Martes en la Noche
Enviado por sebsj123 • 13 de Febrero de 2017 • Síntesis • 883 Palabras (4 Páginas) • 288 Visitas
Era martes en la noche y ahí estaba yo. Mirando desafiante a la pantalla de mi computador al tiempo que abría una lata de cerveza. Ansioso de que la inspiración me llegara para poder empezar a escribir el cuento de Jules y salir de una vez por todas de aquel embrollo. Al poco tiempo me harté de esperar y decidí parafrasear uno de mis libros favoritos. Y transcribí…
“A un cuarto de la mitad del camino de la vida, me encontraba en una desolada y oscura calle porque para bien o para mal me había alejado del recto y homogéneo camino a la felicidad…”
No era un mal inicio supuse. Era tan pretencioso que hasta pareciera que Jules realmente lo había escrito. Llené toda la primera página con cursilerías de ese estilo. El resto lo podría hacer como me saliera de los huevos (Jules repite curso y tiene literatura con Bushman)
Cuando tomé su clase el año pasado me dio la impresión de que el viejo Bushman no leía los trabajos que entregábamos y se inventaba la nota. Tenía toda la razón, en una de las páginas del trabajo final puse la letra de “like a virgin” de Madonna y saqué un 8.
No me gusta prostituirme escribiendo por encargo, y menos para alguien como Jules, no lo odiaba ni nada por el estilo, ¡pero vaya que me parecía snob! Total, que estaba forrado, y la composición nunca se le había dado bien. Las cosas que hacemos por dinero, en serio…
Por ese entonces mis padres se habían ido de vacaciones por un mes a Aruba así que tenía la casa para mí solo, y un montón de dinero. Cursaba el último año y solo me faltaban 2 semanas para graduarme. Iba pasando todo, menos castellano, Huberman tenía razones de sobra para odiarme a muerte, a pesar de nunca hacer sus tareas ni participar en clase siempre me las arreglaba para pasar raspando su materia, con una nota perfecta en el examen semestral. Sin embargo, en el último semestre no hay evaluaciones, hay proyectos, así que me vi forzado a cambiar de estrategia.
El proyecto de Hubberman consistía básicamente en escribir un relato salido del corazón, que recogiera la esencia de nuestra juventud que conmoviera al mundo, y brillara, convirtiendo la mierda en chocolate y la cocaína en harina y chorradas similares.
Francamente su clase era basura, y me apuesto lo que sea a que hasta él mismo lo sabía y eso me enfurecía aún más; tenía esos claros y arrugados ojos porcinos que incomodan a la gente, y a juzgar por la constante expresión de huelemierda que llevaba todo el rato, no hacía el menor esfuerzo por ocultar su frustración.
A esas alturas toda la clase se sabía de memoria la “trágica” historia de cómo termino como profesor de secundaria después de lo que parecía ser -según el - un “brillante futuro” como escritor cuando una editorial de poca monta publicó, su “sublime e impecable” colección de cuentos hace ya unas tres o cuatro décadas.
Pues miren que de sublime e impecable no tenía nada, recuerdo que en marzo me tome la molestia de robar uno de los muchos ejemplares que tiene en su escritorio. Dudo mucho que haya notado su ausencia, ya que su oficina estaba abarrotada de ellos.
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