El estado nacional europeo. Sobre el pasado y el futuro de la soberanía y de la ciudadanía
Enviado por Alexia Bardales • 31 de Mayo de 2017 • Apuntes • 1.689 Palabras (7 Páginas) • 284 Visitas
El estado nacional europeo. Sobre el pasado y el futuro de la soberanía y de la ciudadanía
La sociedad política mundial se compone en nuestros días de Estados Nacionales. De la Revolución Francesa y de la Revolución Americana se resultó un tipo histórico de formación política a lo largo y ancho del planeta.
Las clásicas naciones- Estado del norte y del oeste de Europa formaban parte de aquel sistema estatal europeo que se creó en la paz de Westfalia de 1648, por otra parte, las naciones “tardías” como Italia y Alemania, siguieron una forma de desarrollo distinto. En este caso, la formación de los estados seguía las huellas de una conciencia nacional adelantada y difundida con medios propagandísticos. La diferencia entre estos dos senderos (from state to nation vs from nation to state) de un lado se encontraban juristas, diplomáticos y militares pertenecientes a la plana mayor del rey crearon un “instituto estatal nacional”, por el otro lado, se situaban escritores e historiadores, eruditos e intelectuales que mediante la propagación de la unidad más o menos imaginaria de una “nación cultural” prepararon la unificación estatal llevada a cabo por vía diplomática y miliar.
Después de la segunda guerra mundial una tercera generación surgió a partir del proceso de descolonización. A menudo estos estados establecidos adquirieron la soberanía antes de que la forma importada de organización estatal se extendiera más allá de los límites de la tribu. En casos como este, los estados artificiales tuvieron que ser rellenados con naciones adheridas a posteriori. Luego del hundimiento de la unión soviética prosiguió en Europa oriental y sudoriental la tendencia de formación de estados nacionales independientes por medio de secesiones más o menos violentas.
En el momento actual el estado nacional ha logrado implantarse frente a las antiguas formaciones políticas. No obstante, el estado nacional ha eliminado entretanto esta herencia pre moderna. En la actualidad observamos la profunda transformación de china.
Hegel consideraba que toda forma histórica estaba condenada al ocaso en el mismo momento que llegaba a su madurez. No era necesario hacer su propia filosófica de la historia para reconocer que el camino triunfal del estado nacional tiene un reverso irónico. Hoy nos hallamos ante un desafío similar por la globalización del trafico económica, producción económica, transferencias de tecnología y armamento entre otros.
Estado y nación
La palabra estado hace referencia a un poder estatal soberano tanto interna como externamente, en términos espaciales se refiere a un territorio claramente delimitado y socialmente a la totalidad de los miembros, es decir el pueblo de un estado. Pero más allá́ de la disposición jurídica, «nación» tiene el sentido de una comunidad política conformada a partir de una procedencia común, al menos, a partir de una lengua, una cultura y una historia común. Un «pueblo propio de un Estado» se convierte en «nación», con este sentido histórico,
El poder ejecutivo del Estado, separado de la potestad regia y establecido de manera burocrática, estaba integrado por una organización administrativa profesionalmente especializada y cubierto por funcionarios adiestrados en cuestiones jurídicas, y podía además apoyarse en el poder acuartelado de un ejército permanente, de la policía y del sistema penitenciario.
El Estado moderno es simultáneamente Estado administrativo y Estado fiscal, lo que significa que se limita esencialmente a tareas administrativas. Traspasa las tareas productivas, que hasta entonces habían sido percibidas en el marco del poder política, a una economía de mercado diferenciada del aparato estatal.
La diferenciación del Estado con respecto a la economía se refleja en la diferenciación entre derecho público y derecho privado.
Todos nosotros vivimos en sociedades nacionales que deben su unidad a una organización de este tipo. Tales Estados existían ciertamente desde hace tiempo, antes de que hubiera «naciones» en el sentido moderno. Estado y nación se fundieron en Estado nacional sólo a partir de las revoluciones de finales del siglo xvm. Desempeña la función de catalizador de la transformación del Estado de la temprana Edad Moderna en una república democrática. La auto comprensión nacional construyó el contexto cultural en el que los súbditos podían llegar a ser ciudadanos políticamente activos. Sólo la pertenencia a la «nación» fundaba un vínculo de solidaridad entre personas que hasta entonces habían permanecido extra- ñas las unas para las otras. El mérito del Estado nacional estribaba, pues, en que resolvía dos problemas en uno: hizo posible una nueva forma, más abstracta, de integración social sobre la base de un nuevo modo de legitimación. El problema de la legitimación surgió por- que como consecuencia del cisma religioso se desarrolló un pluralismo de cosmovisiones que privó al poder político también del fundamento religioso que representaba la «gracia de Dios». El Estado secularizado tuvo que legitimarse a sí mismo a partir de otras fuentes. El otro problema de la integración social estaba relaciona- do, simplificando igualmente, con la urbanización y la modernización económica, con la extensión y aceleración del tráfico de mercancías, personas e informaciones. El Estado constitucional democrático es, de acuerdo con su concepción ideal, un orden querido por el pueblo mismo y legitimado por la formación libre de su voluntad. De acuerdo con Rousseau y Kant, los destinatarios del derecho deben poder concebirse simultáneamente como autores del mismo.
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