UNA BUSQUEDA SIN FIN VOLUNTARIAMENTE ACEPTADA.

UNA BUSQUEDA SIN FIN VOLUNTARIAMENTE ACEPTADA.

La afirmación de que la ciencia lleva a la verdad y todos los conocimientos científicos son considerados verídicos, o la afirmación de que el científico es la única persona que tiene acceso a la verdad y que un científico puede llegar a la total aprehensión sobre un tema, son afirmaciones que serían expresadas por una persona carente de actitud científica, pues la verdadera actitud científica es el saber que la ciencia es el camino hacia la verdad pero con la concepción de que los logros científicos son simplemente piezas de la verdad y este camino, nunca dejará ver su final y parte de la actitud científica es aceptar esta verdad.

Entonces, no cualquier persona podría afirmar que sigue una actitud científica, pues habría que llegar a ver las causas por las que lo afirma, pues algunas personas pueden decir que porque además de tener una buena preparación teórica es un(a) apasionado(a) a la lectura, un(a) buen(a) observador(a) , o con buenas características investigativas, pero además de estas cualidades (todas JUNTAS), la actitud científica está marcada por muchas más características que forjan una personalidad definida y no muy común ni fácil de encontrar, tampoco imposible ni extremadamente difícil de alcanzar.

La actitud científica se define como la predisposición a “detenerse” frente a las cosas para tratar de desentrañarlas, con una pregunta que se aplicaría a todas las cosas: ¿Qué es esto? Y con la intención de darle la respuesta más completa posible y con la sensación de que nunca estará completamente resuelta. Esto, como se dice anteriormente es algo que se aplica a todas las cosas, no por realizar la actividad científica sobre un tema respectivo aunque se tenga una actitud muy acertada y se realicen de muy buena forma la investigación, la observación, el análisis de resultados, etc. Alguien puede afirmar con seguridad que tiene actitud científica, pues una actitud científica real esta aplicada por una sola persona a todas las cosas de su alrededor, pues siempre se quiere encontrar la verdad de todas las cosas, pues esa es la base de la actitud científica, la búsqueda, podría decirse desmesurada de la verdad.

Entonces el juzgar la existencia o no de la actitud científica en una persona, también es un proceso de investigación a las características principalmente actitudinales de la persona, así pues, el que un hombre maduro o una mujer madura, posean altos niveles de educación oficial alcanzada, por ejemplo un doctorado en ciencias naturales o algo parecido, no puede ser el indicativo único de que posean una actitud científica, así como puede que la tengan, puede que no, y puede que un niño de 3 años juguetón e inocente, esté más cerca a la actitud científica que estos, pues los niños siempre nos muestran niveles enormes y casi insaciables de curiosidad, la cual es la herramienta más importante de la actitud científica, pues se expresa con esas ganas intensas de buscar la verdad, entonces, esta actitud infantil, es parte importante de la actitud científica.

Aquí entonces podemos unir dos ideas diciendo que la búsqueda de la verdad, es la principal base de la actitud científica, y la curiosidad insaciable, la principal herramienta de esta búsqueda.

La actitud científica, como vemos, no es una realidad fácil de alcanzar, pero si es la realidad que la mayoría de personas que quieran un productivo futuro profesional, deben ponerse como objetivo importante a alcanzar, y debería ser punto clave en el objetivo de todo tipo de institución de educación, el crear jóvenes con una correcta actitud científica, lo cual sería un aporte importante para el futuro de la humanidad, pues así como avanza el número de logros científicos (decimos avanza en vez de aumenta, porque además de que el número crece, los logros son cada vez más complejos, más específicos y más complicados en su consecución), debe avanzar la sabiduría humana, deben crearse nuevas estrategias, nuevos medios, por la tanto necesitamos mentes de niveles incluso superiores a los de los grandes pensadores y científicos de la historia.

En eso, algunos

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