Trascender a las adversidades

Trascender a las adversidades

“Almas urbanas” es una colección de cinco cuentos donde se narra las historias de una variedad de personajes que trascienden a las adversidades que se les presenta. El cuento con que la sociedad, a gran escala los jóvenes, se sentirían identificado  “Monstruos en el espejo” donde acontece el desprecio hacia cualquier individuo respecto al entorno en el que se desenvuelve, además del aislamiento familiar y la falta de comunicación con estos. Con el apoyo y comprensión de sus “rarezas” pueden preceder los acontecimientos que los agobian y ser libre de expresarse tal y como cualquier otro ser humano.

Como bien afirma Olga de Obaldía en una entrevista realizada por la Estrella de Panamá: “Son historias de personas que dentro de su condición de gente común, dejan ver a través de cada narración lo complejo de su humanidad”.

En el instante que nacemos, contamos con algo que nos identifica ante toda la humanidad, pero ¿Quiénes son aquellos que se atreven a demostrar lo que verdaderamente son? Aquellos que se aventuran, suelen ser juzgados por la sociedad, y en muchos casos por los propios seres que les dieron la vida. En un mundo donde lo particular es aislado de las voluptuosas masas que se rigen por un estándar implantado por vuestros predecesores. La indiferencia con la que es tratada estos individuos en “centros educativos” donde debería gobernar las normas y valores, como le sucede a Antonia que era víctima de apodos mal intencionados “Saturnina, la extraterrestre, la más rara, la más conga y la más peste” (p. 27), en donde claramente se ve víctima de sus propios compañeros de clases y a una mínima edad.

Estos individuos vienen otorgados con un don que los hace diferente, y por este simple hecho se le es juzgado. Esto se debe a la falta de comunicación con los padres, en donde no se les comprenden y mucho menos se les escucha, optando por la opción de hacerles cambiar para que sea uno del montón  y dejen de ser uno en un montón. Es un ciclo que se repite día tras día, hasta que el individuo ceda a cambiar o que sea entendido por los demás. Situación que ocurre con Antonia cuando su madre le dice: “Toñita, hija, por favor, deja de dibujar esos monstruos, pon atención en el salón, haz amiguitas en la escuela, ya pronto vas a crecer y a ser una señorita como tu hermana, no vas a llegar a nada en la vida si sigues así. Cuando tu papá llegue del trabajo le voy a tener que decir y te va a castigar. Es que no puedes seguir así, a tu hermana todavía la molestan en la otra escuela por su hermanita…” (p. 31). A estos no se les permite opinar acerca de qué hacer y cómo actuar, ya que los mayores consideran nuestro desconocimiento sobre la realidad de la vida como una debilidad a la que deben prepararnos. Pero, ¿Es tan difícil una charla íntima sobre vuestros pensamientos?

Cuando llega el momento de expresar cada pensamiento, sentimiento que se oculta ante toda la sociedad debido al desprecio, miedo e incluso al aislamiento que se les otorga por ser diferentes, en sus forma de ser, actuar, pensar… desarrollando aquello que se denomina ineptitud social, la dificultad de socializar con otras personas, ocurre el cambio. Los padres son aquellos que pueden cambiar el estado de un niño, con el simple hecho de escuchar y comprender, estos pequeños anhelan ser aceptados por como son, principalmente por sus padres. Y esto ocurre con Antonia, cuando su padre decide al fin conversar con su pequeña, que incluso creía que su padre le temía por los comentarios que recibía:

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