REALIDADES ALTERNAS

¿Alguna vez has sentido que no encajas en el mundo? ¿Que eres como una pieza en un rompecabezas equivocado? y conservas la ilusión de que estar en una pesadilla y que todo terminara en algún momento, pues así me he sentido yo a lo largo de mi vida, es como ser un intruso sin siquiera pretender serlo. Creo que cada vez que conozco más este mundo me desagrada pero en lo profundo de mi ser de algo me dice que debo tener fe en él. Mi nombre es Destiny Foster soy una chica de 16 años y desde que tengo conciencia siempre me sentí como una intrusa en esta sociedad prejuiciosa, puede parecer algo inverosímil pero no recuerdo ¿quién fui en mi pasado?, perdí la memoria cuando tenía 14 años pero en mi mente divagan imágenes borrosas y confusas que no he logrado descifrar. Mis padres murieron en un accidente automovilístico hace 8 años o eso decía mi tía, es increíble como todo en cuestión de segundos puede derrumbarse, desde el castillo más sólido hasta la más delicada y fina de las hojas.

Es extraño ver que las luces de la casa en la cual habitas estén apagadas, en ese momento supe que algo andaba mal, sobre todo porque mi tía sufría de nictofilia con el solo hecho de imaginar la oscuridad, el pánico se apoderaba de ella. Por eso no cabía mi tía y oscuridad en una oración, era ilógico. Me arme de valor y decidí entrar a la casa por la puerta trasera, para así pasar desapercibida, o eso creía. Al entrar todo se volvió difuso y no recuerdo nada más de esa noche. Solo que al día siguiente desperté en un mundo paralelo por así decirlo, era un mundo diferente al que solía conocer, este era más tecnológico y avanzado, pareciera que estaba soñando o mi mente me estaba jugando una mala pasada.

Decidí caminar sin rumbo alguno hasta que me topé con algo o alguien, por lo que logre entender su nombre era Ian Smith y estábamos en el Núcleo Central, de la ciudad, Stroms, esperando a ser elegidos. ¿Pero elegidos para qué? ¿De 7,125 miles de millones de personas me tenían que elegir a mí?

Entre al congreso donde muchas personas me esperaban, tenía la esperanza de escuchar respuestas pero en vez de eso me formularon más dudas. Al acabar la reunión todos entraron a una habitación, así que los seguí, por suerte dejaron la puerta medio ajustada lo que me permitió escuchar parte de su conversación: -“Ella no puede ser la elegida debe ser alguna equivocación”-“No hay tiempo para equivocaciones”-“El oráculo debió cometer algún error, ella no salvara el mundo, ayer no tenía ni la más mínima idea de que existíamos, no hay tiempo, deberíamos regresarla a su mundo”-“Su mundo no es seguro, nunca lo fue’’. Pude seguir escuchando pero una voz me lo impidió, el elocuente Smith que me dijo que es de mala educación oír conversaciones ajenas.

Después de un largo día de hacer nada decidí que lo más conveniente era dormir, cuando caí dormida plácidamente una imagen apareció en mi mente, este mundo era tan familiar para mí. Es como si ya lo conociera de antes pero eso es imposible se supone que nunca he estado aquí.

Al día siguiente decidí ir al congreso para aclarar todas las preguntas merodeando mi cabeza hasta que un hombre misterioso choco junto a mí y vi que se le había caído un papel con un recado escrito, la curiosidad venció mi moralidad y decidí leerlo, si antes estaba confundida ahora lo estoy el doble, dicha nota decía: ‹‹¿Extrañas a tus padres?›› y decidí buscar al dueño de este papel pero había desaparecido.

Seguí caminando hasta que sentí la presencia de alguien detrás de mí, era la misma persona que hace unos minutos me dejo la nota. Le pregunte que quien era a lo que él respondió ‹‹Sabrás todo a su tiempo›› pero su respuesta no daba respuesta solo dejaba más dudas.

Volví al lugar que me habían asignado y recordé la imagen de aquella noche era una niña asustada, sus padres delante de ella protegiéndola de algo o alguien, luego todo se vuelve borroso. ¿Pero quién era esa niña? ¿Por qué querían hacerle daño si era una niña indefensa?

Aburrida de mi estadía y viendo el panorama de que nadie respondería mis preguntas decidí hacerlo yo misma, y estando en esta habitación no lo haría. ¿Pero por dónde empezar? Y un recuerdo vago apareció en mi mente, mi maestra de historia solía decir que hay que conocer el enemigo para así conocer sus puntos débiles y vencerlo fácilmente. ¿Ellos son mis enemigos? ¿No lo creo porque ya me hubieran matado? Así que opte por el principio, todo tiene un principio y creo que este mundo no es la excepción. Entonces decidí ir a la biblioteca, si algo sabe más que el ser humano son los libros, ellos me darán la respuesta. Quizás las personas no siempre han estado hay para mí pero los libros siempre han estado, no me defraudaron en un comienzo, ¿por qué han de venir hacerlo ahora? Al recorrer el Núcleo central de esta extraña ciudad en la que me encontraba todo se me hacía tan sorprendentemente familiar pero al final concluí que no había bibliotecas cerca, cuando iba a dar marcha hacia tras me tropecé con alguien. De todas las personas de Stroms me tenía que tropezar con Ian.

-Creo que se te está haciendo costumbre chocar conmigo-dije algo apurada, el tiempo es algo esencial y no me podía dar el lujo de perderlo, por lo que hablaban los congresistas tenía menos de 3 días para sacar a flote la verdad.

-Quizás el destino lo tenga previsto así ¿Buscando una biblioteca?-dijo con una sonrisa en su cara.

-¿Cómo lo sabes? ¿Acaso me estas espiando?-Pregunte algo confundida.

-Eres una persona muy predecible y no, no te estoy espiando. Por cierto las bibliotecas están en las afueras de Stroms, creí que lo ibas a recordar era

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