Novela grafica

No conocía a demasiadas personas en la preparatoria solo éramos mi mejor amiga Emma Cooper y yo, era de las pocas personas que conocía desde que me mudé a Denver, era finales de junio, hasta que un día el mejor amigo de Isaac, André Lee uno de mis compañeros de clase se acercó y me dijo que, si quería conocer a uno de sus amigos de otra preparatoria, inmediatamente pensé “que puedo perder” y le respondí que sí. Al terminar las clases André y yo nos fuimos juntos conversando un poco sobre su amigo, Isaac me conoció un día que fue por André a la preparatoria y desde ese mismo día pensó “debo de conocerla” y esa la razón por la que André quería que lo conociera.

Llegando a mi casa inmediatamente lo comente a mi madre sobre esto, solamente éramos ella y yo. Mi padre falleció un año antes de mudarnos, ella me dio su autorización solo me advirtió que tuviera cuidado y sobre todo recuerdo que dijo “disfruta cada momento con él”. Esa misma noche me llego un mensaje de un número desconocido.

-Hola, Soy Isaac, creo que André ya te platico sobre mí, y quería ver si nos dábamos el tiempo de conocernos un poco más, sé que es algo extraño, pero quiero conocerte.

- Hola, por supuesto que sería bueno conocernos, podríamos hablar por mensaje y ya un día conocernos en persona, hay que tratarnos mas.

Desde aquella noche Isaac y yo platicábamos sobre todo lo que le pasaba en su día, sobre su música preferida, sobre su escuela y amigos, y claro sobre los míos por supuesto sin darme cuenta él iba ganándose mi corazón poco a poco, día tras día no podía imaginar que algo así me estaba sucediendo, cuando en mis planes no estaba enamorarme de alguien hasta que apareció, solo esperaba con ansias el día en que nos encontráramos por primera vez. Finalmente, una noche como cualquiera después de 2 semanas de hablar sin parar me invito a salir, dijo que después de la escuela pasaría por mí y que después iríamos por helado, inmediatamente acepte.

Al día siguiente estaba muy nerviosa, me puse mi mejor ropa para conocerlo y me arregle, toda la mañana pase pensando en cómo sería conocer a Isaac. Emma me dijo que no estuviera nerviosa y que todo iba a salir bien de igual manera que me lo dijo André. A la hora de la salida 2 de la tarde solo está buscando entre la multitud esa cara que solo conocía por su foto de perfil y en el momento que menos lo esperaba alguien toco mi espalda, di la vuelta y era él. ¡Es tan hermoso! Pensé, muy nerviosa lo salude y me dijo “Que bonita te vez el día de hoy”, no sabía que decir y solamente agache la cabeza y me sonroje y Isaac me pregunto ¿nos vamos?, Emma solo me veía feliz al igual que André que al momento de irme con Isaac nos gritaron ¡Suerte! En el transcurso del camino Isaac iba demasiado nervioso y por supuesto y por supuesto yo también era ese típico silencio incomodo en el cual no sabes ni que decir, y así pasamos varias calles, hasta que Isaac tuvo el valor de decir la primera palabra y me pregunto.

- ¿Qué prefieres hacer? ¿Qué te gustaría comer? ¿Helado? Lo que tú quieras solo dime.

-Muy nerviosa le respondí. Lo que tú quieras está más que perfecto, me conformo con lo que tú quieras.

-Me dijo, bueno vamos a mi heladería favorita para poder platicar y que me cuentes como te fue hoy en la escuela.

Toda esa tarde la pasamos juntos en esa heladería no sabía que ese lugar se convertiría en nuestro lugar, y así fue siendo día con día durante un mes, Isaac siempre pasaba por mí y íbamos a esa heladería me platicaba cada detalle de su día y por supuesto esa era mi parte favorita del día, verlo, escuchar sus historias y ocurrencias que solo él sabía hacer, poco a poco me fui enamorando de él, se convirtió parte de mi vida, era tan feliz con tan solo verlo una o en veces dos horas.

Hasta que un día tenia aproximadamente una semana que no veía a Isaac era bastante raro para mi sentía que ya se me estaba haciendo costumbre verlo, esa tarde al terminar clases me entro una llamada y era él. Muye feliz le conteste y me dijo que me estaba esperando a fuera de mi escuela, pero algo no estaba bien su voz era muy rara. Saliendo lo vi, estaba demasiado serio y en el transcurso del camino casi no quería dirigirme la palabra hasta que tomé la iniciativa de decirle que fuéramos al parque a unas cuadras de mi casa.

- ¿Qué pasa Isaac?

- Perdóname Meghan.

- ¿Perdonarte? ¿Por qué? No me haz echo nada. Sabía que algo muy malo sucedía, empezaba a sentir un nudo en la garganta y mis lágrimas estaban a punto de salir.

- Si,

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