Ensayo Tomás de Aquino
Enviado por Nadia Cabrera Antúnez • 27 de Octubre de 2018 • Ensayo • 1.959 Palabras (8 Páginas) • 165 Visitas
“De Regimine Principum: Características del Reino Cristiano”
Nombre: Nadia Cabrera Antúnez.
Fecha: 07 de septiembre 2016.
Sección 2.
Tomás de Aquino fue un filósofo y teólogo italiano. Nació el año 1125 cerca de Aquino en Italia. Es conocido como el príncipe de los Escolásticos, estudio en un monasterio benedictino de Montecassino y en la universidad de Nápoles.[1] La obra de Santo Tomás a trabajar, De Regimine Principum, tiene un sentido político, se centra en la pregunta ¿cómo es el “reino”? Plantea la definición de este, las estructuras que lo conforman y las funciones que se deben desempeñar.
La diferencia especifica que hay entre De Regimene Principum y una constitución política, es que el texto de Santo Tomás tiene un origen divino. Todo lo que el plantea tiene un trasfondo en las escrituras divinas y en concordancia con su pensamiento filosófico de la vida misma. Dentro de todos los planteamientos de Tomás de Aquino, se debe tener presente que como primer punto considera que el hombre por naturaleza es un ser social, y al ser social vive en comunidad, y viviendo en comunidad es necesario que alguien mantenga el orden y gobierne de esta. Desde este punto de vista es necesario tener un pensamiento enfocado en un gobierno justo y necesario, para la época, debido a esto es importante la lectura del texto y la comprensión de la sociedad de turno.
Es importante destacar que el texto es breve y que contiene 4 libros, además a pesar de que De Regimine principum es otorgado a Tomás de Aquino, se cree que gran parte del texto de es de uno de sus discípulos, Tolomeo de Luca, y es a él a quien se le atribuyen los capítulos del libro n° 2, sin embargo, este fue escrito con los apuntes de su maestro. También se estima que los últimos dos libros del texto son de otros autores de la época, por lo tanto, se debe considerar que la teoría de Santo Tomás no logro alcanzar su punto culmine.[2]
El ser humano es un ser que goza de razón a diferencia de los animales, es por ello que no actúa por instinto y por lo que es necesario que se distribuyan distintas tareas por persona. Al haber una necesidad de “especialización” es obligatorio formar comunidades para que se puedan subsanar todas las faltas que existan, debido a que unos hacen los que otros no pueden hacer (…) más en su lugar le fue dada la razón, para que, mediante ella, con el trabajo de sus manos, lo pudiese buscar todo; a lo cual un hombre solo no basta, porque de por sí no puede pasar la vida suficientemente; y así, decimos le es natural vivir en compañía de muchos.[3]
Al vivir en comunidades y tener una especialización de las tareas, se vuelve imprescindible una autoridad, que puede llegar a ser buena o mala, pero aun así muy necesaria. Pues si la muchedumbre de los libres se ordenare al bien de ellos mismos por el que los gobierna, será el gobierno justo y recto; más si no se ordenare al bien común de la muchedumbre, sino al particular del que gobierna, será el gobierno injusto y perverso.[4] Al momento de gobernar, se debe tener en consideración que se gobierna a un grupo de gente y que los intereses personales deben quedar a un lado. Normalmente el ideal de un buen gobierno es la búsqueda de la virtud para poder llegar a la creación y mantención de la paz.
Tomás de Aquino plantea que las sociedades gobernadas por “muchos” tienden a tener una tendencia hacia el mal y es por esto que el gobierno debe ser de uno y que el personaje más óptimo para la tarea de la mantención de la paz es el Rey, debido a que este recibirá el apoyo y consideración de Dios. Es alabada cualquier persona particular, y se sabe que recibirá premio de Dios, si socorre al necesitado, si hace paces entre los que están discordes, o si libra a alguno de los agravios de otro más poderoso: y finalmente si diere a otro cualquier ayuda o consejo que sea de provecho.[5] Si el Rey no hiciese el bien, pasaría a ser Tirano, quien gobierna por sus propios intereses y hace el mal a su pueblo. Los hombres que logran ser príncipes deben pasar por distintas dificultades para poder observar si con capaces de hacer el bien en su gobierno, si por algún motivo los príncipes pecasen tienen la posibilidad de arrepentirse y que Dios pueda perdonar sus pecados.
Los bienes de los que está dotado el mundo y el reconocimiento de honor, fama, etc. Son los elementos que pueden hacer pecar a los príncipes, pero es justo que estos elementos sean otorgados a la persona que hace el bien, el Rey, y que no caiga en manos de la maldad, el Tirano. Todo esto habemos dicho para mostrar lo que es ser Rey, y que le conviene a una Republica tenerle, y también que al que preside le conviene mostrarse Rey y no tirano, para con sus súbditos.[6] Como expresa Tomás de Aquino, es conveniente para el Rey tratar bien a la gente que gobierna, pues de ello recibirá las bienaventuranzas de Dios y los beneficios que están esparcido por la Tierra, a diferencia del Tirano que caerá en el dolor eterno otorgado por Dios.
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