Michel de Montaigne
Enviado por mpaulinatc • 25 de Octubre de 2023 • Ensayo • 1.138 Palabras (5 Páginas) • 133 Visitas
Montaigne
María Paulina Trujillo Calle
En la construcción e investigación de este ensayo, surgieron altos y bajos con respecto a cuál sería concretamente la pregunta que deseaba responder; pensar un poco en la complejidad de las situaciones actuales (la crisis sanitaria mundial, el encierro y el aislamiento social) proporcionaba un espacio en la mente que llevaba a reconocer en Michel de Montaigne un alivio para las ideas, una fuente para la exploración y el auto-conocimiento. Así que, pensar en una pregunta concreta y estructurada sobre cómo fue la influencia de Montaigne en Shakespeare, o cómo se desarrolla la poética de sus Ensayos, este ensayo se tomará la libertad (o el atrevimiento), siguiendo el ejemplo de Stefan Zweig, de escribir su propio Montaigne, siguiendo un poco la estructura subjetivista y de diálogo que el autor que nos convoca usaba en su escritura.
I
Al igual que a Zweig, Montaigne se presentó en una edad temprana en la que se creía contar con una libertad de pensamiento pero con una completa falta de experiencia. En esa falta de experiencia se podía llegar a reconocer este tipo de escritura en un autor previo, en Séneca, pero al adentrarse más en el palacio de Montaigne comienza a crearse una conciencia Aristotélica, con respecto la magnitud de su mensaje, un mensaje que no era, precisamente para la educación moral de la polis, sino más bien para sí mismo; y es a partir de Aristóteles que se plantan los diálogos de Montaigne, que son primeramente para sí mismo, y luego para reconocerse en el otro. Es esa, una de las razones por las cuales Montaigne es un autor vigente y amigable con su lector, porque permite el cuestionamiento de la existencia, y por consiguiente de la libertad, a través del otro.
En este punto es necesario pensar un poco en el presente, un presente que nos obliga a estar distanciado del otro, pero que a su vez no llega a ser distinto de los aislamientos que se vivieron en el Barroco de Montaigne, y no por cuestiones físicas, sino por las distintas corrientes ideológicas que rayaban en extremos de barbarie. Montaigne se levanta en una época que se goza de la miseria del otro, para cuestionar con valentía la posición que se asume frente al otro y como esta posición lleva al autoconocimiento, y éste a la libertad.
“Los clásicos son la otra cara del presente” dice Zweig, en su Montaigne, palabras que no son ajenas a su realidad, ni a la nuestra, pues él vuelve a los modelos clásicos de pensamiento e introspección, donde trata de crear un mensaje, no para las masas, sino para salvaguardar su propia libertad en un siglo de “locura colectiva” y “delirio teológico” , esta realidad de Montaigne se ve reflejada en este siglo XXI, en el que estamos regidos por ideologías consumistas, en la que estamos tan apartados de nuestros propios pensamientos por estar tan eclipsados por prejuicios masificados.
“...a pesar de la turbia y emponzoñada espuma de la agitación de la época, y pocos han logrado salvar de su tiempo, para todos los tiempos, su yo más íntimo.”
Zweig se refiere a Montaigne, como un maestro, un amigo y un contemporáneo, en el que es posible encontrar la fortaleza de pensamiento para sobrellevar las distintas calamidades que la humanidad ha provocado a lo largo de estos últimos siglos, y eso mismo pasa con este ensayo, es en Montaigne donde se puede encontrar un rayo de esperanza para una aurora mejor, donde se puede reconocer al otro a través de uno mismo, y entender uno de los mayores bienes que se puede tener en una situación de crisis: la empatía.
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