Rebelion En La Granja

Animales; es con eso con los que George Orwell nos compara, pero la comparación durante todo el libro nos cae como anillo al dedo, no hay porque sentirnos ofendidos. Pongámonos a pensar y es lo que hemos hecho durante toda nuestra existencia en este mundo, es decir, comenzamos siendo dependientes de una nación o de un pueblo y alguien con un discurso, así como lo hiciera Hidalgo en nuestro país, nos hace soñar con ser libres, a gobernarnos nosotros mismos, a mejorar nuestras vidas; y en este libro así lo hizo el Viejo Mayor, un cerdo que tenía ese sueño, pero no ser libre de una nación, sino del señor Jones, dueño de la Granja Manor, y tal como lo hacen los grandes él dio un discurso…

“…nuestras vidas son tristes, fatigosas y cortas. Nacemos, nos suministran nuestra comida y nos obligan a trabajar hasta el último átomo de nuestras fuerzas; y en el preciso momento en que ya no servimos nos matan…”

Después de un buen discurso de esos que hacen que se te enchine la piel es obvio que a todos los que estaban ahí se les antojara probar el sabor de la libertad. Y así, como todos, llegamos a un punto en el que ya estamos cansamos de las desigualdades, de ser tratados como juguetes; y sin darnos cuenta ya estamos en plena rebelión contra nuestros opresores, sin organización alguna, solo con nuestras ganas de desquitarnos con ese alguien que nos oprime. Así se encontraban los animales, y sin darse cuenta ya habían echado al señor Jones de la granja, ya habían comenzado la rebelión…

“…se abalanzaron sobre sus torturadores… Jones y sus peones se encontraban recibiendo empellones y patadas. Estaban perdiendo el control de la situación. Aquella inopinada insurrección de bestias a las que estaban acostumbrados a maltratar los aterrorizó…”

Y así de esa manera, es decir, a la fuerza, se comienza una nueva etapa en la vida. Empezamos con nuevas leyes, restringiendo todo lo que tenga que ver con nuestros viejos opresores. Y todos empiezan con esa idea, la idea de la igualdad, de no hacer a nadie menos y así pasan los primeros días, hasta se cambia el nombre de la nación, o en este caso de la granja, para que el lugar suene más propio. Pero lentamente y sin darnos cuenta y gracias a nuestra ignorancia, esas leyes van cambiando a el beneficio de las personas de más alto grado…

“…Snowball tomo un pincel entre los dos nudillos de su pata delantera, tacho “Granja Manor”…Y en su lugar pintó “Granja Animal”…Los mandamientos fueron escritos sobre la pared… Uno.- Todo lo que camina sobre dos pies es un enemigo. Dos.- Todo lo que camina sobre cuatro patas, o tenga alas, es un amigo. Tres.- Ningún animal usará ropa. Cuatro.- Ningún animal dormirá en una cama. Cinco.- Ningún animal beberá alcohol. Seis.- Ningún animal matará a otro animal. Siete.- Todos los animales son iguales…”

Pero siempre se nos engaña con esa idea, la de la igualdad,

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