Arte Poética de Aristóteles

Martínez Martínez Aldo Javier

Arte Poética de Aristóteles.

El ritmo, el lenguaje y la armonía; es lo primero de lo que nos habla Aristóteles. Mientras algunas artes utilizan estos medios para poder desarrollarse de una manera adecuada, también hay otras que únicamente utilizan algunos.

Puede suceder también que un arte use todos los medios a la vez, mientras que otro arte distinto lo haga en diversos momentos, sin simultaneidad. El arte que imita por medio del lenguaje lo hace sin verse involucrado con el ritmo y la armonía.

También, Aristóteles nos muestra las razones por las que se originó la poesía. En primer lugar, él afirma que la imitación forma parte del hombre desde que somos niños; es algo que nos acompaña por naturaleza.

El humano experimenta placer ante el conocimiento, y en muchos casos el conocimiento es adquirido imitando a otros. La imitación, entonces, al ser algo que se encuentra en nuestro ser, y por medio de diferentes etapas de mejoramiento, permitió que surgiera la poesía a través de la improvisación.

A su vez, la poesía fue dividida en dos clases, debido a las diferencias que había entre cada poeta. Los poetas de alto espíritu poetizan sobre las acciones más nobles, mientras que los poetas inferiores poetizan sobre acciones despreciables.

En cuanto a la tragedia, se dieron tres cambios importantes: el número de actores fue primero aumentado a dos por Esquilo, disminuyendo la importancia del coro, e hizo que el diálogo asumiera la parte climática en el drama. También se dio la aparición de un tercer actor y la escenografía tomó un mayor significado.

Se nos dice que la tragedia implica todos los elementos de la épica, pero la épica no implica todos los de la tragedia, ya que la tragedia es diferente en cuanto a la extensión y a su carácter narrativo.

Aristóteles presenta las seis partes que componen a la tragedia desde el punto de vista del conocimiento: la fábula o trama, los caracteres, la dicción o elocución, el pensamiento, el espectáculo, y la melodía.

Condensando, la tragedia consiste en la imitación de acciones humanas; de la felicidad y desdicha. No hay felicidad o desdicha humana sin acción; no es posible una tragedia si no hay acción.

Una tragedia deberá tener, al menos, tres partes: inicio, desarrollo y desenlace (y el coro). En cuanto a la extensión, siempre y cuando mantenga su coherencia, cuánto más grande, más bella.

Aristóteles también hace una comparación entre la historia y la poesía. La poesía, no intenta contar lo que ha pasado, sino lo que podría llegar a suceder. El poeta debe ser más el autor de sus fábulas que de sus versos.

También el texto nos dice que las fábulas son simples o compuestas. Una acción será simple si no incluye los elementos de la peripecia y el reconocimiento, y compuesta si sí los incluye. La peripecia es el cambio de un estado de cosas a su opuesto. El reconocimiento supone un cambio de opinión en la ignorancia del conocimiento.

Visto desde un punto de vista formal, las partes de una tragedia son el prólogo, el episodio, el éxodo y una canción coral. El placer de la tragedia consiste en la piedad y la compasión; el poeta debe introducirlos por medio de la imitación.

En cuanto a los caracteres, se mencionan cuatro puntos: el primero es que deben ser buenos. El segundo aspecto es la adecuación. El tercero es la semejanza. El cuarto es la coherencia.

Cada tragedia tiene dos partes: complicación y desenlace. La complicación se origina con los sucesos del inicio y el resto es el desenlace. En virtud de estos dos elementos, se pueden clasificar las tragedias en similares o diferentes, aunque Aristóteles distingue cuatro formas de tragedia: la compleja, la patética, la de carácter y la de espectáculo.

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