Reforma Laboral

A menos de tres meses de terminar su mandato como presidente de México, Felipe Calderón envió un proyecto para concretar la Reforma Laboral de las llamadas estructurales que el mandatario electo Enrique Peña Nieto ha dicho que impulsará, pese a que antes fue rechazada por diputados de su propio partido.

No obstante, el contenido de la iniciativa es vista por algunos expertos como una oportunidad para desatar la creación de empleos y la inclusión de medidas que afectarían intereses de los poderosos sindicatos, que han sido históricos aliados del Partido Revolucionario Institucional (PRI), de Peña.

Pero también, a través de los ojos de los militantes de las izquierdas se destaca que el documento establece facilidades para el despido, nuevas formas de contratación, como períodos de prueba de 180 días, pago por hora, legalizar la subcontratación y limitar los pagos por salarios caídos en caso de huelga.

¿Qué tantos beneficios y perjuicios habría de aprobarse la reforma? Nosotrosdiario.mx realiza un análisis, de acuerdo con declaraciones de expertos, sobre los pros y los contras al respecto.

El texto entregado por Felipe Calderón, muy distinto a lo que varios comunicadores afirman, es un intento por reducir el costo de mano de obra, abatir la estabilidad en el empleo, favorecer el despido barato e incrementar el sistema de control empresarial sobre la contratación colectiva.

De acuerdo con lo que Arturo Alcalde Justiniani publicó en el diario la Jornada, los verdaderos autores de la iniciativa buscan lograr, cuatro objetivos torales: El primero pretende suprimir la responsabilidad patronal a través de una subcontratación sin protección. Se pretende encubrir las obligaciones de los beneficiarios del servicio a través de una triangulación con los llamados subcontratistas, que sólo están obligados a cumplir con los derechos mínimos, salario mínimo y seguridad social.

De aprobarse la iniciativa, el subcontratismo se convertirá en el régimen común porque no está debidamente regulado, el futuro será tan sólo de derechos mínimos; por otro lado se afectan el fisco y el régimen de seguridad social. No es recomendable cancelar cualquier forma de subcontratación sino regularla adecuadamente, como han hecho en otros países.

Sus defensores argumentan que se trata de colocarnos al nivel de los países desarrollados y suelen utilizar como ejemplo el modelo Volkswagen en Alemania. Nada más lejano a la realidad mexicana, no sólo porque el salario es quince veces mayor, sino también porque estas formas de contratación se generan en el entorno de negociaciones colectivas con sindicatos auténticos y en esquemas por rama de industria y cadena productiva.

La intención responde a un viejo sueño de la Coparmex, que consiste en suprimir en una nueva forma de contratación, los derechos de estabilidad, antigüedad y prestaciones. Al pagar la hora se agota toda la

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