Pio Baroja

En este fragmento la filosofía de pío está claramente influida por la de Schopenhauer, una filosofía claramente pesimista. Según Baroja, por un lado están aquellos que perciben claramente la realidad y no pueden llegar a ser felices. Esto se debe a que estos aprecian el dolor y el sufrimiento vividos por los más desfavorecidos, o la frustración experimentada por imposibilidad de hacer realidad las utopías. Aquellos más cercanos al mundo real, los más intelectuales y curiosos, no pueden más que apiadarse de los más marginados. Sin embargo, las personas que pueden llegar a ser felices son aquellas que viven en su mundo idealizado alejadas de la realidad, se podría decir que viven en un engaño. Por eso en la última línea dice que hay una verdad: que es la cantidad de mentira que es necesaria para la vida, refiriéndose a esta filosofía para no darse cuenta de la realidad y así poder ser feliz.

A lo largo del libro se podrían destacar varios personajes que presentan esta actitud. El más significativo seria Antonio Lamela, el compañero de facultad de Hurtado. Este vive en su mundo idealizado, ya que está enamorado de una mujer que él encuentra guapísima pero sin embargo no es nada bella. Además este amor no es correspondido. Aun así, podemos apreciar que este personaje viviendo en su burbuja de ficción y alejado de la realidad, es aparentemente feliz. Otro personaje que encarna esta actitud es Rafael de Villasús. Este vive engañado ya que vive creyéndose que es muy buen artista pensándose que el arte lo arreglara todo y sacará a su familia de la miseria. Pero, no obstante su bohemia acabará llevándolo a él y a su familia hacia el abismo, ya al final del libro muere en la más estricta pobreza después de sufrir ceguera y una especie de locura.

En mi opinión, encuentro que en un principio sería mejor vivir alejados del dolor y del sufrimiento ajeno, estaríamos más aliviados y alejados de la carga moral que se experimenta cuando te das cuenta de los horrores que ocurren en este mundo. Pero sin embargo, ¿quién ayudaría a los más desfavorecidos? ¿Quién lucharía por construir un mundo sin injusticias dónde todo el mundo fuese igual? Las utopías no existirían. Y te hace más feliz la realización de un sueño, el hecho poder ayudar al más desfavorecido, que el hecho de vivir una vida monótona. Esta felicidad es más duradera que la felicidad anterior. Además, de este modo todos contribuimos a la creación de un mundo mejor. Por otra parte, encuentro que hay experiencias en la vida que se han de vivir y que te forman como persona, haciéndote más valiente y seguro. Si vivimos alejados de estas para mí la vida no tendría gracia, no habría ni lucha, ni pasión por las cosas.

En este fragmento Pío Baroja refleja la situación y la actitud española en el tránsito del siglo XIX al XX. En el párrafo podemos ver la indiferencia que presenta la gente española ante la pérdida del imperio colonial, cosa que muestra el grave conformismo que presentaba la sociedad. Este pasotismo, impide la innovación y como consecuencia produce un estancamiento y un atraso científico. Es este optimismo absurdo que comenta Baroja al principio del libro que considera que España está por encima de todo y por lo tanto no hacen falta cambios. Esta prepotencia española desemboca en la inacción frente a las injusticias, y consecuentemente produce la corrupción política de los gobiernos.

Esta actitud de conformismo se presenta a lo largo de todo el libro a través de diferentes lugares y personajes. Primeramente, esta actitud se ve reflejada en la facultad. La indiferencia de los alumnos frente a las clases que se las toman como un espectáculo y las pocas ganas de “enseñar” que tienen los profesores, muestran este conformismo. Conformismo que lleva al estancamiento ya que los profesores de la Universidad son ya muy viejos y algunos de los cuales se consideran genios comparados con los otros países (optimismo absurdo). Y en realidad el conocimiento del profesor no era gran cosa. Esta situación

...