Apuntes Contemṕoranea
Enviado por Javier Gordillo • 22 de Junio de 2016 • Resumen • 4.810 Palabras (20 Páginas) • 234 Visitas
- Concepto fundamental de cuidado, es un existenciario del Dasein. Hay dos modalidades en que se concretiza el cuidad, es decir, el modo particular de relacionarse con los objetos y con los otros Dasein, que es:
- Sorge: cuidado, se relaciona con la preocupación por los otros. Este es la idea de que el hombre no se encuentra en el mundo en una actitud teórico contemplativa, sino ocupándose. Es un cuidado en ese sentido, en el de una determinada actividad.
-> Besorgen. Preocupación por los entes; esta idea tiene que ver con la relación con los objetos, los útiles, con la utilización de objetos
-> Fürsorgen. Preocupación por los otros Dasein; con la relación con otros Dasein
En líneas generales, la Sorge, el cuidado, designaría la estructura general que engloba a dos modos básicos de relacionarse con el mundo:
a) el ocuparse de las cosas del mundo circundante o de los quehaceres mundanos (Besorgen);
b) el preocuparse por las demás personas con las que el Dasein comparte el mundo (Fürsorge)
- Crítica a la concepción tradicional de sujeto. El primer punto que da la pauta de la crítica es que no va a usar la palabra sujeto, y que para referirse a la existencia humana, va a utilizar la palabra Dasein. En alemán esta palabra es “existencia”; Heidegger va a utilizar esta palabra, no para determinar la existencia en general, sino para la existencia humana, el modo de ser del hombre. No es un sujeto abstracto, tradicional; sino que es situado, es el “ser-ahí” (Gaos). En Rivera no se traduce, se deja “Dasein”. El modo específico de ser del hombre tiene que ver con que está siempre situado en un ahí determinado: hay una situcionalización del sujeto, siempre es un determinado ahí, no un sujeto abstracto.
Ahora bien, el concepto que nos remite a este carácter situado del Dasein es el concepto de estar-en-el-mundo (In-der-Welt-Sein). Este no es simplemente una caracterización, sino que es constitutivo del modo de ser del Dasein. Esto no remite al modo en que como un ente está dentro de otro ente, es decir, como una silla está en un aula. Sino que este estar-en-el-mundo refiere a otro modo de estar, que no es estar-dentro-de o al-lado-de, sino que el estar-en como un estar-familiarizado-con, estar-en-un-mundo. Tiene que ver con esta trama de sentido que es con lo que nos movemos en el mundo. Esto es lo que caracteriza al Dasein: siempre tenemos una determinada interpretación cuando nos relacionamos con otros objetos o con determinadas cosas. Y esa trama de sentido tiene que ver con este modo de estar-en-el-mundo que hace que nos podamos mover medianamente en el mundo, el estar familiarizados, el habitar el mundo. Este habitar el mundo, esta trama, este plexo de sentido tiene que ver con estar familiarizados. No podemos decir nunca que la silla habita el mundo, sólo es específicamente un modo de ser del humano: el estar familiarizado, el habitar, el tener un precomprensión de los objetos, de los útiles, de los otros. Los entes no tienen esta precomprensión.
Entonces, vamos a encontrar una caracterización del Dasein como estar-en-el-mundo, pero un estar que implica una familiaridad, un habitar que no es al modo en que se relacionan dos entes.
La concepción tradicional concibió tanto al sujeto como al mundo como entes, y una relación de superioridad entre un ente determinado, los seres humanos, y el mundo.
¿Qué quiere decir esta cuestión de que el modo de ser del Dasein no es el modo de ser de los entes?
El modo de ser de los entes es el modo en que la metafísica ha caracterizado tradicionalmente al ser.
Lo que caracteriza a los entes, a las cosas, es la sustancia.
Primer movimiento de “Ser y Tiempo” con respecto al sujeto tradicional es ver a la existencia humana situada, como un estar-en-el-mundo; pero al mismo tiempo, y en relación con una categoría que va a ser fundamental, que es la del tiempo. Es decir, el modo de la existencia humana tiene que ver con el tiempo, con el devenir. La concepción tradicional del ser como ente no contempla la posibilidad del devenir. Justamente, el devenir es lo que atenta contra la identidad de la sustancia, contra su persistencia; hay una alteración. Para Aristóteles, el cambio tenía una entidad ontológica menor, dado que alteraba la sustancia. En la física antigua, el movimiento se caracteriza como algo negativo, el alterar el estado de reposo del cuerpo; y la verdadero estado ontológico de un ente es un estado de reposo. De manera que la concepción tradicional implica en la sustancia una identidad, una permanencia, una cierta suspensión de la temporalidad.
