Nomofobia
Enviado por • 9 de Diciembre de 2014 • 4.678 Palabras (19 Páginas) • 435 Visitas
1. ¿Qué es la nomofobia?
La nomofobia consiste en el miedo irracional a no llevar el teléfono móvil encima. El nombre de esta patología proviene del concepto en inglés 'no mobile', es decir, sin móvil.
2. 2 ¿A quién le afecta?
La nomofobia afecta al 53% de los usuarios de teléfonos móviles.
Esta patología afecta más al sector masculino que al femenino; 58% frente a un 48% de las mujeres.
Quienes poseen un smartphone son más propensos a padecer la nomofobia.
3. 3 ¿Cuándo se produce?
La nomofobia puede manifestarse en las siguientes situaciones:
- No tener el móvil encima
- Olvidarlo en casa
- Quedarse sin batería
- Estar en una zona sin cobertura
4. 4 Los síntomas.
Los principales síntomas son la agresividad, la dificultad para concentrarse y la inestabilidad emocional. Pero "la gravedad de los síntomas dependerá del grado de dependencia que tenga el afectado con su entorno", apunta Sebastián Mera, psicólogo de gabinete-psicológico.net.
Si conoces a alguien que en las reuniones con amigos, en la universidad, el trabajo, en casa, hasta en el baño, habla por el móvil o envía mensajes a través de él; mira la pantalla cada dos minutos aunque no espere ninguna llamada; puede olvidar todo menos su teléfono; y sufre estrés en lugares en donde no se permite el uso del móvil, como cines, aviones, iglesias... seguramente se trate de un nomofóbico.
5. 5 El tratamiento.
Según explica Mera, "el tratamiento dependerá del autocontrol que tenga cada persona. Si tienes autocontrol, deberás desprenderte del móvil de manera gradual; si no te ves capaz de controlarte, la terapia será de choque y tendrás que eliminar de raíz el móvil".
Para Fernando Azor, psicólogo y director de gabinetedepsicologia.com, el primer paso a trabajar con el paciente consiste en "afrontar de forma aislada las sensaciones negativas derivadas de este síndrome, como pueden ser las crisis de pánico".
Para prevenir esta adicción digital, se recomienda a los padres evitar que los hijos tengan conexión a la red desde su habitación y establecer unos horarios para un uso correcto de las tecnologías.
Hay que separar momentos. La noche es para dormir y, por lo tanto, el móvil debe de estar apagado; del mismo modo, que la cena es para comer y no para estar trasteando con el móvil.
Si ya has detectado esta adicción, lo mejor es que acudas a un psicólogo para atajar el problema lo antes posible.
Nomofobia. Tal vez no has oído hablar de esta palabra, pero sí que has experimentado en primera persona la ansiedad que te genera olvidarte el móvil en casa. Parece mentira que muchos hayamos vivido años sin estos aparatos y ahora estemos casi perdidos si se nos estropea, lo perdemos, lo olvidamos en casa o, simplemente se queda sin batería. Tanto, que los expertos hablan ya de esta nueva patología, que afecta a todos aquellos que pueden llegar a sentir ansiedad por sentirse desconectados del resto del mundo.
Estamos, pues, ante un nuevo trastorno del comportamiento, definido como el miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil. El término es una abreviatura de la expresión inglesa "no-mobile-phone phobia". Un problema, que segúninvestigaciones realizadas por el Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad afecta a casi el 53% de los usuarios de teléfonos móviles, que reconocen sentir ansiedad cuando "pierden su teléfono móvil, se les agota la batería, el saldo, o no tienen cobertura en la red", explica Marina Dolgopol Directora de CEETA en España.
Fiebre por los teléfonos
Y si esto sucede a nivel mundial, en España, teniendo en cuenta el número de móviles que existen, la situación no debe ser mejor: el 96% de los españoles tienen móvil, cifra que supera a USA, China o Francia. EL 26% de los usuarios tiene dos móviles y el 2% tiene hasta 3 teléfonos. El 33% de los españoles navega en Internet a través de su teléfono. Así, España es el país con más teléfonos móviles por habitante, casi 10 millones de españoles utilizan whatsapp para enviar mensajes, fotos, etc. Todas estas cifras hacen que nuestro país sea especialmente sensible a este tipo de nuevas enfermedades.
Siempre conectados
Salir a la calle sin móvil puede crear inestabilidad, agresividad y dificultades de concentración (síntomas típicos de los trastornos de ansiedad). Suele estar acompañada de síntomas tales como malestar general, hipervigilancia, inquietud, temor a estar desconectado o aislado: sentir que el teléfono o las conversaciones mantenidas generan tranquilidad, comprobación constante de la recepción de mensajes, mails y visitas a las aplicaciones de redes sociales, pérdida de oportunidades laborales, consulta permanente de noticias, preocupación desmedida por lo que pudiera suceder si la persona no está conectada, crisis de pánico o, incluso, agorafobia.
Este problema ha crecido 13% en los últimos cuatro años, debido a que cada vez son más los consumidores que se ven 'atados' a sus smartphones. “Una persona consulta su teléfono móvil una media de 34 veces al día”, explican desde CEETA. “Las personas que padecen de nomofobia expresan que su teléfono es su vida, que lo es todo, y les brinda la sensación sobre todo de sentirse acompañados”, asegura Marina Dolgopol.
Ojo con los jóvenes
Las mujeres y los adolescentes suelen ser más propensos a padecerla. Y especialmente con los más jóvenes los mayores deben dar ejemplo, y evitar situaciones en las que ellos mismos no pueden dejar el móvil incluso en los momentos de reunión familiar como puede ser compartir una cena o comida. Los jóvenes de entre 18 y 24 años son los más propensos a padecer nomofobia. Y dentro de este rango, el 8% de los universitarios son los que más lo sufren. Este problema es, pues, especialmente preocupante en los adolescentes y jóvenes. Para prevenirlo, se recomienda a los padres evitar que los hijos tengan conexión a la red desde su habitación y establecer unos horarios para un uso correcto de las tecnologías.
El tratamiento
Según Marina Dolgopol, “la clave es aprender a controlarse, desprenderse del móvil de forma gradual, afrontar de forma aislada las sensaciones y pensamientos negativos derivados de este padecimiento como pueden ser las crisis de pánico”. “Hay que separar momentos. La noche es para dormir y, por lo tanto, el móvil debe de estar apagado; del mismo modo, que la cena es para comer y no para estar con el móvil”, explica la directora de CEETA.
Desde el Centro de Estudios Especializados en Trastornos
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