Una sociedad de Julias

Una sociedad de Julias

Ciertos libros han perdurado a lo largo del tiempo, ya que tratan problemáticas tanto actuales como antiguas. Uno de ellos es La señorita Julia. Escrita por August Strindberg en el siglo XIX, la obra se centra en Julia, la hija de un conde, quien pasa la noche de San Juan con uno de sus criados. A partir del repentino vínculo, salen a la luz diversos problemas como el deseo de cambio y la contradicción en las actitudes de los personajes, con respecto a lo que ellos mismos quieren lograr. Sin embargo, estos dos aspectos también se ven muy marcados en la personalidad de la protagonista. Más sorprendente aun, es el hecho de que dichas características pueden observarse, además, en nuestra sociedad. Entonces, se puede decir, que algunos aspectos de la personalidad de Julia se ven reflejados en parte de nuestra sociedad actual.  

La manera en que actúa la protagonista en la obra, se debe, principalmente, a su cumple rol como personaje redondo. Lo que define a este tipo de personajes es su dualidad; dentro de su personalidad coexisten ciertos rasgos contradictorios. Por esto mismo, los personajes redondos son descritos con mayor atención y detalle que el resto de ellos. Esto es, justamente, lo que sucede con Julia. Al inicio de la obra, el lector conoce a una Julia revolucionaria, que quiere modificar su posición social, y que hará todo lo posible por lograrlo. No obstante, cuando el libro está por llegar a su fin, descubrimos que la protagonista se siente completamente aterrada de cualquier tipo de cambio, y las consecuencias que este podría traer. Debido a su papel como personaje redondo, se produce una contradicción en su personalidad. Esta contradicción, afecta a Julia y todas sus acciones, pero también está directamente relacionada con el conflicto dramático de La señorita Julia. Esta es la razón por la que dicho personaje no sea importante únicamente por su rol como protagonista, sino también por el efecto que produce en el libro. Antes de siquiera empezar a comparar al personaje y la sociedad actual, es vital comprender que todos los trastornos que a ella le ocurren, se relacionan con el tipo de personaje que es.

        Como se mencionaba anteriormente, una de las principales características de la forma de ser de la protagonista es su deseo de producir un cambio. Esto, sin embargo, se ve destacado en dos áreas distintas de su vida: las responsabilidades que ella debe cumplir por pertenecer a la nobleza, y los deberes que se le atribuyen por ser mujer.

        “Y volviendo a la señorita, ella descuida su posición social y su aspecto personal” (Strindberg, 2006, pág. 3), dice Juan, el criado, acerca de la señorita Julia. Con esta información, queda claro desde un inicio que a la protagonista no le interesa cumplir los requisitos que impone la nobleza. Mientras más transcurre la obra, el lector puede entender que Julia desea bajar de estrato social, porque anhela tener los mismos privilegios que poseen los plebeyos; no quiere preocuparse más del “qué dirán” ni del honor que debe demostrar tener su familia. Para producir este cambio, la protagonista recurre al amor. A través de Juan, entra al mundo en el que viven los criados e intenta convertirse en uno de ellos. Y lo logra.

        En cuanto al rol de la mujer, la protagonista fue educada para odiar a los hombres y nunca ser dominada por ellos. Tal como ella misma lo dice: “Ella me había enseñado a odiar a los hombres (...) y yo le juré que nunca sería la esclava de ninguno” (Strindberg, 2006, pág. 17). Aunque en la obra no profundiza mucho el tema del feminismo y el de la mujer como igual al hombre, Julia da a entender su posición sobre el tema; considera las diferencias entre géneros absurdas. “¿Porque usted es hombre y yo mujer? ¿Qué diferencia es esa?” (Strindberg, 2006, pág. 25), exclama Julia, en la segunda mitad del libro. A menor medida que con las clases sociales, la protagonista también desea un cambio en este aspecto de su vida. No obstante, no lo logra, ya que le da más importancia a escapar de las responsabilidades de la nobleza.        

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