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Ética a Nicómaco - informe Libro I,II,III - Aristóteles


Enviado por   •  16 de Abril de 2023  •  Informe  •  1.950 Palabras (8 Páginas)  •  62 Visitas

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Universidad de Antioquia

ESMID POSADA VARGAS

INFORME ARISTÓTELES – ÉTICA A NICÓMACO

Libros I, II, III

Libro I

En el primer capítulo del Libro I, Aristóteles nos empieza diciendo que toda actividad humana tiene un fin, pues todas las acciones están orientadas hacia el bien. Los fines se pueden desarrollar por cuenta de las actividades, obras y acciones. Entonces fácilmente nos podemos imaginar que por ejemplo el fin de la medicina es la salud, el fin de una guerra es la victoria, y así sucesivamente. Nosotros como seres humanos perseguimos que todas nuestras tareas, acciones y actividades sean por un fin superior. En el segundo capítulo Aristóteles nos habla de la ética y la política, y de la mejor manera en que como seres humanos podemos vivir, aunque nuestras acciones las realizamos por un fin, también nos aclara que vivir en sociedad y buscar un fin como sociedad es uno de los grandes pasos para llegar a ese fin último; entonces cuando nos define la política nos dice que es el bien moral para todos los ciudadanos y es la que nos ayuda a conservar la felicidad en las sociedades, pues así busquemos la felicidad como individuos es necesario también hacerlo en comunidad, también nos hace la aclaración de que llamamos ética pública a esa ética que tenemos como sociedad y cuando nos referimos a ética privada es a la que tenemos cada uno como individuo; cabe resaltar que cuando Aristóteles se refiere a la ética, dice que es una reflexión sobre los caracteres, o siendo específicos se refiere a una reflexión sobre cómo actuar. Según Aristóteles es mucho mejor el bienestar de todos que el de un solo individuo, “la vida buena del individuo no es posible sin el bien de la comunidad” pues es imposible que el individuo este bien si la comunidad no lo está. Siguiendo esta línea, en el capítulo tercero nos sigue hablando de la política, aclarando que la política sólo se debería hacer por personas quienes tienen experiencia. Y cuando hablamos de gente sin experiencia nos referimos a los jóvenes, pues no deberían ocupar un puesto político. Para gobernar es necesario poner la razón por encima de todo. La felicidad es el fin de todos los hombres en el cuarto capítulo. Aunque como aparece en este capítulo hay muchas clases de opiniones con respecto a la felicidad, casi que podemos decir que es subjetiva porque según Aristóteles, sin ir más allá, nos dice que aún le falta definirla concretamente, y por ahora dice que la felicidad por ejemplo de un enfermo es la salud y la felicidad de un pobre sería ser rico, esto también en relación con el fin al que pretendemos buscar todos los hombres por medio de las acciones y actividades puestas en los primeros capítulo. Ahora, Aristóteles nos hace la aclaración en el quinto capítulo de que hay tres tipos de vida más sobresalientes a saber: el que habíamos hablado anteriormente ósea la vida política (riquezas y honores), el placer (deseos) y la vida contemplativa (reflexión). No es difícil saber cuál es la vida que la mayoría de hombres prefieren para vivir, pero tampoco es difícil saber cuál es la vida que más nos acerca a la virtud. En el capítulo séptimo, Aristóteles nos dice que para alcanzar la virtud tenemos que hacer un ejercicio constante de acciones y actividades para lograr el bien, con una o pocas acciones no basta para ser virtuosos y en el octavo capítulo nos entra a decir Aristóteles que en el alma es donde se encuentra la virtud y es la que nos debería guiar hacia la prudencia y hacia lo sabio. Cabe resaltar que gracias a la virtud y los bienes del alma es que los hombres pueden llegar a ser felices, como su fin último. También acá podemos dar a entender que cuando Aristóteles se refiere a la felicidad nos dice que “eudaimonia” y que en esta hay virtudes esencialmente. La felicidad es una actividad del alma que implica razón conforme a la virtud/virtudes, pues como las virtudes son muchas, varias, por lo que es necesario y se tiene que elegir cual es la más decisiva y acertada para realizar una determinada actividad para que de esta manera podamos llegar a la felicidad. Para terminar con este libro, en el capítulo trece se explica que cada tipo de virtud tiene virtudes, refiriéndonos a que las virtudes pueden ser éticas y dianoéticas, siendo la primera de la parte irracional y sensible del hombre, pues son gracias a los sentidos y la segundo siendo de la parte racional o intelectual del hombre, a saber, la sabiduría, el arte, la prudencia, el conocimiento, etc.; las virtudes éticas se dan gracias a la costumbre de estas pueden derivar la gentileza, la amabilidad, la moderación, etc.

Libro II

En el primer capítulo, Aristóteles le da continuidad a las virtudes éticas, que son aquellas que se hacen por medio de la costumbre y por medio del hábito y son de la parte sensible del hombre, un ejemplo de esto sería que para lograr ser justos es necesario practicar la justicia, acostumbrarse a reaccionar de ciertas maneras a las diferentes situaciones genera un modo de ser desde la juventud, pues las acciones son orientadas por la costumbre. Ahora, en el segundo capítulo se habla de la moderación y de siempre intentar buscar un término medio ante diferentes circunstancias, como no llegar al exceso de cobardía ni llegar al exceso de temeridad, siendo la valentía un término medio y moderado. “Actuar desde la recta razón”, implica ser un hombre prudente (virtud dianoética) y gracias a esta podemos llegar al término medio. En contraste a esto, Aristóteles menciona en el tercer capítulo que para actuar bien se necesita y se requiere de experiencia, por lo que un niño no tiene experiencia para saber cómo orientar sus acciones, mientras que un adulto se supone que debería saber cómo orientar sus acciones ya que tiene más tiempo y experiencia; a los niños según Aristóteles se les debe orientar a unas costumbres para que ellos puedan dirigir de manera correcta sus acciones. La virtud entonces será la que nos debe de guiar y orientar siempre. Además de explicar esto en el tercer capítulo, lo más importante está en que se habla del cuerpo y del alma, sabemos que en el cuerpo juegan los sentidos que son los que nos provocan placeres, y abstenerse de estos, aunque es muy difícil es aquel que es moderado, claro que cabe también destacar y aclarar que para Aristóteles los placeres no son malos, sino que estos son algo que acompaña a las actividades (a través de una actividad se satisface un deseo). el placer en sí mismo no es malo, pero también depende de cómo busca o evita el placer, por ejemplo, alguien que tiene hambre, satisfacer ese deseo de comer por el hambre que tiene no es malo y le genera un placer, si es malo cuando ya ha comido de manera exagerada. Toda actividad lleva consigo placeres y dolores. En el cuarto capítulo nos ayuda a elaborar el tema de las virtudes y lo necesario que es que no solo basta con que sepamos qué es lo bueno si no que también lo tenemos que poner en práctica. “El filósofo no se da por satisfecho refiriéndose a los placeres, dolores, pasiones, acciones, sino que orienta a las demás personas en sus acciones para que sepan para deberían actuar” – capítulo quinto.

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