UN MAL HABITO

     Un mal habito, una vida con menos tiempo

Hace algún tiempo, la percepción de una mejor calidad de vida estaba asociada a la posibilidad de tener una casa grande, tener vehículos lujosos, viajar por cualquier parte del mundo y consumir bienes y servicios de forma casi irracional. Hoy hay más conciencia de los hábitos y sus repercusiones en el medio ambiente y se entiende como calidad de vida el contar con aire limpio, con agua potable y sentirnos seguros de disfrutar de diferentes maneras las ciudades, sin olvidar que estar en ellas implica producir basura, el hábito de consumo está en constante transformación y por lo tanto, resulta difícil percatarnos del ritmo o velocidad con la cual nos deshacemos de lo que simplemente ya no nos sirve nos estorba ya no utilizamos o se ha tornado obsoleto por efecto de las modas. Y es allí cuando nos damos cuenta que al no crear simples hábitos que contribuyan a mejorar el medio ambiente podríamos contraer “muerte por falta de conocimiento”.

     Ser sustentables, es un proceso equitativo fundado en la conservación y protección del medio ambiente donde lo social y económico sean piezas claves que aseguren a las futuras generaciones.

      Conocer un mar vivo e incandescente una puesta de sol colorida que alegra al alma, una montaña verde y grande y una nieva tan blanca como la pureza de un niño, es lo que nos hace ser seres racionales, ya que un mundo colorido no se creó por nosotros mismos sino por la naturaleza.

     Un hecho problemático es la contaminación del aire que en algunas ciudades como Barranquilla asumen nuevas medidas preventivas como son, los equipos de monitoreo de calidad del aire que llegaron a ella en desarrollo de un acuerdo suscrito entre Colombia y la Agencia de Cooperación Internacional de Corea, Koica. Estas dos estaciones, una ubicada en el parque las tres avemarías y otra en la escuela de policía Antonio Nariño escogidos por ser área de influencia directa de las fuentes de emisiones más representativas de la ciudad: el corredor de la Vía 40 y la Circunvalar, Logrando en tiempo real las mediciones de los niveles de contaminantes, lo que permitirá, entre otras acciones, adoptar medidas para disminuir los casos relacionados con infecciones respiratorias agudas.

     La directora general del Damab, Sara Belén Rodríguez Manzur, explico el pasado mes diciembre de 2016:

La instalación de estas herramientas se hizo en el marco de un convenio de cooperación internacional entre el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible, la Alcaldía  de Barranquilla y el Gobierno de Corea del Sur, denominado 'Fortalecimiento de los Sistemas de Vigilancia de la Calidad del Aire y de las Capacidades Técnicas e Institucionales para la Gestión Integral de la Calidad del Aire en Colombia', con un costo de 5 millones de dólares representados en equipos, capacitación y entrenamiento especializado del personal encargado, para las tres autoridades ambientales seleccionadas: Damab, Corpamag y Corpoboyacá.

     Estos equipos son sensores que trabajan con 100 voltios de corriente. La transmisión de datos se hace a través de vía telefónica o módem. No hay ningún tipo de transmisión radioeléctrica que pueda afectar la salud humana.

     Por otro lado podríamos mencionar como otro hecho problemático y es la incorrecta gestión de desechos, que ha venido trayendo consecuencias a escalas innumerables por cuales entidades como el banco mundial quien lleva a cabo un proyecto patrocinado por el programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) sobre la recuperación de recursos y reciclaje de desechos. El objetivo de este proyecto es evaluar, documentar y demostrar técnicas de bajo costo para la recuperación y reciclaje de los desechos municipales con el fin de mejorar las prácticas generales de gestión de los desechos y generar recursos financieros para las actividades de recogida y eliminación.

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