Por su parte, Heidegger aquí nos plantea desde el comienzo que su indagación tiene que ver con el “Ser” y con el “Tiempo”.
Relación entre el concepto de “Ser” y de “Dasein”. Parecería que estos conceptos están apartes, más no es así. Heidegger nos va a decir que a través de la analítica del Dasein, de indagar el modo de la existencia del hombre, lo que podemos develar es la cuestión del ser. Pero el objetivo de “Ser y Tiempo” no es una perspectiva existencialista; la existencia está en función de una aclaración del ser. El objetivo de Heidegger es fundamentalmente ontológico, es constituir una ontología fundamental. El va a fundamentar por qué la constitución de una ontología fundamental se tiene que develar por medio de una ontología del Dasein. Por eso es que todo el libro comienza con una analítica del Dasein, porque es un tipo de ser privilegiado el Dasein. Hay un privilegio óntico y ontológico del modo de existencia del Dasein. Por eso es que podemos a través de indagar ese modo de existencia, de esa analítica, elucidar la cuestión fundamental, que es la cuestión sobre el ser. En este sentido Heidegger no es un existencialista porque su reflexión en torno a la existencia humana está ubicada en el interés primordial de indagar sobre la cuestión fundamental de la filosofía, la cuestión del ser.
- Por eso comienza citando a Platón. Hubo un encubrimiento de la filosofía con respecto al tema del ser. Para los antiguos la cuestión del ser era un problema, una aporía. Pero Heidegger aclara que, hoy en día, no nos causa ni siquiera asombro esta cuestión de la filosofía. La cuestión del ser parece no causar perpejlidad y, por tanto, no es una cuestión de indagación filosófica. Esto se tratará hacer en el libro: despertar de nuevo una comprensión para el sentido de esta pregunta. En el desarrollo de la filosofía y la metafísica, a pesar de la tematización en los griegos del ente y del ser, paulatinamente hubo un encubrimiento de la cuestión del ser a partir de la confusión del ser con la cuestión del ente.
-La cuestión para analizar la cuestión del ser es a través de una analítica del Dasein.
- Heidegger no es un existencialista, porque está abocado a la elaboración del esclarecimiento de una ontológica fundamental de ser.
- El Dasein implica situar la existencia humana en un ahí, en el mundo. Por otro lado, caracterizar la existencia humana distinguiéndola del modo de existencia de los entes, que tienen que ver con la sustancia, lo que permanece o no se ve afectado con el paso del tiempo; aquí se ve que el Dasein va a ser vislumbrado con la categoría fundamental que es la del tiempo.
La palabra que va a aparecer para caracterizar estos dos modos de ser distintos del Dasein y del ente es, lo que va a caracterizar como:
- Vorhandenhait: ser-ante-los-ojos (Gaos) Vor: lo que está adelante. Estar ahí, en relación con la presencia y la sustancia. La identidad de los entes pasa por una esencia. Pero el modo de ser del hombre significa que es irreductible a cualquier modo de esencia, que carece de esencia como algo fijo, como algo dado; y lo que lo va a caracterizar es este modo de estar arrojado, esta posibilidad que implica la existencia misma, y que implica el tiempo. Esto es la manera en cómo la metafísica y la tradición catalogó al ente, pero también al hombre; es decir, se utilizaron categorías que eran propias de la caracterización del modo de existencia de las cosas para caracterizar el modo de existencia de los hombres. A esto se refiere con el “encubrimiento de la tradición metafísica occidental”: se indagó el ente y se pensó el modo de existencia del hombre en analogía como una forma o modo de ser del ente. En lo cual, fundamentalmente, se pensó el modo de ser como un estar ante los ojos
- Zuhandenheit: ser-a-la-mano (Gaos), estar a la mano (Rivera)
-La Zuhandenheit, junto con la Vorhandenheit, son dos modos de darse del ser del ente que Heidegger desarrolla en Sein und Zeit (Ser y Tiempo). La Zuhandenheit es un neologismo que da cuenta de la modalidad de ser que Heidegger define como el “estar al alcance de la mano”, en el sentido de “ser disponible”, de “ser utilizable” (por contraposición a la Vorhandenheit - "lo que está lejos de la mano" - que implica, por parte del Dasein, un enfrentamiento con las cosas de un modo, ya no observador y contemplativo, sino productivo y manipulante). La Zuhandenheit expresa una posición de inmediatez. La oposición sujeto-objeto, en cambio, surge como producto de un quiebre, a partir del cual se establece una distancia, expresada en la imagen de la Vorhandenheit, "lo que está lejos de la mano". Recién entonces hay sujeto, objeto, representaciones, decisiones, etc
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