Sociologia
Enviado por frangyli • 15 de Octubre de 2014 • 556 Palabras (3 Páginas) • 139 Visitas
La función científica, teórica o especulativa, de la Sociología Jurídica, está en el fondo de la Sociología Jurídica misma, en tanto que es ciencia, antes de toda aplicación: ciencia y saber, pero un saber sometido a ciertas condiciones: razonado, sistematizado, ligado. No un saber intuitivo o de puro buen sentido.
No existe ciencia cuya exposición introductoria no comience con una puesta en guardia contra el buen sentido. Hay que desconfiar de las pretendidas evidencias. En Sociología, hay que desconfiar incluso de un tipo particular de evidencia: la que surge a posteriori. Muchas veces, al término de una encuesta o de un sondeo, se siente la inclinación de gritar que la investigación no ha hecho otra cosa que abrir puertas que estaban ya abiertas y que no ha revelado nada que no se hubiera podido presentir con una pizca de buen sentido.
Más ello significa perder de vista el cambio capital que se ha producido. Lo que antes era únicamente presentido, en adelante resulta conocido con una incertidumbre objetiva, que es por ello indefinidamente comunicable, sobre todo si se ha cuantificado.
La tentación de comprender antes de conocer hay que temerla aun más en la Sociología Jurídica que en la Sociología General, porque parece que es más natural en ella. Sobre los fenómenos sociales en general no sentimos una conexión intelectual tan directa como los fenómenos jurídicos. Y es que cada hombre (por lo menos en las sociedades modernas) experimenta en sí mismo y posee de hecho una especie de competencia innata de legislador y de juez, que le hace los fenómenos jurídicos más familiares. Pero un sentimiento semejante induce con facilidad a la temeridad y al error.
Se podría llenar un libro con todo lo que es verosímil según el buen sentido, que no es verdad según la ciencia. Por utilizar un ejemplo histórico, los autores del siglo XVIII admitían como evidente, que en las sociedades arcaicas (el estado de naturaleza) las formas del contrato debían ser mucho más sencillas que en las sociedades modernas (civilizadas), hasta que la Etnología vino a mostrar en qué medida el pensamiento salvaje puede ser útil y complejo, lo mismo para contratar que para realizar otras operaciones.
Otras veces ocurre - y no es extraño - que la verosimilitud marcha en diferentes sentidos y si nos detenemos en uno más que en otro, lo hacemos al azar de la primera impresión, sin perjuicio de decir cuando llega el mentís de los hechos: “¡Pero sí era evidente”! . ¿Se encuentran las personas casadas más inclinadas al suicidio que las demás? Un mal casado lo creerá a primera vista: el matrimonio crea evidentemente una serie de tensiones (aun sin necesidad de evocar las causas de rencor que duplica). Pero existe también la antítesis: el matrimonio es evidentemente una cadena que retiene. Para decidir entre las dos soluciones no hay otro juez que
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