Pepa Doncel.

6 de marzo del 2017.

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Curiel Aguilar Nayeli

PEPA DONCEL, de Jacinto Benavente

Resumen

En un pueblo de Moraleda se encontraban reunidos Felisa, su hija Genoveva, la Marquesa y su hermana doña Zoila, Silverio, Sofía y sus hijos Leo y Fiíta, el obispo y su secretario Martínez.

        La Marquesa y a su hermana les caía muy bien Felisa pero más que nada les caía de maravilla sus donaciones por bondadosa. A Felisa sólo le impostaba encajar en la alta sociedad, además le tenía sin cuidado el gastar el dinero de su esposo fallecido.

        Antes Felisa se dedicaba a otras cosas, en una visita a escondidas con su amiga Cira recuerda su antigua vida como Pepa Doncel y con el verdadero padre de su hija Genoveva. Aunque estaba muy escondido el secreto del verdadero padre de Genoveva, ella si sabía quién era, incluso lo llamaba Tito Gonzalo. Se llevaban muy bien a pesar de que estuvieran alejados por mucho tiempo.

La vida de Genoveva era muy complicada ya que tuvo que estar separada de su madre por mucho tiempo porque ella viajaba mucho con su exesposo. A su padre no lo veía mucho porque este vivía en Madrid y cuando iba a Moraleda no se quedaba con ellas, se iba a un hotel para no levantar sospechas.

La Marquesa y su hermana querían que su hermano Silverio no se quedara solo porque este ya era grande; tenía como unos treinta y tantos, además de que parte de su dinero se lo había gastado solo en dos o tres años. Para esto la mejor candidata era Genoveva.

Ni Gonzalo el papá de Genoveva, ni ella misma estaban tan de acuerdo en ese matrimonio. Incluso a Gonzalo le parecía un mejor partido Leo; el hijo de Sofía, ya que era un muy buen chico. Para que Leo fuese un hombre de mayores conocimientos Gonzalo le ofrece irse a Madrid con él. Mientras tanto la Marquesa le pide a Felisa que Silverio llegase a formalizar con Genoveva. Ella solo por darles gusto les dice que sí. Felisa habla con Silverio y le explica cómo es que su hija no quiere casarse, acuerdan en que Felisa será la que se casará con Silverio.

        Genoveva estaba cansada de las habladurías en las que se encontraba ella y su mamá puesto que a las marquesas no les había parecido muy buena idea la boda, por lo que le ofreció a su mamá irse junto con Gonzalo a Madrid, Felisa rechaza por completo la oferta. Silverio no aguanto más humillaciones por parte de sus hermanas y decidió irse de su casa. Habla con Felisa de lo sucedido y suspenden la boda. Leo y Genoveva deciden casarse y Felisa le dice a su hija que si irían a Madrid o incluso a Francia, pero no  vivir sino que a comprarle su vestido de novia.

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