Reseña, Víctor Manuel Longa

Lenguaje humano y comunicación animal: análisis comparativo

El análisis oportuno y provechoso que deja en el segundo periodo académico del año 2009, la Cátedra Low Maus, donde se ofreció el seminario “Análisis comparativo del lenguaje humano y la comunicación animal” a cargo del profesor Víctor M. Longa, desató la idea de condensar tan colosal empresa de plasmar en un libro su investigación sobre el lenguaje humano.

La conferencia central ofrecida por Longa sobre el origen y la evolución del lenguaje humano, “sostiene un sano equilibrio entre teorías como la de N. Chomsky y los hallazgos de la paleontología y arqueología modernas” (Barragán, Prólogo, en Lenguaje humano y comunicación animal: análisis comparativo, Víctor M. Longa 2012.). Así la oportunidad de ofrecer estudios que abarquen una investigación profunda y como el propio Longa cita en su introducción: “El libro persigue un decidido afán didáctico, evitando en general una presentación técnica. Por ello, pretender ser accesible para lectores no especializados en comunicación animal y no demasiado familiarizados con tratamientos muy específicos del lenguaje.” Interesa a aquellos que deseen reconocer y ampliar su conocimiento sobre el lenguaje. Lo que allí se narra permite explorar los procesos designados al lenguaje humano y a la comunicación animal y de lo que esto implica una relación matizada en el hecho de coexistir en el mismo planeta.

Le concierne a este escrito proponer un horizonte de la comunicación animal , enmarcado en la complejidad de la misma – diversidad, eficiencia, paradigmas, prejuicios-. Un análisis interpretativo- argumentativo, por ejemplo, los modelos descritos en la investigación de Longa sobre algunos sistemas, seleccionados por su interés y representatividad a través de los tres capítulos, estimula el conocimiento del lector; a partir de estas bases el lector se apropia del lenguaje mismo con que Longa emprende su análisis y estudio sobre el lenguaje humano y comunicación animal.

Longa nos sumerge en la noción de comunicación y su condición. Asimismo a través del primer capítulo nos presenta el cimiento de la comunicación como una metamorfosis.

Gracias a los mecanismos sensoriales, los organismos extraen información del entorno (o aspectos de él) que es relevante para sus condiciones de vida. Esto supone que la información, frente a los datos en bruto del entorno, permite que el organismo modifique, en mayor o menor medida, su conducta (encontrar comida, evitar peligros, etc.). Por ello, la información es fundamental para los seres vivos. (Longa, 2012, p. 19). Por esta razón los organismos buscaran procesar dicha información mediante su comprensión, así que, el procesar la información dependerá de las dinámicas de cada especie y del entorno. El entorno ofrece datos, pero sólo se puede inscribir el sentido de dato en un sistema donde intervenga la conciencia de dicho organismo y lo pueda transformar en información. La transformación advierte una interacción comunicativa de la información, y es allí donde se instala la necesidad de compartir esa forma de ver el mundo, esa forma de integrarlo y reconocerlo.

Para que exista verdadera comunicación, debe existir intención de comunicar por parte del emisor, y el receptor debe reconocer la información como tal, alterando su conducta de acuerdo con esa información (Longa, 2012, p. 23). La intención de Longa en este apartado es considerar los diferentes tipos de señales desde la perspectiva semiótica, usando la clasificación básica que parte de la diferencia entre dato autónomo y no autónomo (Tusón 1984: 7-13) para luego comparar y traer ejemplos relacionados con la comunicación animal, dato autónomo es el que

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