MI TÍA LU
Enviado por LexaRoda • 6 de Febrero de 2019 • Reseña • 1.280 Palabras (6 Páginas) • 581 Visitas
Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec
Preparatoria: “Química Marina Sentías Lavalle”
Lenguaje e Investigación
“Reseña”
Profesora: Verónica Alejandra Apam Torres
Alumna: Lexa Stefania Rodríguez Aguilar
2° D #36
Mi tía Lú.
Araceli, una pequeña de 14 años, la protagonista de la historia, nos narra las vivencias que tiene en la casa de su tía Lú, una señora un tanto loca, que se dedicaba a pintar cuadros de paisajes, atardeceres entre otros, una señora un poco traumada por el abandono de su esposo, quien en una tarde le dice que irá a comprar un ramo de flores, y 3 años después aun no regresa de ir por el simple ramo de flores, se fue con lo que llevaba puesto y con el dinero de sus ahorros. A la pequeña Araceli no le queda otra, más que pasar sus vacaciones en Tuxpan, Veracruz. Debido a la situación económica por la que está pasando su familia y la enfermedad de su hermano menor Toñito; sus padres toman una decisión, la decisión de mandarla con la tía loca, la tía Lú, para mandarla un tanto lejos. Ella pasa alrededor de 3 meses a lado de su tía, lo que la tiene un poco estresada, frustrada y alocada, ya que la tía Lú odia los televisores, lo cual a Araceli le aburrida bastante de tan solo pensar en la idea, pero lo que no esperaba eran esos días pudieran estar llenos de la emoción.
Araceli viaja en un autobús a casa de su tía Lú, por lo cual va pensando, en su hermanito, en ¿por qué sus padres la mandarían con su tía? Al llegar a Tuxpan, la tía Lú ya la espera con ansias en su carro un carro lindo a la vista, pero no al escucharlo andar, esa carcacha en la cual llegarían a la casa, donde le presentarían a Nana Te, una señora no muy grande, quizá si un poco más que la tía Lú, una bruja, la mano derecha de la tía Lú. Aquella señora, se enseñó un par de cosas a Araceli, como ver los sueños atreves de las almohadas de las personas.
El día que Araceli llego a la casa de la tía Lú, era lunes, lunes de su hermoso día de jugar domino, platicar un rato con los amigos, distraerse, un tiempo para ellas, nadar y reírse toda la tarde.
La tía Lú lleva a su pequeña sobrina a “comprar pescado fresco” con sus amigos los “marineros”, ese día llamaron a la tía Lú por su nombre completo o como la mayoría de la gente la conocía, como la señora extravagante, ¿Por qué la señora extravagante?, por lo loca que decían que había quedado después de la desaparición de su marido. En esa tarde Araceli comenzó a recordar muchas cosas en ese bello lugar, a lado de su papá, o a lado de su mamá, muchas cosas bonitas.
Pasado un poco de tiempo la tía Lú inscribe a la pequeña Araceli a unas clases de danza donde ella conoce a muchos chicos y chicas de su edad.
Un día inesperado, la tía Lú le tiene un pequeño regalo, en la mesa de la cocina, le ha puesto la mayor parte de sus fotografías, en la cuales, se ven sus papas jóvenes, ella joven, su primo Ulises de pequeño y una pequeña niña… ¿una pequeña niña?, ¿Quién es?, la tía responde que es su pequeña, a la cual perdieron a causa de una fuerte pulmonía, la cual no fue atendida a tiempo, a causa de un huracán en 1977.
Días después regalaron un televisor a un asilo, la tía Lú decía que ese maldito aparato solo los dejaría más tarados de lo que ya era la humanidad. Araceli desde ese momento comenzó a ver las cosas desde un punto de vista diferente, a disfrutar un más las pequeñas cosas que nos da la vida, que en cualquier momento todo se acaba de la nada, todos morimos, todos nos vamos.
Fue una experiencia insólita. Araceli y su tía Lourdes en el interior del cine y, al encenderse la luz se dieron cuenta que eran las únicas locas, las únicas personas en la sala de proyección. Había sido una película de marcianos, de esas en las que los alienígenas llegan a enseñarnos las grandes verdades del Universo. La lluvia, mientras tanto, había retornado. La lluvia que a ratos se convertía en inclemente aguacero y la taquillera que, a la salía, les explico lo del huracán.
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