UN DÍA EN EL ZOOLÓGICO

UN DÍA EN EL ZOOLÓGICO

Erase una vez en un pequeño pero lindo zoológico donde vivían muchos animales, pero los más visitados y admirados por los niños eran Silvestre el león, Juana la jirafa, Pedro el oso, Nacho el chango y su gran dolor de cabeza Max el pingüino.

Pero Max a pesar de que era el más pequeño les jugaba muchas travesuras mientras dormían como pintarles la cara, cambiarles la comida de lugar, y eso les molestaba mucho a parte cuando despertaban para ser presentados al publico la gente se burlaba de ellos y eso los tenía muy enfadados que un día decidieron vengarse de el.

Un día silvestre el león convoco a una reunión por la noche sin que se enterara Max el pingüino para ver de qué manera se vengarían de él.

Al anochecer sin que se diera cuenta Max el pingüino, los animales se reunieron en la jaula de nacho el chango, cuando ya todos estaban reunidos empezaron a gritar sin ponerse de acuerdo hasta que Pedro el oso dijo basta lo que queremos es vengarnos del pingüino y lo que estamos haciendo es pelearnos entre nosotros, al terminar la reunión decidieron ponerle pintura en su estanque, pero Juana la jirafa no estaba del todo de acuerdo.

Al llegar el día de la venganza, cuando el pingüino estaba a punto de meterse en su estanque la jirafa arrepentida el grito no, no, no lo hagas el pingüino pregunto por qué y la jirafa de una manera muy sincera le confesó la verdad, explicándole sus motivos del porque de su venganza, el pingüino Max se puso a pensar y decidió pedirles disculpas a todos los animales por todas las malas bromas que les hizo, Juana la jirafa les explico que si se vengaban de el las bromas jamás terminarían, Max el pingüino, Silvestre, Pedro, Nacho y Juana decidieron jamás hacerse bromas y ser los mejores amigos del zoológico.

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