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RESUMEN MISERIAS DE PROCESO PENAL


Enviado por   •  1 de Febrero de 2015  •  657 Palabras (3 Páginas)  •  411 Visitas

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Esta obra puede dividirse en 2 partes complementarias: en primer lugar, Francesco Carnelutti analiza a los distintos sujetos del proceso: el preso, el abogado (desde la perspectiva del defensor), el juez, y también su relación con el imputado. Señala en cada uno de ellos sus características en una forma simple y a la vez muy completa.

Sobre el preso, el autor considera que es el más pobre de todos los hombres: más que el hambriento, que el sediento, el enfermo o el vagabundo. Ellos tienen necesidades del cuerpo, pero el preso tiene una carencia del espíritu (no en el sentido literal de enfermedad, por supuesto), que puede brindarse a través de la compasión. En relación al preso, señala que no puede dividirse al hombre en bueno y malo.

Acerca del abogado, se dice que es quien brinda ayuda a la necesidad del preso. Es quien se pone a su nivel, y su virtud yace en que al estar generalmente la sociedad toda "en contra" del preso, no ofreciendo más que enemistad, él es quien lo acompaña en el último peldaño de la escala. Su grandeza radica en que lleva la cruz por otro. Es quien se pone al lado del imputado y se somete al juez.

Al hablar del juez, se ve claramente una de las grandes "miserias" del proceso. Se parte de la premisa, indiscutible, de la parcialidad del hombre. Todos somos partes. El juez, en cambio, tiene un rol de imparcialidad. Y así debe ser, ya que de otra forma no puede hablarse de un juicio justo. Pero he aquí una gran encrucijada: se requiere que el juez sea súper-partes, es decir ser un "súper-hombre". Algo que es imposible. El concepto de tribunal colegiado tiene la función de ofrecer un (pequeño) intento de solución a este problema, ya que la parcialidad de uno puede no ser la de otros.

Cuando Carnelutti habla sobre el defensor, señala su parcialidad. Es su principal diferencia con el juez. El defensor debe razonar y exponer sus peticiones y conclusiones, pero no de la misma forma que el juez, ya que tiene un interés: la libertad del imputado. Interés que también existe respecto del acusador. Se desarrolla entre el defensor y el acusador un contradictorio que genera una duda. Ésta debe ser superada por el juez en beneficio de una de las partes, y de no hacerlo, la inocencia impone la absolución.

Paralelamente, el autor demuestra otra gran miseria del proceso penal. Y ésta es el problema de la verdad. El juicio tiene, desde el principio, una pretensión imposible: averiguar la verdad de lo ocurrido. Lo valioso de la explicación de Carnelutti radica en su simpleza. No hay otra forma de comprobar la inocencia o la culpabilidad sino a través de la "historia". El proceso hace historia pero de un hecho determinado.

En una posible segunda parte, se habla más bien de los problemas del proceso penal. Son las miserias de las que el autor hace referencia. La primera de ellas proviene de las pruebas. Es a través de ellas

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