Premisas De Todo Escrito

Las premisas son de gran importancia para que la redacción sea eficaz, clara, con riqueza y variedad. Estas premisas son: objetivo (Para qué), contenido (Qué), destinatario (A quién), tono (Cómo) y estilo (con qué palabras).

El objetivo radica en el para qué del escrito. Él configura el mensaje y condiciona al emisor en todo el precio. Todos los demás elementos de la comunicación se subordinan a él.

El contenido está en el qué, saber a dónde se pretende llegar, cual es el fin, para esto hay que pensar, aunque también sentir, imaginar, recordar, vivir. Se puede escribir mal sino se piensa antes, con claridad, sino se ordena mentalmente lo que se desea escribir.

El destinatario es a quién va dirigido, se debe de tener en cuenta el fin y el destinatario al que se dirige. Se debe conocer los motivos, incentivos, intereses, expectativas, formación y mentalidad del destinatario y adecuarlo a ellos.

El tono reside en el cómo, es el sentimiento, la actitud, el estado de ánimo que se requiere dar al escrito: un tono cordial y amable, de compromiso, protocolario, irónico, burlesco, crítico, serio, meloso, etc. Refleja la actitud que el escritor tiene hacia el destinatario.

El estilo es con qué palabras tipo particular de redacción. Es decir, el manejo peculiar que cada quien hace del vocabulario, frases, párrafos, figura y género literario que mejor se acomoda al destinatario y el fin que se pretende.

Recuerdo que durante la secundaria y preparatoria en algunas clases pude revisar este contenido, pero no estaba consciente de la importancia que tiene para lograr una buena redacción.

Uno de mis autores favoritos es Carlos Cuauhtémoc Sánchez, cuando leí el primer libro me llamó mucho la atención y empecé a leer más libros de su autoría, conforme fui leyendo pude darme cuenta que tiene un tono peculiar, sus historias son dramáticas con mensajes de desarrollo humano y a mí eso me gustó mucho de sus libros.

Teniendo en cuenta estos conocimientos acerca de la redacción, me será de gran ayuda para detenerme a pensar antes de inscribir y así las ideas queden plasmadas de la mejor manera.

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