PROYECTO MODULAR
Enviado por jessiikita • 5 de Noviembre de 2014 • 612 Palabras (3 Páginas) • 210 Visitas
MEMORIA
Del año 1990 al año 1993. Estudie en la secundaria Fidel Ayala Jiménez. Ahí conocí a una de mis grandes amigas de nombre Guadalupe Solano Aguilar.
Fuimos las mejores amigas hasta este febrero de este año que fue cuando ella falleció, hecho que quebranto mi vida de una manera irreparable.
El primer año fue uno de los más difíciles para mí, porque a pesar de que tenía bastantes amigos no podía convivir con ellos porque jamás me dejaban salir.
Ese primer año fue un año lleno de cambios. El adaptarse a las diferentes formas de enseñar de cada uno de los maestros, y ese año fue donde conocí a la maestra Nelly. A quien jamás olvidare porque nunca me quiso porque yo no dejaba que me gritara, pero esa es otra historia.
El segundo año mí lista de amigos creció muchísimo, tuve mi primer novio llamado Carlos a quien mi actual pareja odia, ese segundo año paso casi desapercibido para mí.
Desafortunadamente como nunca fui una alumna estrella pues tenía que esforzarme más para poder no dejar materias pendientes. El maestro Oscar que nos daba matemáticas fue de gran ayuda para mí.
Casi de manera milagrosa pase a tercer año de secundaria. Las cosas seguían casi igual, los salones seguían siendo insuficientes para la gran cantidad de alumnos que éramos, el laboratorio estaba casi de adorno y si llegábamos tarde la directora nos ponía a regar arboles toda la mañana.
Desafortunadamente ese año fue malo para mí académicamente hablando. Ya que deje tres materias pendientes y como mi mama estaba tan enojada pues no me dio el dinero que me pedían para presentar y así fue como me quede sin graduarme.
Cuaderno de Viaje
Jueves 22 de mayo del 2013. Con rumbo a puerto Vallarta.
Hicimos una breve escala en san Luis potosí. Los dulces que compramos en un mercado de ese lugar son deliciosos.
Hicimos una pequeña escala en Guadalajara y en Tonalá en donde hay unos artículos de decoración hermosos.
Los cuadros. Lámparas y velas que compre en Tonalá son realmente hermosas y económicas.
Llegamos por fin a Puerto Vallarta. El hotel es hermoso y aunque me toco una habitación bonita pedí el cambio a una con vista al mar. Realmente me encanta la vista que me asignaron, se puede ver perfectamente el mar.
El spa es una maravilla, algo caro pero vale la pena. La comida es deliciosa y aunque cuentan con tres restaurantes, solo uno es el que me gusta.
Disfruto muchísimo los desayunos que sirven, ya que puedes elegir lo que quieras y te lo preparan en ese momento.
Aunque el mar se ve bellísimo, nadar en el no me agrada mucho, así que solo me mojo un poco los pies. Prefiero mil veces la alberca.
Como es un viaje familiar, pues no me queda de otra que aguantar a
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