Los Fans De Fellini Se Reunieron En El Palais De Glace

Noventa personas asistieron al Kino Palais

Los fans de Federico Fellini se reunieron en el Palais de Glace

Se expuso el viernes la pelicula “Roma” en honor al director, tras veinte años de su muerte. La proyección fue interrumpida por un corte de luz.

Las puertas de la sala que presentaría “Roma”, una de las peliculas mas reocnocidas del director de cine italiano Federico Fellini, abrirían a las 18:30. Pero no necesitaron ser siquiera las 18 horas para que una generosa fila de personas se formara. Solo noventa podrían ingresar y por diversas razones, nadie quería quedar afuera.

“Yo vengo especialmente por Fellini. Para mi, que soy italiana, muestra Roma con una version especial, fellinesca. Muestra esos lugares recónditos que no ves cuando vas como turista. Fellini no vé las cosas naturalmente, muestra todas figuras simbolicas, una fantasia. En definitiva, vengo porque este tipo de cine no se hace más”, afirma Emilia Giandelucca de poco mas de 80 años, entusiasmada mientras detalla sus escenas preferidas de la película que asegura, vio ya reiteradas veces.

El promedio de edad no bajaba de 65 años pero aún así la espera sin asientos no resulto un problema ni para Emilia ni para muchos de los que esperaban hace ya casi media hora. Los temas de conversacion no variaban mucho. Fellini era sin duda el centro de atención. Algunos opinaban sobre las mejores peliculas del director. Otros comentaban las bases del surrealismo. Nadie se atrevia si quiera a abandonar la fila o el tema para apreciar la muestra “De la misma matriz una mirada retrospectiva” de Anahí Casares que los rodeaba iluminada sobre las blancas paredes del salón circular.

Sin duda el amor por Fellini se pasa entre generaciones. Angel Calma, hijo de italianos, reservaba en la fila lugar para su mujer mientras recordaba: “En esa epoca eramos jovenes nosotros pero nuestros padres no y como ellos, hoy lo puedo apreciar. Es importante porque, es una cosa que a lo mejor no la vas a poder ver mas. ¿Dónde conseguis una pelicula asi, del año 1950?”.

Pero no era necesario ser italiano para querer participar de este homeanje. En la fila, hombres y mujeres de distintos origenes sonreian como Mirta Fumagalli, de 70 años, ansiosos porque empezara el show. “Nosotras vamos al Instituto Italiano de Cultura y por eso venimos. Seguimos a los tanos y nos gusta Fellini”. Comentó Mirta acompañada de dos amigas.

La fila crecia y crecia. Cuando de pronto se abrieron las puertas y avanzó. Aunque faltaba media hora para que comenzara la pelicula nadie se detuvo a ver los dibujos de Fellini. En cambio se apresuraron a encontrar los mejores asientos en el centro del salon quedando libres los asientos de los extremos. “Es Fellini Marta, se va a llenar, apurate” se escuchaba decir a una mujer al telefono con una voz aguda.

Sentadas se observaban muchas parejas pero también tambien duos o trios de amigas. La clase social que asistía al evento no se veía determinado por la gratuidad ya que se notaba a todos vestidos muy elegantes. Los hombres de traje y entre las mujeres, collares de perla, tapados de piel, carteras de cuero y argollas doradas.

Rodeaban la sala contrastando con el blanco que predominaba en la sala de espera, unas cortinas negras apropiadas para la proyeccion. Los asientos lucían reconfortantes, colorados y de una brillante gamuza. El piso de parquet, tan clásico como el piano al costado de la pantalla. En la espera, algunos preguntaban por folletos con el programa mientras otros los miraban planeando su proxima pelicula. Se escuchaba gente hablando italiano y otros en cambio que en un tono alto preguntaban “¿cómo se dice oveja?” mientras en coro tres hombres atrás traducían amablemente.

Estaba en primera fila sentada una mujer muy particular que contrastando con los clasicos colores del resto de la audiencia, vestia un atuendo llamativo. Una camisa blanca con volados, un saco de lana rojo como sus labios, uñas y pelo. Era muy expresiva. Se mostraba inquieta y ansiosa

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