Los primeros auxilios
Enviado por miguel26284654 • 16 de Junio de 2014 • Ensayo • 2.633 Palabras (11 Páginas) • 241 Visitas
Los primeros auxilios son todas aquellas medidas o actuaciones que realiza el auxiliador, en el mismo lugar donde ha ocurrido el accidente y con material prácticamente improvisado, hasta la llegada de personal especializado. Los primeros auxilios no son tratamientos médicos. Son acciones de emergencia para reducir los efectos de las lesiones y estabilizar el estado del accidentado. Y esto último es lo que le concede la importancia a los primeros auxilios, de esta primera actuación va a depender en gran medida el estado general y posterior evolución del herido. Así mismo, son una obligación moral.
2) Orden de prioridades:
1º. PROTEGER, en primer lugar, a él mismo y después a la víctima. Podemos evitar nuevos accidentes, si señalizamos el lugar del accidente. SÓLO si hay peligro para el accidentado se le desplazará, manteniendo recto el eje cabeza-cuello-tronco.
2º. AVISAR, es decir dar el SOS, indicando: el número y estado aparente de los heridos, si existen factores que pueden agravar el accidente (caídas de postes eléctricos) y el lugar exacto dónde se ha producido el accidente. Saber que de la información que nosotros demos, va a depender tanto la cantidad como la calidad de medios humanos y materiales, que allí nos lleguen.
3º. SOCORRER. Esta es la finalidad principal de los primeros auxilios, pero para hacerlo correctamente previamente hace falta realizar la evaluación del herido.
Medidas generales para cualquier tipo de accidente:
- Primero: Estar tranquilo, pero actuar rápidamente. Con tranquilidad se da confianza a la víctima y a aquellos que se encuentren cerca. Los testigos suelen tener miedo, con frecuencia pánico o están sobreexcitados. El auxiliador ha de dar ejemplo mostrando su tranquilidad.
- Segundo: Hacer una composición de lugar.- Cuando se llega al lugar del accidente no se debe comenzar a actuar curando al primer herido que se encuentre. Pueden haber otros heridos más graves y que, por tanto, necesiten atenderse en primer lugar. Hacer, pues, un rápido examen del lugar. Debe intentarse saber si existen heridos ocultos. Hay que darse cuenta también de las posibles fuentes de peligros que aún existan: amenaza de derrumbamiento, ruptura de canalizaciones de gas o de agua, fuego, etc.
- Tercero: Mover al herido con gran precaución. Jamás se cambiará de sitio al accidentado antes de cerciorarse de su estado y haberle proporcionado los primeros cuidados. Además, un herido grave, no debe ser movilizado excepto por estas tres razones: 1) para poderle aplicar los primeros auxilios; 2) evitar el agravamiento de sus heridas; y 3) protegerle de un nuevo accidente.
- Cuarto: Examinar bien al herido.- Investigar si respira, si tiene pulso, si está consciente, si sangra, si tiene una fractura, si presenta quemaduras, si ha perdido el conocimiento. Estar bien seguros de no haber dejado escapar nada.
- Quinto: No hacer más que lo indispensable.- Si se intentan hacer demasiadas cosas, se retrasará el traslado de la víctima. El papel del auxiliador no es el de reemplazar a los servicios sanitarios, sino que se ha de limitar a proporcionar aquellas medidas estrictamente necesarias para un correcto transporte del herido.
- Sexto: Mantener al herido caliente.- Evitar, no obstante, un calor excesivo, manteniéndole a una agradable temperatura. Si hace frío, todo el cuerpo debe ser calentado; para ello lo mejor será envolverlo en una manta.
- Séptimo: No dar jamás de beber a una persona inconsciente.- En este estado no podrá tragar y existirá peligro de ahogarla al penetrar el líquido en las vías aéreas. Si la víctima conserva la consciencia y no presenta una herida profunda en el vientre, se le puede dar de beber, lentamente, y solo a pequeños sorbos. No darle alcohol, es preferible café o té caliente, sobre todo si hace frío.
- Octavo: Tranquilizar a la victima.- El accidentado tiene miedo. Hay que hablarle ya que está angustiado; el curso de su vida se ha visto truncado bruscamente y padece por los que le acompañan o por su familia. Hay que tranquilizarle, calmar sus temores y levantarle el ánimo. Hay que decirle que hay gente cerca que se ocupa de él, que los servicios de urgencias han sido avisados y que vendrán pronto. No se le debe dejar ver su herida.
- Noveno: No dejar nunca solo al accidentado.- El estado del mismo puede agravarse en un corto espacio de tiempo.
4)
Shock: el shock se presenta generalmente con heridas graves, o estados emocionales de depresión. Puede también presentarse después de una infección, dolor intenso, ataque cardíaco, postración por calor, envenenamiento por comidas o productos químicos, o quemaduras extensas.
El shock es una condición general del cuerpo provocada por algún tipo de falta de fluidos, tal como falta de sangre por algun tipo de hemorragia interna o falta de plasma, por quemaduras, o por muchos otros factores tales como puede ser la extrema experimentación de dolor o miedo. El shockeado puede sentirse débil, enfermo, con náuseas. Se puede poner pálido, tener palpitaciones respirar forzado, y quedar inconsciente
Si la respiración y el pulso cesa, empiece la tarea A-R-C de resucitación inmediatamente.
Si la respiración se hace dificultosa y vomita o el paciente se desmaya, póngalo en la posición de recuperación, manténgalo en esa posición y obsérvelo.
Revise el pulso y la respiración cada 10 minutos.
Convulsiones: pueden ser leves y causar síntomas mínimos o pueden ser severas y causar pérdida del conocimiento, así como una contracción súbita y violenta, seguida de relajación de los músculos, causadas comúnmente por una actividad eléctrica espontánea del cerebro.
Algunas causas pueden ser: epilepsia, alcoholismo, enfermedades cerebrales, asfixia, fiebre, abuso de drogas, envenenamiento, picaduras venenosas, enfermedades cardíacas, etc.
Cuando ocurre una convulsión, la mejor estrategia es evitar que la víctima se lesione, protegiéndola de una caída y acostándola en el suelo en un área segura. Se deben retirar los muebles u otros objetos cortantes del área alrededor de la víctima. Sin interferir con los movimientos de la persona que sufre el ataque, se deben aflojarle las prendas de vestir ajustadas, sobre todo las que están alrededor del cuello. Si la víctima vomita, hay que tratar de voltearle la cabeza para que el vómito salga y no sea aspirado hacia los pulmones o las vías respiratorias. Después de una convulsión, la mayoría de las víctimas caen en un sueño profundo, lo cual no debe evitarse. Es posible que la víctima se encuentre desorientada por algún tiempo luego de que despierte. Se debe permanecer al lado de la víctima hasta que se recupere o hasta que llegue asistencia médica profesional, manteniendo sus signos
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