Medio Ambiente
Enviado por Altemira • 3 de Abril de 2013 • 4.169 Palabras (17 Páginas) • 315 Visitas
El cambio climático es un problema que los agricultores ya están enfrentando en la actualidad. Este fenómeno se está agravando desde hace varios años y si no actuamos con más decisión y seriedad, pues las consecuencias serán fatales y continuarán por mucho tiempo.
El sector más vulnerable frente al cambio climático es la agricultura. El campo sufre el feroz ataque de los cambios bruscos del clima y la escasez de agua. Por eso es importante buscar alternativas viables para adaptarse.
Pero antes de conocer los problemas de las comunidades campesinas ante el cambio climático, conozcamos más sobre este fenómeno. ¿Qué es el Cambio Climático?
El cambio climático es el incremento de la temperatura promedio de nuestro planeta. Esto provoca que en algunas zonas se sienta un calor más fuerte que antes, mientras que en otras zonas el frío se siente más intensamente.
Las comunidades campesinas tienen varios problemas. Entre las consecuencias que viven ante el cambio climático podemos identificar el problema con el agua.
Otro de los problemas que trae consigo el cambio climático son los cultivos dañados, a consecuencia de las intensas lluvias. En el caso de las heladas se han incrementado generando mortandad ganadera. Y las heladas traen consigo enfermedades respiratorias en especial en los niños.
Entre las actividades que los pobladores están optando frente al cambio climático corresponden a la cosecha de agua, que es el recoger agua de las lluvias para sus cultivos y animales.
Todo es válido para adaptarse a este fenómeno que cada año afecta a las comunidades campesinas. Las autoridades y las mujeres y hombres del campo deben tomar conciencia que es urgente tomar acciones frente al Cambio Climático.
Hemos visto ya de que se trata el efecto invernadero y cuáles son las consecuencias directas de un proceso natural que es contaminado por el hombre.
En esta oportunidad comentaremos cuales son los gases específicos que se encuentran y forman parte de este proceso para saber más detalladamente la presencia y las funciones de cada uno de ellos.
Esencialmente muchos de estos gases se encuentran por acción natural en la atmósfera terrestre, por lo que no son dañinos, aún así la mano del hombre hace que la concentración de dichos gases sea incrementada provocando desajustes en los niveles químicos y volviéndolos peligrosos.
El efecto invernadero contiene en un primer lugar grandes cantidades de vapor de agua, seguido a éste, el dióxido de carbono cumple otro rol fundamental siendo incluso de mayor cantidad que el metano, óxidos de nitrógeno, ozono y por último los gases artificiales (creados por la industria y la mano del hombre) como lo son los clorofluorocarburos.
Se denomina efecto invernadero al fenómeno por el cual determinados gases, que son componentes de la atmósfera planetaria, retienen parte de la energía que el suelo emite por haber sido calentado por la radiación solar. Afecta a todos los cuerpos planetarios dotados de atmósfera. De acuerdo con la mayoría de la comunidad científica, el efecto invernadero se está viendo acentuado en la Tierra por la emisión de ciertos gases, como el dióxido de carbono y el metano, debido a la actividad humana.
Este fenómeno evita que la energía solar recibida constantemente por la Tierra vuelva inmediatamente al espacio, produciendo a escala mundial un efecto similar al observado en un invernadero.
Es el proceso por el que ciertos gases de la atmósfera retienen gran parte de la radiación infrarroja emitida por la Tierra y la reemiten de nuevo a la superficie terrestre calentando la misma. Estos gases han estado presentes en la atmósfera en cantidades muy reducidas durante la mayor parte de la historia de la Tierra.
Aunque la atmósfera seca está compuesta prácticamente por nitrógeno (78,1%), oxígeno (20,9%) y argón (0,93%), son gases muy minoritarios en su composición como el dióxido de carbono (0,035%: 350 ppm), el ozono y otros los que desarrollan esta actividad radiativa. Además, la atmósfera contiene vapor de agua (1%: 10.000 ppm) que también es un gas radiativamente activo, siendo con diferencia el gas natural invernadero más importante. El dióxido de carbono ocupa el segundo lugar en importancia.
El efecto invernadero es esencial para la vida del planeta: sin CO2 ni vapor de agua (sin el efecto invernadero) la temperatura media de la Tierra sería unos 33 °C menos, del orden de 18 °C bajo cero, lo que haría inviable la vida.
Actualmente el CO2 presente en la atmósfera está creciendo de modo no natural por las actividades humanas, principalmente por la combustión de carbón, petróleo y gas natural que está liberando el carbono almacenado en estos combustibles fósiles y la deforestación de la selva pluvial que libera el carbono almacenado en los árboles. Por tanto es preciso diferenciar entre el efecto invernadero natural del originado por las actividades de los hombres (o antropogénico).
La población se ha multiplicado y la tecnología ha alcanzado una enorme y sofisticada producción de forma que se está presionando muchas partes del medio ambiente terrestre siendo la Atmósfera la zona más vulnerable de todas por su delgadez. Dado el reducido espesor atmosférico la alteración de algunos componentes moleculares básicos que también se encuentran en pequeña proporción supone un cambio significativo. En concreto, la variación de la concentración de CO2, el más importante de los gases invernadero de la atmósfera. Ya se ha explicado el papel básico que estos gases tienen como reguladores de la temperatura del Planeta.
Los gases invernadero permanecen activos en la atmósfera mucho tiempo, por eso se les denomina de larga permanencia. Eso significa que los gases que se emiten hoy permanecerán durante muchas generaciones produciendo el efecto invernadero. Así del CO2 emitido a la atmósfera: sobre el 50% tardará 30 años en desaparecer, un 30% permanecerá varios siglos y el 20% restante durará varios millares de años.
La concentración de CO2 atmosférico se ha incrementado desde la época preindustrial (año 1.750) desde un valor de 280 ppm a 379 ppm en 2005. Se estima que 2/3 de las emisiones procedían de la quema de combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) mientras un 1/3 procede del cambio en la utilización del suelo (Incluida la deforestación). Del total emitido solo el 45% permanece en la atmósfera, sobre el 30% es absorbido por los océanos y el restante 25% pasa a la biosfera terrestre. Por tanto no solo la atmósfera está aumentando
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