Un Rato Literario
Enviado por R4F43L123 • 23 de Abril de 2014 • 3.708 Palabras (15 Páginas) • 257 Visitas
Y ahí estaba, postrada en el mismo lugar en el que me había enamorado durante años, con la misma pequeña sonrisa pero sin la chispa de sus ojos. Se acercaba el amanecer, poco antes de las seis de la mañana, no quería que iniciara el siguiente día, no podía, no estaba listo, la ola de preguntas ajenas que bombardearían los hechos , las que bombardearían mi mente, quería llorar, la ame tanto, como nadie había amado me encontraba en el cuarto, donde años atrás habíamos compartido nuestros sueños, no era un cuarto grande, no lo necesitábamos, tenía apenas una cama matrimonial semi-nueva, con almohadas tersas color café, cobijas gruesas y armazón de madera, enfrente de la cama estaba el televisor que rara vez se encendía , unas cortinas color coral compradas en nuestro último viaje a las costas de Yucatán, un pequeño buro a lado de la cama, varios pares de zapatos acumulados de mucho tiempo en el viejo closet comprado en el verano que nos unimos, la ropa estaba dispersa en el interior de sus cajones, una pequeña ventana que asomaba al áspero ambiente matutino de la ciudad, esa ventana, donde varios amaneceres me vio partir hacia la oficina, en las paredes los recuadros de nuestra boda, nuestros padres y nuestras aventuras, aventuras que no volverían, que era recuerdos, solo eso, la puerta era de caoba con una chapa simple de metal.
Termino su vida mientras dormía, no sufrió mucho, no lo merecía, de nombre Andrea, ella era tierna y buena con las personas, de ojos chicos y pestañas grandes, de cabello castaño, sus manos eran pequeñas al igual que sus pies, su sonrisa cautivaba a quien sea y aquel encanto natural que yacía preso en su mirada, no tenia voluntad cuando sus ojos se entrelazaban con los míos caía preso ante sus caprichos y necesidades, era de cara pálida, de frente pequeña y de mejillas enrojecidas, de labios adictivos y palabras suaves, de pequeños suspiros y largos pensamientos, su cuerpo era delgado y su mente humilde, contaba con sentimientos sinceros e ideas aventureras, se encariñaba rápidamente con las personas, a veces sufría cuando estas se alejaban, era una niña hecha mujer, tenia expresiones claras y abrazos cálidos, sus ojos a veces se perdían mirando el futuro y su sonrisa hacia que encontrara el mío, tenía aspecto fuerte pero por dentro era débil, yo pasaba noches en vela intentando curar sus heridas mientras ella lloraba, su vida no fue fácil pero ¿Qué vida puede ser fácil? La respuesta natural es ninguna, la vida siempre es una lucha y ella lucho hasta su último aliento, haciendo realidad sus sueños, ideas y metas, lucho hasta el día de hoy, que ha abandonado esa lucha, que ya no puede seguirla, era de conversaciones largas e interesantes a veces pensaba que yo me iría, que me alejaría o que llegaría a huir debido a la dificultad de las circunstancias, que ingenua, como podría dejar lo que más amaba, ¿cómo dejarla? Si era yo quien mendigaba sus caricias, besos, abrazos, palabras y miradas, si era yo quien deseaba soñar hasta sus pesadillas con el fin de que no sufriera mas, si la cuidaba día y noche, sin ningún contratiempo, sin importarme nada más.
Andrea nació el 20 de enero de 1974 (tenía apenas 30 años al morir) era una tarde soleada como cualquier otra, los niños jugaban en el parque cercano al hospital “el bueno vivir” los puestos vendían sus abarrotes a las personas del pueblo, la atmosfera cercana al hospital tenía una peculiar alegría, diferente a la que cotidianamente se percibía otros domingos, llego al mundo a las 12:03 del medio día entre risas y nervios de sus padres, Joaquín y María ambos de muy corta edad, Joaquín alcanzaba apenas la edad de 19 años y debido a problemas con sus padres dejo su casa a los 16 a su corta edad probo el alcohol y como era de esperarse se hizo un vicio para él, que años mas tarde lo haría cometer el peor error de su vida. María por su parte era una pequeña niña de 17 años, de una familia de clase media, mantenía sus estudios en la ENP (Escuela Nacional Preparatoria) cuando resulto embarazada, trunco sus estudios para poder tener el parto y busco un trabajo para mantener a su hija. Nueve meses después de nacer su padre en una borrachera cotidiana llego a casa y cegado por la dosis de alcohol en su sangre comenzó a insultar a la que años antes había llamado “el amor de su vida”, llegaron los golpes, María los aguantaba con tal de que no llegara a su hija, en ese instante lleno de rabia alcanzo un golpe a la cien de esta y callo desfallecida, Joaquín sin saber que hacer huyo no volvería a ver a Andrea hasta años mas tarde.
La madre quedo sola y asustada decidió tomar las riendas de su vida, sabia que no seria fácil, conocía las dificultades, pero su pequeña significaba todo en el mundo para ella, María trabajaba día y noche por su pequeña a veces la abuela se hacia cargo y en otras ocasiones la pequeña Andrea quedaba a la deriva sola en su cuna, esperando que regresara su madre desgastado y deshecha de las labores ocasionadas por el trabajo que le consumía sus días de juventud. A la edad de 2 años y medio Andrea comenzó a hablar desde el comienzo se destacaba de los niños de su edad por su amplio progreso en las habilidades de todo pequeño, antes de conocer el kínder a los 4 años sabia leer y podía escribir oraciones sencillas, al iniciar el kínder contaba con conocimientos de primaria , leia libros de varios escritores famosos y conocía varias bibliotecas cercanas a su casa, llego la primaria y con ella las tardes largas jugando con sus pequeños amigos de su comunidad entre ellos destacaban Juan un pequeño malhumorado a veces debido a que odiaba los días en que nadie podía jugar con el de gran corazón y gran espíritu quien vivía cerca de la heladería de los Pérez a lado de la primaria Mauricio un niño un poco gordo pero demasiado alegre con una voz tenue que mas tarde se agravaría de ojos amplios y rudo con los demás de su edad, quien vivía en el callejón cercano a la casa de Juan, dolores que era una pequeña simpática de no mas de 70 cm de altura con cabello risado y ojos verdes, que vivía a lado de la casa de Andrea ,sin duda estos amigos a su corta edad, eran inseparables, jugaban durante horas en el viejo estadio de futbol abandonado, donde rara vez se organizaban eventos para que asistiera el publico , hay tantas historias que podría contarte de estos pequeños pero la que mas recuerdo es la que siempre me contaba y con la que sus ojos se llenaban de nostalgia, me empezaba a decir entre risas que cerca de la casa de Mauricio se encontraba una construcción que había sido suspendida(el dueño nunca se recupero de la devaluación del sexenio de portillo) y esa casa se creía embrujada un día hablando con Dolores decidieron gastarle una broma a Mauricio y Juan consistía en lo siguiente Dolores los retaría a entrar mientras ella se
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