Dejar morir o Vivir Sufriendo
Enviado por Marcela Murii • 14 de Enero de 2018 • Ensayo • 2.700 Palabras (11 Páginas) • 159 Visitas
Dejar morir o Vivir Sufriendo
“No es malo morir, sino morir mal; como no es bien el vivir, sino el vivir bien”. – Francisco de Quevedo.
Todos buscamos vivir una vida plena y feliz aunque a veces es complicado encontrar aquello que nos brinda dicha felicidad. Evitar el sufrimiento es una cuestión básica en la vida de cualquier persona, incluso en los últimos momentos en los que se disfruta la vida. Ayudar a una persona a morir o a acelerar este proceso puede parecer una idea inimaginable, pero puede ser que asistir a alguien en la muerte sea una acción benévola. La Organización Mundial de Salud define la eutanasia como "acción del médico que provoca deliberadamente la muerte del paciente". Esto se lleva a cabo en pacientes con enfermedades terminales.
Existen distintas maneras de llevar a cabo este proceso, puede ser de forma directa (inyección letal) o de manera indirecta (no soportar el soporte básico para vivir).
Cualquiera que sea el método utilizado, la eutanasia es un dilema ético complejo porque acabar con la vida de una persona en este contexto puede adoptar distintas interpretaciones, incluso algunos pueden llegar a pensar que esta práctica es un asesinato porque se le da el poder a un tercero de decidir sobre la vida o muerte de una persona. La solución se puede encontrar desde el punto de vista ético, sin embargo es muy difícil llegar a una conclusión con la que todas las personas que viven en una sociedad estén de acuerdo .(Países en los que se acepta dicha práctica)
En este ensayo daré argumentos (éticos, jurídicos, etc.) a favor y en contra acerca del tema, para finalmente con base en los argumentos explicados, intentaré llegar a una conclusión acerca de este tema tan controversial.
La eutanasia es una práctica legalmente aceptada en pocos países, algunos de ellos son Suiza, Bélgica y Colombia. Estos países toman como argumento a favor “que
la progresiva pérdida de movimiento y actividad, la pérdida de libertad
asociada con la dependencia de otros, molestias físicas” (Yunta) en personas con
enfermedades terminales, no les permite tener una calidad de vida digna.
Otro argumento a favor de esa práctica, se refiere a la autonomía de la persona enferma, ellos tienen derecho a decidir cómo vivir sus vidas y pueden elegir en qué momento acabar con su vida y evitar un sufrimiento excesivo. Tener compasión por aquél que sufre es visto de buena manera desde el punto de vista ético, en general, ser compasivo sería aceptado por cualquiera, pero en este caso, ser compasivo se refiere a aceptar la muerte de la persona y es un acto virtuoso. Se considera ético la muerte asistida porque en la mayoría de las ocasiones, los cuidados para una persona que padece una enfermedad terminal son cantidades
excesivas de dinero, por lo que los parientes cercanos se encuentran en situaciones incómodas porque no cuentan con los recursos necesarios para
tratar la enfermedad de la persona enferma. Se puede ver desde el punto de vista de la persona mártir, da su vida por ayudar a los demás. Incluso se toma en cuenta la teoría utilitarista, se pierda la vida de una persona pero muchas otras
se quitan un gran peso de encima.
En México no se encuentra legalmente regulada la eutanasia, pero las legislaciones en otros países como los Países Bajos especifican que dicha práctica debe llevarse a cabo por un médico y a petición del paciente. Legislaciones de otros países aceptan el suicidio asistido pero no la eutanasia, mientras que otros
más –Bélgica- es necesario que esté involucrado más de un médico en este tipo de decisiones. Los argumentos a favor de esta práctica se basan en que un paciente tiene una enfermedad incurable y no existe otra salida, además el sufrimiento debe ser físico o mental intolerable. La solicitud debe ser voluntaria, (ninguna otra persona está involucrada, se respeta la autonomía de la persona y no se afecta a terceros). También se realizan varios exámenes y estudios para comprobar la situación del paciente, por lo tanto, si la única solución que queda para terminar con dicha enfermedad es la eutanasia, el médico realiza la acción
adecuada ya que vela por el bienestar y el cese el sufrimiento de su paciente.
Por otro lado, los argumentos en contra refutan que la vida tiene un valor por sí misma, sin importar la calidad de vida que se viva. La dignidad va de la mano con la vida y la salud puede deteriorarse si no se cuida de ella. La dignidad de una persona no desaparece por estar enferma, el sufrimiento es causado por los valores que vienen incluidos en ésta, por opiniones y cuestiones que la gente
alrededor del enfermo externa.
La capacidad de autonomía de una persona que sufre de una enfermedad terminal queda comprometida porque en un estado así, influyen muchos factores e incluso otras enfermedades como depresión, miedo o culpa, alterando la capacidad de una persona para decidir sobre el camino de su propia vida. Sin embargo, existe una diferencia entre un suicidio y ayudar a alguien a cometer un suicidio. Es por este argumento que la eutanasia es considerada como la decisión de otra persona sobre la vida de alguien más. Se han registrado situaciones en las que el sufrimiento no necesariamente se acaba, los cuidados paliativos pueden no ser los adecuados y sigue existiendo sufrimiento y situaciones como depresión pueden
hacer que un paciente cambie de opinión acerca de la eutanasia.
Es refutable usar el principio de beneficencia porque quien ayuda a quien sufre o elimina a quien sufre, más bien, la causa de dicho sufrimiento. También se cuestiona
el comportamiento de los médicos, ya que su función es “examina la salud de un
paciente para encontrar una causa y la solución de una enfermedad
” (Kennedy) no acabar con la vida de alguien. La postura de un médico apoyando la eutanasia pone en duda su rol como protector mismo de la vida. Además, tener compasión por alguien significa sufrir con esa persona, no dejarla morir: “procede del latín cum- passio, y haría alusión al sufrimiento compartido con otro, cum-passio sería
acompañar al otro en su drama interior” (Aranguren)
Existen además, otros puntos refutables, ya que la eutanasia es una práctica que en principio se empleaba sólo para enfermos terminales, sin embargo, con el paso del tiempo, se ha extendido esta práctica hacia pacientes no terminales, niños, personas con enfermedades mentales, etc. Es importante delimitar el campo de esta práctica, pero aceptarla en una situación específica, abre la puerta para extenderla a muchas otras situaciones.
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