¿Sabes elegir?
Enviado por Juan Rutherowski • 2 de Septiembre de 2015 • Ensayo • 939 Palabras (4 Páginas) • 153 Visitas
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Por Ibn Juan de Rancagua. (Juan Álvarez)
El propósito de este escrito es dar a conocer lo difícil que puede ser tomar decisiones. En la vida diaria, acostumbramos a tomar muchas de estas, estando conscientes o inconscientes, ya sea para bien o para mal; por voluntad propia u obligados, la cuestión es que las tomamos igual. Por este motivo y por esas casualidades de la vida, me he puesto a pensar en lo difícil que ha de ser este acto.
Tan difícil puede llegar a ser que en la antigüedad los reyes temían de tomar malas decisiones y optaban por un consejero, ese afortunado servidor, como bien dice su nombre, de alguna forma tenía que solucionar el problema al que se enfrentaba el rey. Pero, ¿por qué es tan difícil tomar decisiones? Intentaré responder con las treinta y cuatro líneas siguientes, sin contar las citas.
A partir de lo que sé, tengo que decir que existen varias hipótesis del porqué intentamos tomar buenas decisiones, y de cómo sabemos que son buenas, además cabe destacar que no siempre se pueden tomar buenas decisiones.
La primera dificultad que enfrentamos cuando intentamos elegir bien es, el qué dirán. Esto es un miedo frecuente en la toma de decisiones y más aún cuando la persona que la toma es importante, como un rey por ejemplo. Así lo grafica de buena manera Don Juan Manuel:
“Otra vez, hablando el Conde Lucanor con Patronio, su consejero, le dijo que estaba muy preocupado y disgustado por algo que quería hacer, ya que, en el caso de hacerlo, sabía que muchas personas encontrarían motivo para criticárselo; pero, si no lo hiciera, creía él mismo que también se lo podrían censurar1 con razón. Le contó a Patronio de qué se trataba y le rogó que le aconsejase en este asunto. –Señor Conde Lucanor –dijo Patronio–, bien sé que encontraréis2 a muchos que podrían aconsejaros mejor que yo y, como Dios os hizo de buen entendimiento3 , mi consejo no os hace mucha falta; pero, como me lo habéis pedido, os diré lo que pienso sobre este asunto. Señor Conde Lucanor –continuó Patronio–, me gustaría mucho que pensarais en la historia de lo que le ocurrió a un hombre bueno con su hijo”. Gómez, F. ( 1987). Libro del conde Lucanor. Madrid: Castalia.
Otro factor importante en este rápido proceso mental es, lo que tiene a favor y lo que pierde, es decir, qué gana al tomar esa decisión y qué podría perder. Así es, cuando tomamos decisiones siempre pensamos en los pro y los contra, a veces un tanto inseguros, o a veces somos bastantes osados y arriesgamos hasta el punto de perderlo todo.
Antiguamente, en un mundo teocéntrico como el de Don Juan Manuel, el destino del hombre giraba en torno a Dios y las decisiones que tomaba él eran implacables, entonces se pensaba que cualquier desdicha que sufrieras era para bien, ya que, Dios lo hacía a su voluntad y su decisión era lo mejor que te podía pasar. Estas decisiones son ambiguas, porque en aquellos tiempos no se tenía acceso a tanta información o simplemente eran castigados los que pensaban de otra forma. Asimismo una persona cualquiera no podía anteponerse ante la ley de Dios, por lo tanto, tu destino dependía del todo poderoso y no podías cambiar de decisión. Muy bien lo hizo Don Juan Manuel al escribir esta historia:
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