Manipulación De La Tv

HE AQUÍ LA HISTORIA DEL HOMBRE DE HOY EN DÍA.

Se encontraba una vez Camilo en un mundo tranquilo y sano, libre de cualquier perturbación desarrollando sus quehaceres diarios, era por aquellos días en donde la felicidad triunfaba y Camilo aprovechaba su tiempo desarrollando habilidades, tocaba su flauta y hacia resonar una hermosa melodía, sus seguidores estaban perplejos a tan maravillosa obra del hombre, se juntaban todos en grupo, encantados de absorber el arte y gozar del talento de Camilo. Escuchando su música todos le alababan.

Y aquí es donde aparece en la historia nuestro villano, el devorador de mentes, categorizado como el más peligroso y desperdiciador de tiempo, con los súper poderes de hipnotizar los ojos de las personas y extraer sus cerebros, es el mismísimo demonio disfrazado de una caja negra haciéndose llamar “la televisión”.

Este demonio llegaba de las lejanías, rechazado por las personas sabias que no les daban su atención, venia en busca de un amo que lo acogiera y del cual pudiera aprovecharse y de este modo quiso probar a Camilo, mientras el interpretaba y saboreaba su dulce melodía, se fue acercando en puntitas y poco a poco llegó a él.

-Mírame Camilo, aquí encontraras entretenimiento, podrás ver tus caricaturas y programas preferidos todo el tiempo, no tendrás que salir a jugar con tus amigos, ni hacer tus aburridas tareas, no tocaras más tu flauta porque en mi encontraras toda la diversión que deseas, obsérvame, mírame, disfrútame…

Camilo no le había visto, a primera instancia el demonio había perdido la batalla, el siguió tocando su flau… ¿Camilo? Camilo… ¿Qué haces? ¡Espera, Camilo! ¡Qué haces¡ no lo hagas... Asshhh ya que.

Camilo fue una víctima más, el demonio se apropió de él, logró atraerlo y seducirlo, quedó dominado por la caja negra y envuelto en su hechizo, ahora sí lo perdimos, había sido engañado e hipnotizado y lastimosamente Camilo era muy inocente para saberlo dominar, no logró darle un buen uso y ponerle las riendas firmes a esta pequeña pero gran adicción.

Sus ojos se tornaron cuadrados, su mirada no parpadeaba, estaba tomando un aspecto delgado, pálido, estupefacto, y más rápido de lo pensado se había convertido en su esclavo, entregó su vida y lo más valioso de todo que nunca jamás podrá recuperar, su tiempo.

Pasó de ser alabado por sus seguidores, a ser un seguidor que halagaba al canalla, desaprovechó su talento para ser una oveja negra más del montón.

Pero este demonio logró ser derrotado por un estudiante, por un Camilo opuesto al de este relato, quien escribió una historia y pasó a ser un héroe, enseñando que al demonio hay que domarlo y oprimirlo bajo nuestro dominio, dándole un buen uso y extrayéndole lo importante, pues cada uno de nosotros es dueño de su vida, su tiempo y creador de su futuro.

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