Literatura
Enviado por andreanaciff • 18 de Febrero de 2015 • 358 Palabras (2 Páginas) • 154 Visitas
Poema
Gabriela Mistral
Desolación
La-bru-maes-pe-sae-ter-na-pa-ra-queol-vi-de-dón-de
mehaa-rro-ja-do-la-mar-en-suo-la-de-sal-mue-ra.
La-tie-rraa-la-que-vi-ne-no-tie-ne-pri-ma-ve-ra:
tie-ne-su-no-che-lar-ga-que-cual-ma-dre-mees-con-de.
El viento hace a mi casa su ronda de sollozos
y de alarido, y quiebra, como un cristal, mi grito.
Y en la llanura blanca, de horizonte infinito,
miro morir intensos ocasos dolorosos.
¿A quién podrá llamar la que hasta aquí ha venido
si más lejos que ella sólo fueron los muertos?
¡Tan sólo ellos contemplan un mar callado y yerto
crecer entre sus brazos y los brazos queridos!
Los barcos cuyas velas blanquean en el puerto
vienen de tierras donde no están los que no son míos;
sus hombres de ojos claros no conocen mis ríos
y traen frutos pálidos, sin la luz de mis huertos.
Y la interrogación que sube a mi garganta
al mirarlos pasar, me desciende, vencida:
hablan extrañas lenguas y no la conmovida
lengua que en tierras de oro mi pobre madre canta.
Miro bajar la nieve como el polvo en la huesa;
miro crecer la niebla como el agonizante,
y por no enloquecer no encuentro los instantes,
porque la noche larga ahora tan solo empieza.
Miro el llano extasiado y recojo su duelo,
que viene para ver los paisajes mortales.
La nieve es el semblante que asoma a mis cristales:
¡siempre será su albura bajando de los cielos!
Siempre ella, silenciosa, como la gran mirada
de Dios sobre mí; siempre su azahar sobre mi casa;
siempre, como el destino que ni mengua ni pasa,
descenderá a cubrirme, terrible y extasiada.
Canción
Dios Nunca Muere
Pedro Infante
Muere el sol en los montes
Con la luz que agoniza
Pues la vida en su prisa
Nos conduce a morir
Pero no importa saber
Que voy a tener el mismo final
Porque me queda el consuelo
Que dios nunca morirá
Voy a dejar las cosas que amé
La tierra ideal que me vió nacer
Sé que después habré de gozar
La dicha y la paz
Que en dios hallaré
Sé que la vida empieza
En donde se piensa
Que la realidad termina
Sé que dios nunca muere
Y que se conmueve
Del que busca su beatitud
Sé que una nueva luz
Habrá de alcanzar nuestra soledad
Y que todo aquel que llega a morir
Empieza a vivir una eternidad
Muere el sol en los montes
Con la luz que agoniza
Pues la vida en su prisa
Nos conduce a morir
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