Literatura

Abad Faciolince tiene la virtud de retratar la relación padre-hijo a través de detalles, cotidianos, domésticos, insignificantes quizás. Pero son esos datos los que nos permiten imaginarnos los grandes momentos que vivieron juntos padre e hijo detalles que nos muestran sentimientos e imágenes que el autor del libro nos describía ya que su padre era un personaje único para un niño que lo amaba con un cariño tierno y verdadero.

Habla por ejemplo de los besos grandes y sonoros que le daba su padre y que me permitieron imaginar cuanto amor se tenían ambos nos mostraba los constantes experimentos de injertos en rosas y otras plantas que hacía su padre no muestra cada uno de los momentos que pudieron vivir juntos y como este hombre desde su niñez idealizo a su padre un hombre que por principios a su ideología murió por razones políticas y sociales ya que en el mundo el mensaje que Héctor abad hijo nos muestra la historia vivida de su padre y como lo veía ante sus ojos de niño.

El olvido que seremos, cuyo título apunta a un verso de Jorge Luis Borges y cuyo poema completo fuera encontrado en uno de los bolsillos del padre después de ser asesinado este es un libro que nos muestra una memoria propia y ajena, escrita con la serenidad que nada más la distancia puede brindar, sobre todo cuando los hechos que motivaron su escritura son tan dolorosos. Veinte años le tomó al autor, desde la muerte del padre, el poder sentarse a escribir un libro emotivo pero jamás sentimentalón, fuerte pero nunca insultante ni lleno de amargura o afán de revancha. Como el mismo autor explica, su intención primordial al escribirlo era simplemente contar la historia, para que se supiera.

Es un recuento de lo vivido por

...