Literatura Etapa 1 Integradora.

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Siempre te cuidare.

Mi infancia no fue nada fácil. Mis padres se separaron desde que estábamos pequeños. Podría describirse como uno de los peores momentos de mi vida. Recuerdo aquella noche de otoño, Alejandro y yo jugábamos con mama, pero ella no se veía normal, su hermosa sonrisa ya no se encontraba como siempre. Sabía que algo andaba mal, ella suele ser muy alegre y juguetona.  

-Mami, ¿te encuentras bien?- Pregunte, sacándola de sus abundantes pensamientos.

-Si cariño… Es mejor que vayan a dormir, su padre llegara pronto y no le gustaría que los viera despiertos a esta hora- Acepte con un movimiento de cabeza. Su voz se escuchaba algo quebrantada. Desde pequeña he sido muy observadora, sabía que algo estaba mal y que no quería involucrarnos.

Alejandro y yo subimos a nuestro cuarto sin preguntar nada. Compartíamos todo desde que éramos pequeños, siempre hemos sido muy unidos.

 No podía dormir, me preocupaba lo que pasaba. Después de unos minutos finalmente llego papa a la casa. Me angustiaba el comportamiento de mama. Por lo cual decidí buscarlo para contarle lo que pasaba y ver si me podía ayudar. Alejandro ya dormía, por lo cual, tuve que bajar sola, y agradezco que haya sido así, no me imagino el gran dolor que hubiera sentido al ver lo que pasaba.  Al llegar a mediación de las escaleras, empecé a escuchar susurros, casi como sonidos de vientos, me senté, para tratar de oír de que se trataba, sin embrago  los susurros fueron aumentando hasta convertirse en gritos. Era mama sin duda alguna. Sin pensarlo empecé a bajar las escaleras por completo, solo para ver la manera en cómo se gritaban el uno con el otro. Mama gritándole que como le pudo a ver hecho eso, y lo peor, haberla engañado con su mejor amiga llamada Bertha. Una de las peores cosas que puede ver una niña de 6 años, es como su familia se está destruyendo. Desde aquel momento sabía que todo había cambiado.

Alejandro y yo tuvimos que crecer desde muy pequeños para darle fuerzas a mama y salir adelante ante la situación.

Ahora estaba por empezar a estudiar la carrera de psicología, me había retrasado varios semestres, ya que no tenía suficiente dinero para poder pagarlo. Le pedí ayuda a mi padre, pero el no acepto, dijo que no podía pagar dos universidades al mismo tiempo, ya que también su hijo Alberto también está estudiando y no será lo suficiente. Sin embargo, Alejandro como buen hermano, me ayudo a pagar mis estudios  y estaba dispuesto a ayudarme en lo que pudiera.

Después de una larga semana de estudios, fuimos a visitar a mi madre que se encontraba en la antigua casa en la que vivíamos. Esa casa llena de recuerdos de todos los momentos que pasamos juntos.

-Sabes hija, siempre has sido muy madura ante las situaciones que te han todo enfrentar- Dijo mama mi entras soplaba su té caliente. –Estoy muy orgullosa de hasta donde han llegado- Refiriéndose a Alejandro y a mí –Han sabido apoyarse en los peores momentos y superar los obstáculos que se les presentan.

-Gracias mama, pero créeme que esto no lo habíamos logrado sin ti- Y era la verdad, desde que papa nos dejó, mi mama siempre nos ayudó, en todo lo que podía, fue madre y padre a la vez.  Cuando se divorciaron Alejandro estaba muy preocupado y no sabía lo que pasaba, sin embargo ella nos hizo la promesa de que nos cuidaría y que nada nos haría falta, de lo cual hasta el momento la ha cumplido.

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