Tepetongo En La Azotea, Severino Salazar

“Tepetongo en la azotea”

Severino Salazar.

ASUNTO: Don Jose se gana la vida con la crianza de sus guajolotes, el habita en un pequeño pueblo con su mujer e hijos. Debido a la falta de ganancias en su oficio la familia toma la decisión de migrar del campo a la ciudad para ganarse la vida, a su llegada se instalan en un pequeño cuarto ubicado en la colonia Santa Clara en la Ciudad de Mexico.

El primer trabajo del señor José fue como repartidor de gas, trabajo agotador en el que se mantuvo por algunos meses, después de ese lapso de tiempo encontró empleo en un edificio viejo pero bastante elegante, en el que laboraba como conserje, oficio que no le era desagradable sino todo lo contrario; limpiaba cada uno de las 15 pisos de aquel edificio durante todo el día sin disgustarle. La actitud responsable y su simpatía, en el trabajo hizo que ganara la confianza de todo aquel que ahí laboraba: paso de ser conserje a elevadorista y de ahí a conseguir ser el administrador de intendencia, este último dado gracias al cambio de dueño de dicho lugar.

La azotea de aquel edificio era sin duda su lugar favorito porque tenía una vista impresionante de la ciudad, también se encontraba ahí una casa y una bodega ambas abandonadas, las cuales fueron habitadas posteriormente por él y su familia; no solo era grande también se padecía de vientos fuertes y un sol penetrante, pero la esposa de él supo cómo hacer de ese espacio un lugar agradable. Pronto la azotea se transformó en una réplica del pueblo en donde se podía encontrar desde guajolotes, cerdos, una vaca y un panal de abejas, los cuales discretamente llegaban al edificio a mitad de la noche con el fin de no ser descubiertos. Ruidos extraños, penetrantes olores, picaduras de abejas y otros indicios daban la sospecha de que algo ocurría en aquel último piso del edificio, la familia vivía con la angustia de ser descubiertos por el dueño y de perder todo aquello que habían logrado desde su llegada.

Llego el mes de Septiembre, transcurría un día normal pero ya habían pasado varios meses y las plantas sembradas en la azotea habían crecido mucho tanto que la enramada estaba cubierta de chayotes provocando que el peso de estas y el fuerte viento tiraran un par, esa tarde el ingeniero lo noto creándole disgusto y enojo que lo llevaron a ver por sus propios ojos que ocurría en aquel lugar, al ver descubierta su mayor preocupación don José se encontró en un dilema, lleva acaba junto a su mujer e hijos un acto desesperación: lo amordazan, lo atan y esconden en la bodega, el plan era salir de ahí para evitar ser descubiertos. Transcurrió la noche y al amanecer de aquel día 19 de Septiembre del año 1985 la Ciudad de México fue sacudida por un terremoto el cual derrumbo todo el edificio, dejando ver entre el polvo la sombra de un hombre caminando entre los escombros en compañía de unas peculiares aves.

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