Reportaje sobre el parnasianismo
Enviado por eduardofrancal • 17 de Junio de 2018 • Monografía • 2.466 Palabras (10 Páginas) • 210 Visitas
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COLEGIO ESPERANZA
“Forjando la verdad en el amor”
Sección bachillerato
Nombre de la materia: Expresiones literarias
Nombre del trabajo: “Reportaje sobre el parnasianismo”
Nombre del docente: Gabriela de Alba
Nombre del alumno: Eduardo Agustín Franco Calderón
Grado y grupo: 4 “B”
Aguascalientes, Aguascalientes a 13 de abril del 2018.
Introducción
Hipótesis: la mejor manera de comunicar sobre un tema de manera concreta y elocuente, logrando que cualquiera que lo vea quede estupefacto, es un reportaje.
La siguiente investigación se refiere al tema del Parnasianismo. Éste podría ser definido cómo una escuela literaria que surgió en Francia a finales del siglo XIX, y su principal característica es que favorece la perfección formal frente a los descuidos y al sentimentalismo excesivo del romanticismo. Los parnasianistas parecían estar obsesionados con mantener una imagen en la que no se percibiera hendidura alguna; dando así, una visión al mundo de perfección (aunque la dura experiencia de la vida nos ha demostrado que no existe tal cosa). Seguramente es por esto que ellos se sentían tan contrariados, y percibían a la vida como un patíbulo horrendo.
La metodología empleada para la investigación fue el “método lógico deductivo”, el cual consiste en adquirir nuevos conocimientos, a partir de los que ya se poseían. Durante dicha investigación, uno de los obstáculos fue que usé una laptop vieja, por tanto, se apagaba esporádicamente sin previo aviso, a consecuencia del mal funcionamiento de la máquina, tuve que volver a empezar el trabajo una y otra vez. Aunque viéndolo desde otra perspectiva, creo que esto sirvió mucho para poder comprender y dominar el tema.
Finalmente, en el trabajo se presentan:
- ¿Qué?
- ¿Cómo?
- ¿Cuándo?
- ¿Quién?
- ¿Dónde?
- ¿Por qué?
Reportaje por Eduardo Agustín Franco Calderón
El parnasianismo: detrás de todo lo exquisito hay algo trágico...
Francia, finales del siglo XIX, abundan los románticos, idealistas y sentimentalistas. ¿Qué más podría pasar aparte de corroborar –una vez más- que la humanidad está destinada a imitar a un péndulo, dando origen a una escuela literaria en la que se refugiaron aquellos que eran duros cual pedernal? ¡Nada! ¿No me cree? No os preocupéis, ya que haré el papel de Virgilio y usted, hará de Dante. Les daré el mismo consejo que él le da a su protegido mientras caminaban por el infierno y el escepticismo de Dante a las palabras del ángel aumentaba cada vez más: “mira atentamente y verás cosas que darán fe de mis palabras”.
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El parnasianismo fue un movimiento muy importante para el mundo decimonónico porque cambió todos los patrones y estilos previos. Rompió los esquemas. La principal y mayor influencia que dejó en el modernismo fue la perfección del verso bien hecho, la musicalidad, y el ritmo. Dejándolo perfectamente bruñido.
Está caracterizado por ser una reacción al lirismo e intimismo romántico, por su exaltación formal guiada por el lema: “L´art pour l´art”, dicho tópico se torna en la muesca por la que el parnasianismo introdujo todos sus principios, ya que consideraban que el arte, más allá de ser un medio, era un fin. Una forma y no un contenido. No debía tratar temas políticos, sociales, ni morales, sino que sólo debía ser arte en sí mismo y, lo más importante: al momento de la creación, el artista debía deslindarse de cualquier preocupación.
Su –exótico- nombre es de origen griego y viene de una revista francesa: Le Parnasse contemporain. Según la mitología griega el Monte Parnaso era considerado como morada de las Musas y de Apolo. Es la patria simbólica de todo artista. Entonces si –como yo- deseas librarte de esta gente vulgar e inculta, de caras ordinarias, tontas y aburridas, complementadas –como si hiciera falta- con gestos brutales, ya sabes a dónde ir.
La obra que marcó este movimiento es “Breve tratado de versificación francesa” en 1872, por Théodore de Banville. A pesar de esto, Théophile Gautier, y Leconte de Lisle son considerados los fundadores. Pobre Banville, pero vamos, estaba compitiendo contra un poeta, crítico y novelista francés, que durante cuarenta años fue una figura prominente de la vida artística y literaria de París, le recomiendo enfáticamente que corra a leer su obra maestra “Esmaltes y camafeos”, estoy hablando de Gautier, quien -como buen parnasianista- opinaba que el artista no tenía ningún compromiso con la ética y que, por el contrario, su obligación era alcanzar la perfección en la forma y la expresión. La impersonalidad y las cualidades técnicas de su poesía eran un oprobio para los románticos. ¿Y qué decir de Leconte? Principal exponente del parnasianismo, miembro de la Académie Française, su obra es reconocida por su corrección estilística y tener una actitud pesimista hacia la vida. Vaya y lea su primer libro “Poemas antiguos” y podrá ver cómo es que, en el prefacio, ataca con aversión las tendencias románticas. El tipo era un dotado, y es que no a cualquiera le dedican un monumento escultórico (también tiene dedicada una calle en el XVI° Arrondissement) en un lugar bucólico y casi parnasiano, los Jardines del palacio de Luxemburgo.
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Fueron sus obras y las de los parnasianistas en general, una de las más grandes influencias que tuvieron los poetas modernistas. A continuación, le muestro el poema “Venus” de Rubén Darío:
En la tranquila noche, mis nostalgias amargas sufría.
En busca de quietud bajé al fresco y callado jardín.
En el obscuro cielo Venus bella temblando lucía,
como incrustado en ébano un dorado y divino jazmín.
A mí alma enamorada, una reina oriental parecía,
que esperaba a su amante bajo el techo de su camarín,
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