Teoria Ortografia
Enviado por mariacorreaespin • 27 de Octubre de 2013 • 1.244 Palabras (5 Páginas) • 540 Visitas
EJERCICIOS
1. Trate de leer, en voz alta, el siguiente fragmento de un trabajo de Gabriel García Márquez. En él se han omitido todos los signos de puntación.
Tenía cinco años cuando mi abuelo el coronel me llevó a conocer los animales de un circo que estaba de paso en Aracateca el que más me llamó la atención fue una especie de caballo maltrecho y desolado con una expresión de madre espantosa es un camello me dijo el abuelo alguien que estaba cerca le salió al paso perdón coronel le dijo es un dromedario puedo imaginarme ahora cómo debió sentirse el abuelo de que alguien lo hubiera corregido en presencia del nieto pero lo superó con una pregunta digna Cuál es la diferencia No la sé le dijo el otro pero éste es un dromedario El abuelo no era un hombre culto ni pretendía serlo pues a los catorce años se había escapado de la clase para irse a tirar tiros en una de las incontables guerras civiles del Caribe y nunca volvió a la escuela pero toda su vida fue consciente de sus vacíos y tenía una avidez de conocimientos inmediatos que compensaban de sobra sus defectos Aquella tarde del circo volvió abatido a la casa y me llevó a su sobria oficina con un escritorio de cortina un ventilador y un librero con un solo libro enorme lo consultó con una atención infantil, asimiló las informaciones y comparó los dibujos y entonces supo él y supe yo para siempre la diferencia entre un dromedario y un camello al final me puso el mamotreto en el regazo y me dijo Este libro no solo sabe todo sino que es el único que nunca se equivoca Era el diccionario de la lengua
Léalo ahora en voz alta; ya se han incluido todos los signos de puntuación.
Tenía cinco años cuando mi abuelo el coronel me llevó a conocer los animales de un circo que estaba de paso en Aracateca. El que más me llamó la atención fue una especie de caballo maltrecho y desolado con una expresión de madre, espantosa. “Es un camello”, me dijo el abuelo. Alguien que estaba cerca le salió al paso. “Perdón, coronel”, le dijo. “Es un dromedario”. Puedo imaginarme ahora cómo debió sentirse el abuelo de que alguien lo hubiera corregido en presencia del nieto, pero lo superó con una pregunta digna:
― ¿Cuál es la diferencia?
― No la sé ― le dijo el otro―, pero éste es un dromedario.
El abuelo no era un hombre culto, ni pretendía serlo, pues a los catorce años se había escapado de la clase para irse a tirar tiros en una de las incontables guerras civiles del Caribe, y nunca volvió a la escuela. Pero toda su vida fue consciente de sus vacíos, y tenía una avidez de conocimientos inmediatos que compensaban de sobra sus defectos. Aquella tarde del circo volvió abatido a la casa y me llevó a su sobria oficina con un escritorio de cortina, un ventilador y un librero con un solo libro enorme. Lo consultó con una atención infantil, asimiló las informaciones y comparó los dibujos, y entonces supo él y supe yo para siempre la diferencia entre un dromedario y un camello. Al final me puso el mamotreto en el regazo y me dijo:
Este libro no solo sabe todo, sino que es el único que nunca se equivoca. Era el diccionario de la lengua (...)
2) En los siguientes enunciados se han eliminado las comas. Colóquelas donde sea necesario.
a. En la habitación había sillas sillones butacas y mesas.
b. Serena pausada clara y firmemente respondió las preguntas.
c. La Revolución Francesa hizo famosa esta consigna: “Libertad Igualdad fraternidad”.
d. La energía la vitalidad la alegría y el entusiasmo reinaban en las actividades.
e. Tráeme el libro Juan por favor.
f. Te he llamado querido amigo para hacerte una pregunta.
g. Mañana Luis empezaremos temprano.
3. También en estos enunciados se han eliminado
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