RICARDO PIGLIA
Enviado por DANIELACOSTA • 29 de Junio de 2011 • 2.123 Palabras (9 Páginas) • 1.410 Visitas
RICARDO PIGLIA.
(Argentina-1940)
Ricardo Piglia nació en Adrogué, Buenos Aires, en 1940. Estudió en la Plata. Dirigió la Serie Negra, famosa colección de novelas policiacas que difundió a Hammett, Chandler, Goodis y Mc Coy que son los padres de la novela policiaca. Entre 1986 y 1990 residió en Estados Unidos enseñando en las universidades de Princeton y Harvard. Ha publicado La invasión (relatos, 1967), Nombre falso (relatos, 1975), Respiración artificial (Novela, 1980), Crítica y ficción (Ensayo, 1986), Prisión perpetua (1988).
Con el título de Plata quemada, el escritor y crítico argentino Ricardo Piglia ha publicado una interesante historia policiaca que ocurrió en Buenos Aires, Argentina y Montevideo, Uruguay entre el 27 de Septiembre y el 6 de Noviembre de 1965.
Partiendo de la concepción “Existencialista” (doctrina filosófica que se interroga sobre la noción de ser a partir de la existencia vivida por el hombre) creada originalmente por el filósofo danés Soren Kierkegaard, se abordará la obra Plata quemada para su análisis.
Ya puesto el elemento básico que hemos de considerar en este análisis, iniciaremos una búsqueda de las intenciones del autor en la construcción de esta historia, espacio y tiempo, personajes, acontecimientos, situaciones y trasfondo social, política y económica: el papel que juegan los sentimientos del amor y del dolor en la novela y el sentido fantástico en el robo y la persecución en el texto.
En alguna ocasión se lanzó la pregunta ¿qué le falta a la literatura policíaca para ser artística? Un hombre de mucha escritura y pocas palabras, Juan Carlos Onetti contestó: “No le falta, le sobra esa necesidad de tener atrapado al lector, la novela policiaca descuida el cuidado del lenguaje, a veces es muy soez y burdo”. Jorge Luis Borges el argentino que dejó la luz de sus ojos sobre la literatura de otros y que el glaucoma le privó de la vista sentenció sobre esta misma pregunta: “Es un género ingenioso, pero sin vida”. El juicio del escritor Uruguayo y éste último no estaba muy distante porque a ambos escritores sudamericanos concuerdan que a la novela policiaca le falta alma.
“Plata quemada” es una novela basada exclusivamente en materiales documentales, jamás se tomaron documentos, conversaciones o rumores como un hecho si no se tenía constatado en un papel: actas, periódicos, estudios psicológicos, psiquiátricos y el análisis de esos documentos policiacos.
Según la crónica policial que tuvo como escenarios a Buenos Aires y Montevideo en 1965, la historia inicia con la presentación de los personajes que soportan la historia Dorda (El gaucho rubio) tranquilo con cara rubicunda y sonrisa fácil. Brignone (el Nene) es flaco, ágil, liviano, tiene el pelo negro y la piel muy pálida como se hubiera pasado mas tiempo del que realmente pasó
Son los que ejecutan el asalto al banco en San Fernando, provincia de Buenos Aires acompañados del “Cuervo Mereles”, otro asaltante sanguinario que muere en la proeza. También participan varios políticos y policías que pretendían llevarse una buena tajada después del asalto, éste se cumple, pero en la huida los ladrones materiales (Dorda, el Nene y el Cuervo) deciden traicionar a sus socios y escapan con toda la plata.
Ricardo Piglia, al retomar el llamado género negro, reproduce “Plata quemada”, esta obra que contiene los rasgos que conforman la identidad de un género. En una entrevista para la revista Status Quo, Ricardo Piglia cuenta que desde pequeño le gustaba contar historias, aunque fueran ficticias. Según palabras textuales del autor que nos ocupa dijo: Lo de escribir novelas policiacas no es nuevo, pienso que este género lo debí abordar hace mucho tiempo, pero la verdad no sé por qué no lo hice. Cuando estaba en la universidad comencé a escribir un texto referente a este género, pero lo deje porque a mí me parecía poco creíble, entonces me dije: esto no es para mí. Pero leyendo al gran Ernesto Sábato que para mí es un orgullo ser su coterráneo, en su obra Sobre héroes y tumbas, precisamente en “Informe sobre ciegos” hace una reconstrucción reporteril sobre el tema que en mi Plata quemada abordo similarmente:
En aquellos momentos en que se perpetraban los robos me asustaba, pero sentía subir la adrenalina al grado del paroxismo, era una necesidad, de tobar, de matar y después huir dejando a la policía con un palmo de narices. De pronto deseaba que me atraparan y me metieran a la cárcel o en el manicomio para descansar de mi ajetreada o infeliz vida, puesto que allí nadie tiene la obligación de mantener la realidad como dice la gente cuerda que es. Delinquir y sostener a la ley en mis talones era... era sentirme importante.
El existencialismo y la novela policíaca o género negro van continuamente de la mano. A esta corriente se han sumado Carlos Fuentes y su obra La cabeza de la hidra. Jorge Ibarguengortia en Dos crímenes y José Emilio Pacheco en su mejor obra Morirás lejos que abordan el tema recurrente de los que están del otro lado de la ley.
Ricardo Piglia en su reportaje en clave policiaca aborda la teoría antes mencionada aunada a la Psicología Clínica que nos plantea el perfil psicológico del hombre y sus tendencias a delinquir ya sea por rencor, inadaptabilidad en la sociedad o por el simple hecho de hacerlo por maldad:
Dorda, que buscaba quebrantar la ley se hacía el loco para no ser condenado, tenía características esquizofrénicas con tendencia a la afasia. Porque según él, así la gente no se enteraría que era homosexual, y lo anterior gracias a su tío que en su infancia lo violaba
Al remitirnos a lo anterior nos acercamos al territorio de la violencia, Piglia nos plantea una cacería de hombres fuera de la ley a
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