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PLATERO Y YO RESUMEN


Enviado por   •  4 de Agosto de 2013  •  7.293 Palabras (30 Páginas)  •  949 Visitas

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RESUMEN DEL LIBRO (PLATERO Y YO)

CAPITULOS I AL V

Platero es pequeño y peludo tan suave que parece que no tiene huesos, lo único duro en él son sus ojos.Cuando lo suelto en el prado él se pone a jugar con la hierba, cuando o llamo viene a mi. Le gustan las naranjas, mandarinas y como todo lo que le dan.Es tierno y mimoso poro fuerte y seco por dentro, cuando paseo los domingos sobre el, todos dicen que debe ser de acero.La noche llega brumosa y morada, llena de sombras, de fragancias, de pronto un hombre un hombre oscuro, baja a nosotros de una casucha, Platero se amedentra.Ven mariposas blancas, mientras el hombre quiere clavar su pincho en el seroncillo, al no ver nada pasa Platero con el alimento sin pagar por él.Cuando entramos al pueblo los niños juegan a hacerse los mendigos o los pobres, mientras sus madres corren tras de ellos para darles de comer, mientras una niña forastera canta, si, si, dice, canten mientras son niños y no llega la adolescencia.Nos metimos la mano en los bolsillos, mientras todo en la noche se iba oscureciendo más y más y todo iba quedando e una absoluta tranquilidad, convirtiéndose todo en algo tan pequeño desde la vista de la azotea, y Platero se veía como otro burro normal.La noche continua mientras sentimos una sombra y Platero y yo nos asustamos y no sé si can su miedo o el mío Platero corre por el prado pisando la luna, para no encontrarnos con aquella sombra.

CAPITULOS VI AL X

Hay Platero como sería si tú vinieras conmigo a la escuela, sabrías contar y escribir como yo.Pero, pensándolo bien Platero no, no sería buena idea los niños se burlarían de ti y te quitarían tu comida y te castigarían porque no entenderías las clases y te pondrían ese gorro de burro.Así que no es buena idea, mejor ven conmigo y yo te enseñaré todo sobre las flores y el campo.Vestido de luto y con mi barba nazarena voy por los viñedos, los niños gitanos corren detrás de nosotros y gritan El Loco, delante el campo verde lo llena de tranquilidad, por su calma y quedan atrás los gritos de El loco.Mira Platero están matando a Judas, no te asustes, es sólo como la gente descarga su ira en Semana Santa contra las personas que odian pueden ser el diputado, el alcalde el cobrador de impuestos cualquiera contra quien quieran, así que comienzan a lanzar tiros de escopetas para matarlo.Era tiempo de Brevas y fuimos a comerlas en Rica estábamos los cuatro cogiendo las brevas, Rocillo fue quien primera las cogió y Adela estaba enojada porque no podía alcanzarnos ni cogerlas, nos pusimos a comer las brevas por todas parte manchándonos todos con ellas, hasta que nos comenzamos a lanzar las brevas y a jugar con ella hasta que una alcanzo a Platero y como él no podía defenderse salí yo a defenderlo comenzando otra vez el juego con las brevas.Cuantas rosa caen, rosas de todos los colores; blancas, rojas, sin color, de dónde salen tantas rosas, son tan suaves y débiles que adornan todas las partes, acaso caerán del cielo para alegrarnos la vida Platero, de lo que si estoy seguro es que tus ojos son como rosas.

CAPITULO XI AL XV

Si tu te mueres antes que yo Platero no irás como los otros animales que no tiene quien le quiera al carrillo del pregonero, ni a la marisma inmensa, ni al barranco del camino de los montes, tu no serás comido por los cuervos, cuando mueras yo te enterraré al pie del pino del huerto de la Piña que tanto te gustan y estarás acompañado por los cantos de los niños.Entrando al prado Platero ha comenzado a cojear, qué la abra pasado?, se tira al suelo mostrando la ranilla de donde cuelga una púa larga y verde, se la he retirado y lo he llevado al arroyo de los lirios amarrillos para que el agua lo cuide y limpie la herida.Han llagado las golondrinas, míralas Platero, pero están como desorientadas sin saber que hacer puesto que la primavera se ha levantado temprano este año, no saben si subir o bajar este no será un buen año para ellas, morirán de frío.Cuan llego al medio día y veo a Platero tirado en el césped, me alegro de verlo y Diana la cabra se tira a mi pecho a saludarme y a querer lamerme con su lengua rosada, mientras que Platero ya me saluda con un largo rebuzno, después trata de romper la soga que lo sostiene de la emoción de verme.Era hermoso con ojos negros y juguetones entro así todo él con su belleza al establo donde cuatro hombres lo vieron y uno de ellos invocando las palabras de Shakespeare dice que su belleza será su perdición y es así como lo castran y el animal pierde su belleza y galladura.

CAPITULO XVI AL XX

Como han cambiado las cosas la casa de enfrente siempre me gusto, cuando era pequeño la veía desde el balcón como la veo ahora, veía a la hija que siempre me llenaba de besos, me parecía una mujer y hasta ahora ya casada lo sigue haciendo, recuerdo al dueño que siempre le pedía dinero a mi padre, tantos recuerdos desde mi balcón.Siempre que pasaba por la calle de Don José veía al niño tonto sentado en la puerta de su casa, pero esta vez no lo vi. Era un niño que no hablaba con nadie, creo que ahora seguirá sentado pero en la puerta del cielo.La diversión de Anita, La Manteca, era disfrazarse de Fantasma, se ponía una sabana blanca sobre ella y un poco de talco, todo lo hacía para divertirnos, pero aquella noche nos llevamos todos un susto como nuca lo habíamos tenido, puesto que estaba lloviendo y los truenos nos asustaron mucho y ver aquella sombra blanca paseándose nos asusto a todos.Ha llegado el ocaso, el prado verde, las flores encendidas y transparentes, el pinar verde que se agria, dan aquella luminosidad increíble de noche, Platero se acerca a un charquero de agua y comienza a beberla suave, juntando su boca con el agua.Este terminar del día no debería acabarse, es hermoso debería quedar inmortalizado.

Estábamos en la hacienda de mi amigo el médico, Platero, El Loro y yo, mientras jugamos se acerco una señora a preguntar por el médico, a tras de ella estaba un hombre herido con el tiro de un escopeta en el brazo, el médico lo reviso y le decía que no era nada, mientras se recuperaba, el loro repetía, no pasa nada, no pasa nada.

CAPITULO XXI AL XXV

Platero tu no puedes ver desde la azotea como yo, no ves el atardecer como yo, a las personas en la laguna jugando, ni a la vecina lavando la ropa o a la niña de al frente arreglándose, no puedes ver nada desde aquí pero para eso estoy yo aquí para contártelo.Regresábamos con Platero, él cargado de almoraduj y yo de lirios, la tarde estaba llegando, era hermoso el cambio de colores, mientras caminábamos por el prado yo iba pensando en las ciudades, en la torre del pueblo, y hasta tanto mis lirios tenían un olor delicioso.Cuando yo pasaba por la bodega del Diezmo, yo daba la vuelta por la pared de San Antonio e iba hacía la verja que estaba cerrada, tras de ella veía

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