REALIDAD VIRTUAL TRABAJO

“Cuando el joven pierde entusiasmo, el mundo entero debe estremecerse”.-Bananes

                                                           REALIDAD VIRTUAL

¿Cuántos “me gusta” se necesitan para ser feliz? ¿Qué se necesita para quitar ese sentimiento, y llenar ese vacío que en el pecho hay? Hoy en día es común esta escena: -Despierto  busco en el celular todos los mensajes recibidos de mis “amigos” y vuelvo a leerlos. Respondo inmediatamente, salgo al comedor  no sin antes posar para una foto y subirla a las redes sociales. Llego a la escuela y saludo a mis “amigos” pero me es difícil entablar una buena comunicación con ellos, me sumerjo en mi día para continuar actualizando mi estado y notificando todo lo que hago, como me siento y donde me encuentro, subiéndolo en mi cuenta pública, recibiendo cientos de “me gusta” al instante de personas que están en la misma espera que yo; llego a casa,  mi hermano esta  con un nuevo videojuego, mi hermana con la computadora y mis padres frente al televisor. Subo a mi cuarto y me observo ante el espejo, veo mi rostro, analizo mi día, tengo todo lo que cualquier joven de mi edad podría desear, una familia, un hogar y sobre todo… Lo básico y necesario para un joven de mi edad, un celular, sin embargo, me siento solo, así como dijo el escritor argentino Jorge Luis Borges “Estoy solo y no hay nadie en el espejo”; algo me falta, pero… ¿Qué cosa? ¿Cómo lleno este sentimiento llamado soledad?

¨Soledad¨, una palabra muy común  hoy en día, pero… ¿Qué es la soledad? Se podría definir como el sentimiento de tristeza o melancolía que se tiene por la falta o ausencia de algo o alguien; Pero  no obstante en el siglo XXI era de la tecnología y auge de las  redes sociales  y por ende de la comunicación,  le hemos creado un nuevo significado que se  ha convertido en todo lo contrario. En la actualidad difícilmente podemos encontrarnos “solos” ya que constantemente nos vemos rodeados de personas, de tecnología y de un sinfín de innovaciones, pero a pesar de esto, cientos de jóvenes se sienten solos, caminan por las calles como ¨seres muertos en vida¨, absortos por todas esas “tendencias” que llegan cada minuto al celular, ignorando lo que pasa a su rededor.  Tal como temía Albert Einstein al decir; “Temo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad; el mundo solo tendrá una generación de idiotas”. Inmersos en su realidad virtual; Observamos los diferentes grupos que hay, todos esos jóvenes sonrientes, sin saber que tal vez hoy uno llegará a su casa, se mirara al espejo y  quizás pensará “no valgo nada”, sacará  una navaja, o tal vez una cuerda y buscara como ponerle fin a sus días.

Según datos del INEGI, el suicidio generado por la soledad es la tercera causa de muerte en adolescentes en México. En Inglaterra las estadísticas registran nueve millones de británicos que afirman sentir soledad, y existen  personas que cobran 65 libras por una hora de abrazo  y compañía. La realidad es que aunque nos encontremos rodeados de personas, se experimenta un vacío, una sensación o sentimiento inexplicable. Hay quienes  creen que es algo que únicamente se puede dar en “mentes débiles” sin saber que cualquier persona puede ser absorbida de esos sentimientos de soledad  en cuestión de segundos, provocando así el buscar una forma de quitar ese dolor que se genera. Los jóvenes comienzan a buscar grupos sociales con los cuales sentirse acompañados, donde muchas veces terminan entregándose al mundo de las adicciones cibernéticas. Cada día son más los jóvenes que entran en esta situación, donde difícilmente salen ya que una vez escucharon decir por ahí “lo que no te mata te hace más fuerte”

Los padres  no entienden y desconocen  las acciones que cometen los jóvenes, lo que hacen y no hacen, aunque claro ¿Quién puede hacerlo si raramente se comunican? Algo raro, ya que estamos en  una época donde parafraseando lo dicho por ahí “La conexión a las redes sociales es la vida; la desconexión, la muerte”, pero a pesar de eso tal como dijo Ana Frank “Una persona puede sentirse sola, aun cuando mucha gente la quiera”, razón por la cual se habla  sin decir, sin expresar nada. Ellos llegan a la depresión, a la “falta de comprensión o de comunicación” con sus padres principalmente, donde aun cuando muchas veces tienen tantas cosas por decir, tanto que gritar debido al dolor que sienten, prefieren callarlo, por miedo a que no los entiendan, a que los regañen o simplemente por miedo a ser ignorados, tienden a maquillarse con una máscara donde aparentan que todo está bien porque para ellos a veces “el silencio es el grito más fuerte”.

Esto genera buscar un lugar donde sentirse más cómodos, generalmente en las escuelas, iglesias o grupos sociales, donde muchas veces se encuentran con todo lo contrario a lo que buscan, se topan con paredes llenas de prejuicios, se vuelven de cierta forma esclavos de  las redes sociales, a depender de lo que la gente piensa de ellos, algo que en vez de ayudarlos a salir de esa situación solo los hunde más, generándoles otro problema: la baja autoestima, un problema que los lleva a mas depresión.

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