vista desde el cual se le estudie, este momento de la historia de Occidente puede comenzar y finalizar en distintos momentos. La segunda dificultad es determinar cuáles son las características que diferencias a la Edad Media del Renacimiento; es decir, que nos permite considerar dentro de un mismo periodo de la cultura de occidente a figuras aparentemente tan dispares como Francesco Petrarca, Giovanni Boccaccio, Bruni, Valla, Pico della Mirandola, Alberti, Nicolò Maquiavelo, Leonardo da Vinci, Michel de Montaigne y William Shakespeare.

El Renacimiento es la historia de la cultura y de la literatura en occidente que abarca, desde 1350 hasta los primeros años del siglo XVII. Los criterios de esta delimitación no son exclusivamente literarios, sino que es necesario tener en cuenta elementos históricos y sociales.

a. Espíritu capitalista:

El sistema feudal (institución política y militar en la que el Rey otorgaba tierras a unos pocos señores feudales, quienes protegían a los vasallos a cambio de un juramento de lealtad) comenzó a decaer, ya que al exterior de los muros de los feudos, hombres que habían venido de todas partes, hartos de la explotación feudal, formaron burgos o conglomerados de casas que fueron creciendo hasta convertirse en ciudades. En estos lugares, el comercio de fortaleció y apareció el ánimo de lucro. De modo que el trueque desapareció debido a que el hombre comenzó a producir mercancía con el ánimo de recibir mayores beneficios. El dinero reemplazó al trueque y los vasallos se dieron cuenta de que era mucho más rentable recibir sus pagos en metálico que en productos. Así mismo el señor feudal, vio sus terrenos desprotegidos y prefirió contratar tropas mejor entrenadas que los vasallos.

A partir de allí, los campesinos y aventureros comenzaron a reunirse en los denominados comune libres, es decir, pequeñas ciudades que adquirieron cierta autonomía política y económica en relación con el poder único ejercido por los señores feudales. Estos comune libres se comenzaron a organizar en los llamados gremios, o asociaciones de profesionales de una misma área con el fin de protegerse del poderío de sus competidores en otras ciudades. Para ser ciudadano, el individuo tenía que pertenecer a uno de los gremios.

Por otro lado, durante esta época, Italia tuvo un gran protagonismo en la producción literaria, artística e intelectual, lo cual se debe, entre otras cosas, antes que en otros países, las ciudades con mayor prosperidad económica del mundo occidental. En los siglos XIII y XIV hubo un incremento en el comercio entre las ciudades más importantes de Italia y en consecuencia los comerciantes se vieron obligados a mejorar la calidad de sus mercancías, con los cual se produce un interés por obtener cada día mayores ganancias que fue un valor primordial.

El burgués adquiere un papel importante por su creciente poder económico. Las relaciones sociales tenían una nueva forma que permitía una mayor movilidad entre las diferentes clases, de tal modo que ya no fue necesario haber nacido en una familia poderosa, pertenecer a una orden religiosa o ser heredero de un título nobiliario para poder desempeñar un papel significativo dentro de la sociedad.

Hacia mediado del siglo XIII se inició un cambio protagonizado por la clase social burguesa, compuesta por comerciantes, prestamistas y banqueros. Esta clase social utilizó los dos distintos gremios para obtener mayor poder político y aumentar su poder económico.

Esta variación permitió que el poeta y el artista ocuparan un nuevo lugar porque su trabajo ya no era recibido y valorado tan solo por los nobles sino que la burguesía fue el nuevo público para sus obras. Las ciudades se convirtieron en el nuevo espacio de creación de los artistas, escultores, arquitectos, y escritores, quienes ya no dependieron exclusivamente de los encargos realizados por las clases nobles.

b. La nueva concepción física del mundo:

A finales de la Edad Media se fundaron las primeras universidades, instituciones que recogieron y transmitieron el conocimiento que el hombre tenía del Universo. Sin embargo, las universidades no estaban destinadas únicamente a compilar y conservar el conocimiento: en ellas también se discutieron las ideas y se formularon nuevas explicaciones del mundo. En consecuencia, se gestó una nueva forma de concebir el mundo físico que rodeaba al hombre.

Más tarde, investigadores como Nicolás Copérnico, Harvey, Johannes Kepler y Galileo Galilei, fueron los encargados de sentar las bases de una concepción heliocéntrica, matemática y mecanicista del universo que puso en juicio la concepción geocéntrica defendida por tanto tiempo.

Por otra parte, los límites del mundo concebible se ampliaron en el siglo XV, tras el descubrimiento de la entonces llamadas islas Occidentales.

Tanto las nuevas teorías sobre el funcionamiento del universo como la ampliación de los límites de la tierra son dos hechos que deben comprenderse a la luz de una transformación especial: la concepción del lugar y función del hombre en el universo ya no era la misma de antes.

Las transformaciones se dieron gracias al interés de entender el mundo de una forma más completa. Esto trajo como consecuencia la necesidad de contar con herramientas más eficaces para conocer la realidad y difundir el conocimiento

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