No existe la "personalidad violenta"
Enviado por chupavaginasxdd • 14 de Octubre de 2013 • 3.050 Palabras (13 Páginas) • 341 Visitas
dggggh1. INTRODUCCIÓN
No existe la "personalidad violenta", como entidad "aislada" en ningún manual de clasificación de enfermedades mentales, si bien es verdad que la "violencia" como efecto y/o causa de daños físicos y psíquicos en las personas, es un fenómeno que nos intriga de una forma progresiva a prácticamente todas las disciplinas científicas de nuestro ámbito cultural.
No pocas veces se nos pregunta a los psicólogos cual es el "perfil psicológico" de un determinado tipo de agresor, sexual, doméstico, homicida, por poner ejemplos corrientes dentro del ámbito forense, y pocas veces podremos contestar de una forma unívoca, pues la violencia en sí es un fenómeno multidimensional y admite escasas generalizaciones.
Si lo que se sabe de las víctimas de la violencia es muy poco y no se encuentran estudios sistemáticos hasta los años 70, el interés científico por los perpetradores de todo tipo de violencia sí ha sido un hecho investigado en sus diferentes vertientes: biológica, sociológica, antropológica, histórica, etc; fundamentalmente a partir de la Segunda Guerra mundial.
La primera premisa de la tendremos que partir es que desde la Psicología Clínica no existen "personalidades violentas", lo mismo que no podemos argumentar la existencia de "personalidades no violentas". En la realidad de nuestro conocimiento nos conformaremos con hablar de "conductas violentas", con independencia de que la aparición de la violencia sea más probable en personalidades con unos determinados rasgos y/o patologías concretas que veremos más adelante.
El segundo concepto que debemos tener claro es que lo que cada cultura define como "violencia" es variable, por tanto también el concepto de lo que consideramos "personalidad violenta" variará.
Así ateniéndonos por ejemplo a nuestro concepto de agresión sexual citado por Redondo, S, (1994), pág.96, " Sanday efectuó un análisis transcultural de la violación en 156 sociedades distintas, encontrando que en casi la mitad de ellas la violación estaba permitida, no era delito .." Similares ejemplos encontramos en nuestra propia cultura donde a la par que se denuncia la violencia doméstica en forma ascendente, estudios sobre parejas maltratadoras, según Gortner Eric T., Gollan Jackie K ,y Jacobson Neil S .(1997) , muestran que en un 50 a un 60 % de casos donde aparece maltrato físico no se informa de insatisfacción conyugal, es decir, hay parejas que a pesar de cumplir criterios de violencia doméstica dentro de su propia cultura se encuentran "adaptadas" a esa situación.
Igualmente dentro de familias particularmente violentas enviadas a evaluación psicológica por los tribunales españoles, se observa un estilo generalizado de comunicación agresiva entre unos miembros y otros sin que los miembros del sistema perciban esta conducta como "anómala" ni sean capaces de asignar a su estilo de relación la etiqueta de "violenta".
Evidentemente son estas familias las que van a desarrollar con mayor frecuencia una patología social, pues al generalizar su estilo de relación con el medio, es muy posible que entren en conflicto con él.
2. DEFINICIÓN DE LA AGRESIÓN HUMANA
La violencia es una conducta que en la especie humana se manifiesta en dos formas: violencia afectiva y violencia predadora. Calcedo, A., Molina V., y Arango C. nos explican,(1994) pág.246: "Esta división puede ser epistemológicamente de valor en humanos, ya que la agresión predatoria es cuando menos similar a la planificada (en crímenes organizados), mientras que la afectiva es más semejante a los accesos incontrolados de cólera."
La violencia afectiva y la predadora tienen que poseer algún tipo de ventaja adaptativa, de otra forma se hubieran extinguido a lo largo de la evolución filogenética. Mackal, P.Karl (1983), señaló cinco teorías sobre el origen de la agresión humana: la teoría clásica del dolor, hipótesis de frustración-agresión, sociología de la agresión, la agresión como catarsis y la etología de la agresión, a la par que proponía una teoría "bioquímica" de la agresión.
Desde un punto de vista estrictamente psicológico, el decaer del esquema determinista estímulo-respuesta, nos ha llevado a planteamientos donde entre el estímulo y la respuesta pocos se atreverán a no admitir la existencia de un sujeto humano con su particular carga biológica, sociológica, etológica, de aprendizaje social etc..
Actualmente se admite la teoría del Neoasociacionismo Cognitivo, debida a Berkowit(1993), como la mejor integración de los conocimientos parciales que se tienen sobre agresión humana afectiva.
Así, según Russell G. Geen (1998), pág.4: "Berkowitz dice que el afecto negativo provoca estados emocionales o cognitivos y pautas motoras asociadas a él en un camino direccional. Parece una buena teoría porque puede explicar algunos fenómenos atribuidos a la teoría de la frustración."
En términos generales la teoría de Berkowitz contempla los aspectos genéticos y biológicos de la persona, el condicionamiento previo o aprendizaje social y el reconocimiento de aspectos de la situación que llevan a la facilitación o la inhibición de la agresión.
Sea cual sea la orientación desde que miremos la agresividad humana, la afectiva será aquella que surge de la alarma física subsecuente a un peligro percibido, anticipado o evocado y que provoca una excitación nerviosa de tipo defensivo. Esta excitación da lugar en contextos normales a una descarga inmediata en forma de ataque hacia el estímulo provocador, de huída, o parálisis defensiva. En circunstancias adversas, cuando la alarma se generaliza crónicamente sin una descarga subsecuente, da lugar a las patologías asociadas al stress, fundamentalmente trastornos de ansiedad. En circustancias patológicas, cuando la alarma se produce en relación a peligros irreales se produce la agresión psicótica, inapropiada pero siempre motivada dentro de una lógica delirante. Por último hablaremos, dentro de agresión afectiva de la autoagresión. Es la agresividad humana vuelta contra el propio organismo. Aquí podemos encontrar motivaciones psiconeuróticas, psicóticas o normales (enfermo terminal que en pleno uso de sus facultades decide poner fin a su vida); igual que la heteroagresión, admite gradaciones diversas, desde las heridas leves al suicidio consumado.
Es en la motivación donde establecemos la división agresión afectiva/predatoria. La agresividad predatoria es aquella cuya motivación no obedece a parámetros defensivos del organismo sino que es ejercida por ciertos individuos y grupos con el objetivo de saciar otro tipo de necesidades
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