Opinion y resumen de Justicia, Gerardo Laveaga
Enviado por Daniel Coronel Antonino • 3 de Abril de 2017 • Ensayo • 4.242 Palabras (17 Páginas) • 3.398 Visitas
Justicia
Érase una vez que sé yo en algún lugar de los resúmenes, uno que narraba la historia de un México decadente en todos sus niveles sociales, un resumen encontrado entre las memorias de un joven cuyo libro prometía un ejemplo de justicia como bien dicta el título, pero no tanto.
Para empezar, las primeras planas del diario serían un desastre inminente y más para nuestro actual jefe de justicia de la capital, que no hacía mucho tiempo tomo el cargo, lleno de gloría en los títulos y demás renombres que acompañaban a sus apellidos, pero con una realidad totalmente ajena a la que se cuenta dentro de los libros, lejos de las máximas del derecho, donde la individualidad y pensar propio de los individuos cambian los factores ya estudiados y pre establecidos del derecho, ya en la práctica Ballesteros, una eminencia teórica del derecho, catedrático durante muchos años y con títulos de distintas partes del mundo, fue que conocía el rostro más desnudo de la “justicia ”, era un hecho tan infame, absurdo y paradójico que el hombre que representaba la mano del buen actuar en su propio informe que sería la antesala para llenar el ojo de un grupo de juristas más, a quienes se echó de enemigos en sus tiempos de docente y quienes no desdeñaban para nada la idea de verlo caer, solo para reírse de lo distinto que suele ser el mundo del otro lado de los escritorios, esto sin contar la cabeza del actual jefe de Gobierno que lo puso en este puesto, el lugar cercado, todo apuntar a ser una negligencia de seguridad de la noche que acababa de pasar, como entre tanta vigilancia por parte de autoridades policiacas, es posible que alguien, en algún momento, burlara la barrera y colocara en el centro, sentada en un banco a una chica muerta, con una palabra pintada con labial sobre su blusa, “puta”.
No hay más que decir, el hecho es tan gracioso (para mi) como igual de preocupante, no hay nada que decir, la noticia se sabe y la sociedad pide la cabeza de Ballesteros, una sociedad enervada por el smog de la ciudad, casi perdida dentro de su propia gente, como la misma dentro de sus grandes edificios, piden justicia, en distintas partes del país, para poder lograr solucionar el problema que se presentaba el actual jefe de gobierno tiene que aliarse a uno de los mucho personajes que crítico, Aaron Jasso, no tiene la fama más amable en el mundo de la justicia dentro del país, pero se sabe perfectamente su situación como para rechazar la ayuda del personaje que se mantiene perpetuo ante el vaivén de los muchos procuradores que ya fueron, el que es y los que podrían ser. Este es un trabajo para las manos, el temple y la experiencia en los métodos que solo Jasso se atrevería a utilizar, Ballesteros se pavonea en ser un hombre íntegro y de buenos métodos, pero su pasado antes del suceso no le permiten pensar de forma clara lo que ha de venir y la presión que se viene encima de él no es suficiente para calmar la sed de resultados que exige su cargo, el tratar de renunciar a su cargo fue un acto inútil, pues no se le permitía su claudicación, se le mantenía como rehén en su puesto en gran medida por voluntad de uno de los altos mandos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, De Angoitia, que se la traía contra él, antes del suceso fatal que prometía poner el trasero de Ballesteros tras las rejas por su negligencia e irresponsabilidad, intento días atrás hace movimientos que realzaran su figura como buen funcionario, con los permisos debidos para actuar al margen de la ley, Ballestero comenzó por organizar redadas, incautaciones de bienes por montones, su figura se acrecentaba ante los medios que comenzaban a populisarlo, desde piratería, hasta drogas, la cárcel estaría llena en tan solo cuestión de semanas, solo le faltaba la chispa al pastel, la detención de gente por uno de los bares que se presumía, era el que mayor número de normas violaba, pero en su redada las cosas salieron mal, como saldo de su mala ejecución e ineptitud de sus elementos para manejar la situación había dos muertos, Ballesteros solo podía ver el principio del fin y debería confiar plenamente en la gente que le rodeaba si quería salvar su cuello.
Los hechos de esta historia se entrelazan uno con el otro para dar a notar como los actos de las esferas de cualquier sociedad de manera casi invisible se reflejan en los más altos, así como los más bajos sea de donde sea que provengan, la historia nos traslada a alguna calle del periférico donde un taxista, ciudadano más en esta gran selva de concreto intenta ganarse el “pan”, una persona llena de calle en su forma de hablar, de vivir, un mexicano promedio, de trabajo promedio, con críticas hacia el gobierno de tipo promedio y hasta un tanto desinhibido de su realidad, ajeno a los problemas actuales de su país, da por hecho que ha escapado a los problemas que lo persiguen de su pasada, los relatos de ejecutados en el norte son solo cosa del pasado, el escapo de esa vida, en su memoria solo hay espacio para una memoria, fuego, fuego es lo único que hay en su cabeza, la idea de rehacer su vida una vez más a través del misticismo que representa la purificación del fuego.
No muy lejos de este lugar, en algún sitio de Veracruz, e incluso de forma más precisa en Xalapa una mujer de nombre Emilia, bella, de carácter abnegado y liberalista al mismo tiempo, ambas intercaladas dentro, según lo requiera el entorno, culta, educada con amor por el chelo, de familia con dotes, de puestos relevantes debe seguir el destino que dictamina para ella su madre, una mujer al control de sus tíos, uno de los jueces más representativos del país, se ve obligada a tener que estudiar derecho, por orden él, dicen que es preciso que ella comience hacer algo de provecho, aunque bien ella no está muy interesada por hacer eso, hay algo en su infancia y los ingleses, me gusta llamarlos los viejitos W.(Woodworth) con los que convivio que la hacen de algún modo estar atada a las raíces de la mayoría de la gente en este país, al trabajo al esfuerzo, el amor a la tierra y las cosas simples de la vida y cree que a través del derecho puede hacer un acto que cambie el país por lo que se decide a ir a la ciudad y comenzar algo nuevo, forzarse así misma a creer que eso es lo correcto y que solo por medio de la empatía que tiene hacia la gente, se puede encontrar un motivo para resignar su voluntad a lo que considera una causa más noble, ella es novia de un abogado más, un chupa huevos que persigue el interés propio, aunque ella lo detesta en su actitud, no se atreve a dejarlo porque en él ve la clase de dominio sobre su persona que ella misma no es capaz de ejercer sobre ella misma, es como si fuera su válvula de escape, como si le regulara todo en su cuerpo y aunque lo detesta, no lo deja, ni siquiera es por el estatus ni por nada que se le pudiera parecer, Fernando es la viva imagen de un hijo de papi, vividor, corrupto y que se vende al mejor postor, deudor de muchos favores en el mundo de la justicia, por lo cual estar al lado de Emilia le hace ver un poco más imponente, más galán y cualquier chica de cerebro hueco estaría con él,
que triste el caso de Emilia, casi un desperdicio de genialidad.
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