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Repaso De Español, CENEVAL


Enviado por   •  19 de Diciembre de 2013  •  1.309 Palabras (6 Páginas)  •  418 Visitas

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Determina el tipo de oración en cada caso (simple periodo, compuesta…)

1.-La cabaña que tardamos una semana en construir se incendió ayer

2.- El vino estaba buenísimo y lo compramos en Santiago de Chile

3.- La ciudad portuaria más grande de Portugal es la magnifica Benfica.

4.- Estábamos muy atentos para escuchar el llamado para la hora de la comida.

5.- El señor Manuel quien fue abuelo este mes compró una carriola nueva como regalo

6.- Leer resulta beneficioso para aumentar el nivel cultural de un sujeto

7.- La situación actual es complicada pero mejorará pronto según los analistas

8.- Canadà envió ayuda comunitaria como lo había prometido

9.- La frontera de Mèxico y E.U. es muy transitada

10.- Saltando en un pie para divertir a los presentes aquel bufón gracioso

En el siguiente texto identifica los verbos y señala la persona gramatical (yo, tú, él…) o el tipo de forma impersonal (participio, gerundio, infinitivo) en cada caso

El otro día, buceando por Internet, encontré una categoría en un buscador que me apasionó inmediatamente: tiendas curiosas. A mí siempre me ha fascinado que determinados comercios tengan beneficios, y comprobé que la lista de locales insólitos es mucho más amplia de lo que yo me temía. Por citar unos ejemplos, y que no se ofendan sus propietarios, hallé las siguientes tiendas: una donde sólo vendían objetos en forma de ángel, otra de lápidas mortuorias, otra especializada en cables, otra que ofrecía "la mayor variedad de botones del mundo" e incluso una, lo juro, que prometía tener "todo lo relacionado con la espuma". Por supuesto este breve vistazo al montón de enlaces me hizo plantear muchas cosas, como qué nombre debe recibir una tienda que sólo vende perchas (¿la perchería?) o tratar de imaginar al cliente tipo que compra objetos que se parezcan a un pato.

Crisis Nuclear y Energética

Pavel Vidals Jiménez

Los fenómenos naturales ocurridos en Japón en lo que va del año han conmocionado al mundo y han abierto temas de discusión que habían permanecido latentes. Y es que no se trata sólo de el temblor y el tsunami que le costaron la vida a miles de japoneses, sino que la posterior crisis del reactor nuclear han puesto en la mesa de discusión temas relacionados a la producción de energía y los riesgos que implican.

Las voces que se pronuncian contra la energía nuclear se multiplican por toda la orbe. El fenómeno no es nuevo, desde hace mucho tiempo la explotación de la energía nuclear había sido denunciada por peligrosa, inestable y altamente contaminante.

La energía nuclear se produce mediante un principio sencillo y al mismo tiempo revolucionario: la ruptura de un átomo. Cuando el núcleo del átomo se rompe libera una cantidad de energía tan poderosa que impacta en los núcleos circundantes y los rompe, iniciando así una reacción en cadena que libera cantidades de energía inconmensurables. En la naturaleza existen elementos que por sí solos emiten paquetes de energía a partir de la desintegración de los núcleos atómicos, son éstos los llamados elementos radiactivos. Producir energía con ellos es relativamente barato y teóricamente sencillo, los paquetes de energía liberados por los elementos nucleares, como el uranio, logran temperaturas de ebullición tempranas, elevadas y de larga duración. De allí que los reactores nucleares puedan producir gran cantidad de energía con pocos recursos.

Sin embargo la reacción en cadena puede salir fuera de control y hacer estallar un reactor. Si esto ocurriese las consecuencias serían devastadoras. Una onda expansiva golpearía con fuerza a los objetos circundantes, casas, automóviles y personas volarían por los aires, sólo para que milésimas de segundo después la onda de calor redujera todo a cenizas. Una vez concluida la explosión, una nube de radiación permanecería en el ambiente por decenas de años. Los cuerpos vivos sometidos a radiación, presentan alteraciones genéticas y celulares variadas -como el cáncer- y la exposición a dichos elementos es altamente tóxica y mortal, tanto de manera inmediata como a través de generaciones. No es necesario recurrir a la imaginación para conocer los efectos de una explosión atómica, Hiroshima y Nagasaki fueron bombardeadas en la Segunda Guerra Mundial con resultados desesperanzadores y grotescos. Chernobyl nos mostró que las medidas de seguridad pueden fallar y la fusión del núcleo en la central de “Three Mile Island” nos muestra que no es necesario que un reactor explote para crear severos riesgos a la salud humana y ambiental.

Igualmente, no es necesario que algo salga mal para denunciar daños a la salud y el ambiente. Incluso con un funcionamiento normal, la energía nuclear presenta riesgos severos que hasta hoy se han olvidado de manera consciente o inconsciente. El agua en la que son sumergidas las barras de uranio se evapora, pero como cualquier mezcla que alcance un punto de ebullición, gran parte de ella queda como un concentrado en el fondo del recipiente. En el caso de los reactores nucleares este concentrado se denomina “residuo nuclear”. Los residuos nucleares mantienen niveles de toxicidad

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