UTOPIA
Enviado por reproduccion • 22 de Abril de 2014 • Informe • 549 Palabras (3 Páginas) • 229 Visitas
Todo el mundo tiene referencias y habla de este librito, pero son poquísimos los que lo han
leído.
Yo mismo lo desconocía hasta hace poco.
Vino a mis manos una edición española del año 1638, y su lectura me impresionó
profundamente, y estoy seguro de que su difusión ha de hacer un gran bien entre todos los que
andamos en " cosas" sociales.
Santo Tomás Moro publicó su "UTOPIA" en 1516, y Lutero dio el primer paso hacia la
Reforma Protestante en 31 de octubre de 1517, al publicar sus 95 tesis en Wittemberg. Después, la
Historia ha seguido su curso.
De estos hechos han pasado cuatro Siglos y medio, y hoy tenemos suficiente perspectiva
para darnos cuenta de muchas cosas que nuestros antepasados no pudieron ver.
Ambos hechos se produjeron en los tiempos en que el poder espiritual y temporal de la
Iglesia Católica habían llegado al máximo. En todo lo que hoy llamamos "Occidente" no existía
más que una sola religión, bajo la autoridad suprema del Papa de Roma, al cual prestaban
acatamiento todos los Príncipes.
Se habían constituido y consolidado casi todas las grandes naciones de Europa. El poder
temporal de la Iglesia se había consolidado en dos aspectos:
1º Poder concentrado, constituido por los Estados Pontificios, en los que el Papa era
soberano absoluto, y
2º Poder diluido, formado por las posesiones, mas o menos feudales, de todos los
dignatarios eclesiásticos en todos los países. Desde las Parroquias rurales a los grandes
Arzobispados, pasando por todos los Obispados y las grandes (y pequeñas) Abadías y Conventos.
¿Y el pueblo? ¿Qué papel desempeñaba en todo esto el pueblo? Lo que hoy llamamos
"pueblo" entonces se denominaba "los súbditos", "los vasallos", "los sujetos"..., nombres todos
que indican netamente que la gente sin privilegios (el vulgo) eran, ante todo, los sometidos y los
servidores de los poderosos;
La gente del pueblo no tenía "patria" (pasarían dos siglos antes de que se inventara), pero
tenían Rey, al que tenían que servir lealmente. Y. esta era regla. A esto ahora lo denominaríamos
"discriminación señorial": - los "señores" por una parte y los "siervos" por otra.
Este proceso del poder temporal empezó (para la Iglesia) con la conversión (o así) de
Constantino y el Edicto de Milán en el año 313, y llegó a su máxima "perfección" en los tiempos
que precedieron a la Reforma. La gente de Iglesia (excepto los Santos) estaba segura de que lo
mejor era el estar aliada con los poderosos y él - ser poderosos ellos mismos; ya que el "pueblo"
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