Neologismos O Burradas
Enviado por Rolecatre • 27 de Mayo de 2014 • 505 Palabras (3 Páginas) • 372 Visitas
Al acto de soltar burradas orales indiscriminadamente, como si se tratara de los eructos de un aerofágico, se le denomina de una manera agraciada y estética: el arte del neologismo o surrealismo semántico. Se trata, sin muchas vueltas, del mal uso de las palabras o de la fabricación de nuevas palabras, a lo Frankenstein.
Es considerable escucharles o leerles errores gramaticales a personas que fueron privadas de educación- hasta ciertos términos-, pero ¿Qué excusa pueden tener aquellos que a pesar de tener la dicha de la educación formal y gratuita, arremeten estocadas mortíferas y manotazos mata-bichos en contra de la lengua? Posiblemente las respuestas a esta pregunta sean vaguedades o argumentos con nivel de viscosidad cero.
¨Yo estoy libre del nepotismo, así que escribo y hablo como se me da la gana ¨
Esta es una posible respuesta de los anarquistas de la lengua, aseverando que ‘’su lengua es suya’’ y por ende, habla como se le da la gana. Les recuerdo que han pasado, mínimo quince años estudiando al verdadero arte de escribir y hablar bien. Es como pedirle a alguien, que ha pasado 15 años caminando, que señale sus pies y por una ignorancia disfrazada de anarquismo, señale sus ojos.
También están los que devalúan el valor del correcto uso de la lengua como si se tratase de una actividad extraacadémica.
¨No sé escribir, pero te puedo poner las huellas genitales¨
Este caso cuenta sobre los desinteresados lingüísticos, que optan por suplir la lengua oral o escrita, ya que les vale madre, usando alternativas incorrectas o un infralenguaje, es decir de esos que cuando hablan, obligatoriamente tienen que hacer una puesta en escena pantomímica y circense, debido a que los gestos se le dan más fácil o por defecto es lo único que se les da, en comparación al uso común de las palabras.
¨Yo no soy troglodita, yo hablo un solo idioma y a duras penas¨
Se presenta la excusa de que para hablar bien, es necesario ser un profesional, lo cual cae en el error absoluto. Antes se necesitaba ser un profesional en informáticas y ciencias para poder controlar un computador y ahora un gran tajo de la población posee un cómodo equipo de computación en sus hogares. Antes- en cierta forma- y ahora todo el mundo habla y escribe.
Se podría decir que estamos en pleno subdesarrollo lingüístico, con jinetes montados sobre burros, soltando cualquier cantidad de híbridos y fenómenos de la lengua oral y escrita. Es detestable, pero el desinterés por la buena expresión, sube a pique con la cifra de mortandad, hambruna o sobrepoblación. Los educadores y otras entes se lavan las manos, entonces ¿En manos de quién está la solución de dicho problema? En mi opinión, la persona que debe hacerse responsable, es aquella que vemos en el espejo. No pretendo que cometan obras faranóicas para el remedio, el simple hecho de leer el periódico
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