¿la solución es no tener hijos?

Arialdo José Jiménez Quintero – 1065817362

Prof. Luvin Arbey Benítez, Comunicación Social y Periodismo, Lingüística.

No es dejar de parir, es reforzar la Educación.

Pensar en que la solución para el problema de la sobrepoblación delincuencial, desempleada, indigente y con pocas oportunidades de desarrollo profesional es el parar de tener hijos, no es más que una postura conformista, facilista y sin fundamento comprobable. Tener hijos no es lo que está mal, el problema es no trabajar en la educación de los niños del país y es la solución a la que Colombia debería dedicar todo su esfuerzo.

La educación es uno de los factores que más influye en el avance y progreso de personas y sociedades. Además de proveer conocimientos, enriquece la cultura, el espíritu, los valores y todo aquello que nos caracteriza como seres humanos.

Según una noticia de la BBC Mundo (Martins, 2016), los países que más han avanzado en lo económico y en lo social son Singapur, Japón, Estonia, Taiwán, Finlandia, Canadá, entre otros. Han logrado fundamentar su progreso en el conocimiento, tanto el que se transmite con la escolarización que el gobierno prioriza, como el que se genera a través de la investigación. De la educación, la ciencia y la innovación tecnológica dependen, cada vez más, la productividad y la competitividad económicas, así como buena parte del desarrollo social y cultural de las naciones.

Para tener una idea más clara del desarrollo que trae consigo la Educación en un país, tenemos el ejemplo de Singapur. La revista La Nación (El secreto de Singapur, La educación en Singapur ha sido siempre la prioridad del Gobierno, 2012) afirma que a pesar de tener solo 707 km² y una población de 4,7 millones de habitantes, Singapur es un país que en solo 30 años logró superar el ingreso per cápita de Estados Unidos y poseer una de las economías de mercado libre más diversificadas y más prosperas. Importa virtualmente todo, desde el agua a los alimentos. Para sobrevivir debió explotar su potencial humano a través de la educación. Singapur se reinventó para atraer la inversión de empresas de alta tecnología y exportar servicios a base de excelentes recursos humanos.

Caso contrario para la educación en Latinoamérica, donde se reconoce que el bajo nivel de educación de los países es debido a los altos porcentajes de corrupción a los que se enfrentan. Colombia, Perú, Venezuela, Paraguay, Bolivia, Ecuador, México y Argentina son algunos de los países que más con esta problemática. Este último siendo una sorpresa para todos ya que, según la revista Red Estrategia (Pedroza, 2016)  “Argentina ha invertido una gran cantidad de dinero, pero no se han visto resultados favorables, ¿por qué sucede esto? En parte, porque los fondos otorgados para educación se han dispersado y no fueron destinados en forma útil a proveer herramientas y optimizar el nivel académico”.

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