Obra De Teatro
Enviado por sasubi93 • 25 de Junio de 2014 • 2.038 Palabras (9 Páginas) • 336 Visitas
OBRA DE TEATRO DE TÍTERES
LA OBESIDAD ES UN PROBLEMA GORDO
Autora: Prof. Sonnia Vallejos Henríquez
Escuela Boca Lebu, Lebu.
Personajes (en orden de aparición).
- El Papá.
- El Profesor.
- Fito.
- El Corazón.
- El Pulmón.
- El Estómago.
- El Doctor.
- El Cerebro.
- El Tuto de Pollo.
- El Agua Potable.
- El Apio.
- La Manzana.
INTRODUCCIÓN.
Presentador: ¡Hola! ¿Qué tal, amiguitos? Sabemos que a ustedes les encanta escuchar cuentos, o leer cuentos, o ver cuentos ¿verdad? Por eso, el grupo GRADA, un grupo de alumnos de la escuela Boca Lebu, les trae su teatro de títeres con un cuento acerca de la buena alimentación de los niños y todo lo que las tías y profesores ya les han explicado. Entonces, tengo el gusto de presentar a ustedes esta historia instructiva, fantástica, muy entretenida y “alimenticia” ¿Por qué?, véanlo ustedes mismos.
Una voz: El grupo GRADA presenta “LA OBESIDAD ES UN PROBLEMA GORDO”.
PRIMER ACTO.
Papá (Entrando con su hijo de la mano): ¡Buenos, días señor Profesor!
Profesor: Buenos días, señor Papá. Qué bueno que pudo venir. Los estaba esperando. ¿Cómo estás, Fito?
Fito: Gordo, como siempre…
Profesor: Bueno, bueno, Fito, no te preocupes. De eso, precisamente, quería hablar contigo y con tu papá. Estoy bien preocupado por ti, por que veo que cada vez te cuesta más realizar las actividades de la clase de Educación Física y, además, me he enterado, que estás bajando tus notas en todos los ramos y tienes problemas con tus compañeros, que te molestan porque estás muy gordito.
Papá: Tal vez sería bueno que Fito se eximiera de su clase de Educación Física, porque no se siente bien, haciendo tanto ejercicio.
Fito: Lo que pasa, Profesor, es que me ahogo cuando corro; y, además, ya estoy aburrido que mis compañeros se rían porque soy gordo o porque me pongo todo rojo cuando tengo que correr y cuando no me resultan los ejercicios. ¡No los aguanto más!
Profesor: Yo pienso que dejar de hacer ejercicios es lo peor que puedes hacer para solucionar tu problema. Te voy a contar un cuento que es, en el fondo, la historia que en este momento estás viviendo tú. Se trata de varios órganos del cuerpo de un niño muy gordito, que también se llamaba Fito. ¿Quieres oírla?
Fito: Claro. Cuénteme la historia, por favor.
(Telón y música de fondo).
SEGUNDO ACTO.
(Se escucha una breve cortina musical y el telón se abre lentamente).
Corazón: ¡Hola niños! ¿Cómo están, amiguitos? (deja tiempo para que los niños del auditorio contesten). Me alegro que estén bien. Yo soy el corazón de Fito y estoy muy preocupado, miren esto que tengo pegado aquí ¿Saben que es? ¡Es grasa, grasa que tengo pegada por todas partes y no me deja mover! Por eso vine al Doctor. Estoy esperando al Estómago, al Pulmón y al Cerebro de Fito. ¿Por qué se demorarán tanto?
Pulmón: Perdona la demora, Corazón.
Corazón: Menos mal que llegaron, Pulmón. Estoy tan nervioso…
Estómago: No te preocupes, el Doctor nos va a ayudar. Vas a ver.
Corazón: Eso espero, Estómago, eso espero…
Doctor: Qué bueno que ya están aquí. (Mirando a los niños) ¡Oh, qué grosero soy, no he saludado a los niños! ¿Cómo están, niños? (Deja tiempo para que respondan). Me alegra verlos, niños, y también me alegra verlos a ustedes. ¿Quieren contarme qué les preocupa tanto?
Corazón: Doctor, nosotros somos los órganos de Fito y estamos muy, muy preocupados, porque desde hace tiempo Fito ha estado comiendo cosas que hacen engordar y ahora nosotros estamos llenos de grasa y hemos empezado a sentirnos horriblemente mal. Ya no trabajamos tan bien como lo hacíamos antes.
Pulmón: Por ejemplo yo, el Pulmón, me siento muy mal cuando Fito tiene que correr. No puedo estirarme como antes, porque esta grasa molestosa me aprieta, me ahoga y no respiro bien.
Corazón: Y yo, Doctor, tengo el mismo problema. Tengo tanta grasa pegada que no puedo moverme. Y cuando Fito necesita que yo impulse la sangre con más fuerza y rapidez, me quedo amarrado en esta capa de grasa y no puedo trabajar. Y lo que es peor, me siento tan mal que pienso que un día de estos, no voy a poder funcionar más y Fito se puede morir. ¡Se imagina, Doctor!
Estómago: Qué decir de mí, Doctor… todo el día estoy lleno de comida. Ahí estoy todo el tiempo, trabaja y trabaja, sin parar. Yo no tengo vacaciones, porque Fito vive comiendo. Más encima, tengo el mismo problema de mis amigos: estoy lleno de grasa. Me cuesta mucho poder moverme para trabajar bien. ¡Estoy tan cansado!
Doctor: Y tú, Cerebro, ¿qué tienes que decir?
Cerebro: Yo estoy bien, no tengo grasa pegada, estoy súper bien.
Doctor: ¿Y cómo he escuchado que no puedes concentrarte bien, que te cuesta pensar con rapidez y hasta que Fito ha bajado las notas en el colegio? ¿Verdad que así dijo el profesor, niños?
Cerebro: Ah, eso no más… Es que se me había olvidado, porque últimamente no tengo muy buena memoria…
Doctor: Entonces, tú tampoco estás bien…
Todos los órganos (se abrazan y se ponen a llorar): ¡Buahhh…! ¿Qué vamos a hacer? ¡Qué pena! ¡Auxilio! ¡Estamos fritos!
Doctor: Calma, calma, calma. Ustedes pueden mejorarse. (Mirando al auditorio) ¿Verdad amiguitos? (Mirando a los personajes) En primer lugar, ¿quién es el jefe de todos los órganos?
Cerebro: Soy yo, Doctor.
Doctor: Bueno, amigo, tú eres entonces el que decide qué cosas tiene que comer Fito ¿O me equivoco?
Cerebro: No se equivoca, Doctor. Yo le ordeno a Fito comer todo lo que a mí me gusta, a la hora que quiero y en la cantidad que a mí se me antoje y punto.
Doctor: Ah… ya veo. ¿Y qué alimentos te gusta que Fito coma?
Cerebro: Yo le ordeno a Fito comer hartas cosas ricas, como chocolates, galletas, bebidas, papas fritas, ¡humm! (hace el ademán de abrazarse con placer). Pastillas, empanadas de queso, completos, helados, alfajores, berlines ¡humm! (Mirando al auditorio) ¿Cierto, niños, que todas esas cosas son ricas?
Doctor: Yo estoy de acuerdo que todas
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