No Sin Mi Hija

NO SIN MI HIJA

Betty Mahmoody es escritora estadounidense y conferencista conocida por su libro, “No sin mi hija”, del que se hizo posteriormente una película homónima. Es la presidente y cofundadora de One World: For Children, una organización que promueve el entendimiento entre culturas y se esfuerza por ofrecer seguridad y protección a los niños de matrimonios bi-culturales.

En su libro nos cuenta sus experiencias vividas entre 1984 y 1986, donde fue privada de su libertad, cuando viajó a Irán junto con su marido y su hija en un supuesto viaje de visita donde es juzgada por su religión y lugar de procedencia y es forzada a quedarse contra su voluntad y tiene la opción de poder regresar a Estados Unidos, pero su hija no, esto hace que se quede con su hija por 18 largos meses mientras planea, junto con amistades que va forjando durante el tiempo que estuvo allí, como poder huir de Irán con su hija, y regresar a su país.

Betty junto con su esposo iraní Sayeed y su hija Mahtob decidieron viajar a Irán para visitar a la familia de Sayeed. Ya estando allí le dice que a Betty que se tienen que quedar de por vida para que su hija aprendieran el islam, ella le decía que quería regresar, pero él se negó y se volvió agresivo con ella. Betty quería huir a toda costa, intentó hablar a la embajada y con su familia pero no lo consiguió y tuvo que ir a escondidas a la embajada Sueca pero no pudieron hacer nada, ya que si decidía irse, su hija tendría que quedarse con su padre. No se dio por vencida y siguió ideando maneras de poder huir con su hija de Irán, ya que en ese país se encontraba una guerra que estaba cobrando mayor relevancia y perjudicaba a toda la población pues había bombardeos y reclutaban a niños para llevarlos a la guerra, debían huir. Cada vez que Betty estaba más tiempo en Irán, poseía mayor confianza de parte de su esposo. Al ir en busca de un teléfono, Betty encontró a la persona que le iba a ayudar en su travesía, un dueño de una tienda de trajes se ofreció a contactarla con una persona que podía sacarla del país, su protector.

Una noche, mientras todos dormían, Betty y su hija se encontraron con su protector, punto de partida de un periplo de 800 kilómetros que hicieron en auto, a pie y a caballo por montañas heladas. Así, sin documentos, y tras dormir hasta en graneros, ambas llegaron a Turquía, desde donde regresaron a Estados Unidos.

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